JUN23. MORFINA, de Paloma Hidalgo Díez
El Viento del Sahel ya no soporta más ver sus pequeños cuerpos desnutridos, se ha cansado de que en el negro de su piel se confundan la miseria y el hambre. Ha vuelto a recorrer sus casas soplando con fuerza para barrer su desdicha, pero no ha sido capaz de despegarla ni de sus miradas. Lleno de rabia y de impotencia ve como la desgracia sigue bailando abrazada a la niña de sus ojos, tan negra como ellos, cuando se aleja.
Por eso hoy se ha vestido con sus mejores galas y ha emprendido un viaje hacia el norte; cargado de calima, del polvo triste que pisan sus esqueléticos pies infantiles y de las lágrimas secas de sus madres, va a recorre la piel de la vieja Europa; a dejar por ciudades y campos la huella de su paso acalorado, la imagen de sus rostros hambrientos y de sus manos vacías. Soplará herido, estéril; va a bufar entre el verde de parques y jardines; y a recorrer las pecas de caritas sucias de caramelo y chocolate mientras levanta sus gorras y sus globos de colores.
Viene a traer un poco del sur que agoniza a nuestro lado, carente de morfina.
Me has puesto la carne de gallina.
Me gustaría que este micro consiguiera parecerse a un iceberg; que las palabras que lo forman consigan trasmitirte algo así me parece, desde ese punto de vista, fantástico.
Un saludo y gracias por leerlo.
…prepararos: «va a bufar entre el verde de parques y jardines…»
de acuerdo con mury…
El viento del Sahel ya está cansado, y a mi me da una pena enorme contemplar su vida, enfrentarla a la mía. Por eso se me ocurrió hacer algo que mueva conciencias. Si te pone la piel de gallina, objetivo conseguido.
Gracias por leerlo.
Precioso relato, Paloma.
Gracias por leerlo, y po supuesto, por valorarlo así.
Un saludo.
Demoledor y redondo como cuento que es. Muy bueno. Suerte.
Muchas gracias Pablo, me alegro de que te guste.
Qué imágens tan evocadoras, Paloma. Adjetivando, en esta ocasión, allá donde el texto lo requiere. Enhorabuena.
Gracias Joaquín, por leerlo y por valorarlo.
Lo había pasado por alto. Hoy volviendo a leer unos y otros, me he fijado en lo bonito que es el relato. Original y tierno. ¡Enhorabuena!.
Pues muchas gracias, un placer leer tus comentarios aunque no sepa quién eres y no pueda corresponder a tu visita.
Paloma, es un placer leer también tus respuestas.
Lo demás no importa… porque cuando me contestan a mis comentarios ya me siento leída, no malherida.
¡Que tu escrito sea un granito de arena para que podamos cambiarnos primero por dentro a nosotros mismos y luego a este mundo que no sabe a dónde va!
Un beso rápido y fugaz como el viento porque no nos conocemos… de lo contrario, podría ser de tornillo enamorado, con estrujamientos y todo. (Esto último entiéndase como broma infantil, no sean malpensados, todavía no me he pasado a la otra acera, ni al acero, ni a la dama de hierro)
Perfecto entonces, acepto ese beso rápido y fugaz y te envío otro para que tu mejilla no se sienta sola. 🙂
Duro, pero realista. Denso y cargado pese a haber un máximo. Está logrado aunque, ya te digo, a que es para leerlo sin prisas. Un micro poco micro por su densidad. Me gusta. Suerte, Paloma!
Me gusta que hayas encontrado la carga oculta, esa que he dejado en espera de que el lector la desentierre si así lo desea. Gracias por leer y comentar.
Hola, Paloma!
Pufff… ¡qué duro en cuanto al tema! pero ¡qué bonito en la forma!
Me ha encantado… muy buenas las comparaciones entre los objetos color negro para evidenciar las diferencias entre los países pobres y ricos. «Caritas sucias de caramelo»… no caritas sucias de pobreza y hambre.
Imágenes y personificaciones muy ricas. ALusiones al hambre, sed, tristeza… sin llamarlas así… Mucha carga crítica pero sin cebarte…
Enhorabuena otra vez y mucha suerte!!
Saludos
Marta
Gracias Marta, me alegro de que te guste la forma en que reivindico un poquito de atención para quienes lo están pasando peor, mucho peor que nosotros.
Un abrazo
Me ha encantado Paloma. Lo has enganchado en un soplido y te ha salido un viento racheado que ha cobrado tintes de desesperanza por momento, pero que ha sabido sobrevolar nuestras conciencias ante tantas y tantas diferencias injustas.
Enhorabuena y muchísima suerte.
Siempre es gratificante que alguien te haga comentarios, cuando además son tan generosos, todavía lo es más.
Un abrazo y gracias.
Un micro cargado de profunda tristeza, Paloma. Tristeza que genera ver cómo pasan los años y no somos capaces de cambiar los intereses que mantienen todo siempre igual, o incluso peor. Tristeza que produce la certeza de que mientras exista un primer mundo, no habrá un segundo pero sí existirán muchos terceros.
Mis aplausos.
Un abrazo,
Lo explicas de maravilla Pedro, es exactamente eso lo que más duele. Muchas gracias por venir,por comentar y por hacerlo con tanto tino.
un abrazo
Precioso relato y muy duro Paloma, me alegra haberlo leído. Que voy por aquí leyendo por casualidad cuando tengo tiempo.
Mucha suerte y un abrazo,
Muchas gracias Yashira, un placer que te guste mi relato y que te alegres de haberlo leído. Un verdadero gusto,
Un abrazo
Qué bien contado, Paloma. La intención es traerle la montaña a Mahoma, que bueno sería. Me gusta la personificación que haces del viento, me encanta. Sin duda, será de los primeros. Al tiempo.
Abr… iles.
Gracias Miguelángel. El viento del Sahel y yo te lo agradecemos de verdad.
Ojalá tus predicciones se cumplan…
Había pensado en abr..elatas, pero me quedo con los abra…cadabras, ya sabes, la magia de las palabras.
Que nudo en la garganta Paloma. Ya nunca me sentiré igual cuando llegue hasta mi ciudad eso que llaman «una nube de polvo sahariano». Eso es remover conciencias, sí señor. Impecable y emotivo micro. Un beso y mucha suerte.
Es así, nos acomodamos en nuestras miserias y nos quejamos, cuando hay otros con muchas más razones para hacerlo. Poner voz a su injusticia puede que sirva de poco, pero es realmente justo.
Muchas gracias Mar, un abrazo.
Paloma, me ha encantado que hayas personalizado ese viento del sur que nos cuenta la misera vida que tiene, por esas desigualdades que fomentan los poderosos. Es muy visual y es entonces, cuando te estremece imaginarte a esos niños desnutridos.
Te deseo mucha suerte en e concurso. Te salió un buen trabajo.
Besos.
Gracias Nicolás por leerlo y por tus palabras, un placer.
Un abrazo
No esperaba menos.
Eres Paloma Hidalgo una gran escritora.
Besos.
Gracas por leerlo, y muchas más por comentar, claro que sí.
Besos
Muy duro Paloma y qué bien escrito!!!
Duele la tristeza que sopla en tu viento.
Besos desde el aire
Gracias Rosa. Me halagas.
Un beso también para ti
Lo empecé a leer y lo perdí entre otros. Ahora lo he sufrido entero. Se lee con vergüenza. Llamas a las cociencias personalizando lo intangible, para que ese viento nos descoloque de nuestros sillones seguros, con futuro.
Eres buena, eres rabiosamente sutil, Paloma.
Enhorabuena.
Un beso entristecido.
Gracias Petra por reencontrarte con mi viento del Sahel.
Un placer leer tu comentario.
Un abrazo agradecido.