JUN24. EN PRIMAVERA, de María del Mar García Rojo
Nunca me engaño, siempre lo supe. Se quedó más de lo que yo hubiera sospechado.
Cuando perdió el color dorado del sol y sus ojos miraban al suelo y no al horizonte, supe que no debería quedarse.
No era un hombre sedentario, era un peregrino terrestre, errante, aventurero. Necesitaba cambiar como el viento de lugar, saber de las gentes, conocer los mares, descubrir los paisajes, ver todos los cielos. Nos amábamos, pero su sitio no estaba aquí.
No me arrepiento, si hubiera sabido lo del niño, se habría sacrificado. Tal vez así, si alguno de sus recorridos le traía de nuevo, si al mirarle a los ojos los viera llenos de mundo, si yo me reflejara en ellos podría, a lo mejor, echar raíces a nuestro lado.
El camino fue imponiéndose a su figura. No dejé de mirar hasta que lo único que quedó fue la estrecha linea ondulante enmarcada en el verde intenso de la primavera.
Yrum
Es curioso, parece la narración de cómo un artista pinta un cuadro. Gana en la segunda lectura. Suerte.
Gracias, la verdad es que así lo vi en mi cabeza. Yrum, un beso
¡Qué bonito, Mar!. Precioso. Este tipo de hombres, todos necesitan: «Hacer su propio viaje a Itaca». Y no se enamoran de ninguna mujer que ha pasado por su vida. Todas ellas son accidentes del camino o piedras rocosas y bellas solo para el recuerdo. Y solo persiguen: ser libres. Solo eso, nada más.
Mar, una vez leí que una mujer, no recuerdo su nombre, fue amante de un hombre casado durante muchos años. El le decía que no podía dejar a su mujer. Y ella aguantó durante años ser la amante, la escondida. Bueno, pues resulta que se muere la mujer de este señor, por tanto ya está viudo y no hay ningún impedimento para casarse con ella… ¿Qué hizo? se casó con una mujer más joven que ella. O sea que ella vió que todas las promesas eran falsas, que había estado esperando a que ese hombre la tomara como esposa. A partir de esa desilusión tan grande que sufrió, se mentalizó que ella debía hacer lo mismo. No comprometer su corazón, no más allá de lo que duraba cada pasión nueva, es decir vivía el momento y si aquello se terminaba por ella o por él, pasaba página, se olvidaba totalmente de él. Aprendió a no sufrir por amor. Fue una mujer sumamente valorada en su tiempo, fue muy creativa, se dedicó a fomentar el arte, la literatura etc. Ella comprendió que no hay que hacerse más ilusiones de las debidas.
Parece frío su proceder… solo aprendió a ser práctica y no sufrir inutilmente.
¡Lástima que no recuerde el nombre! porque es un caso real, existió.
Un saludo, Mar.
La verdad es que hay hombres que no valen para tener pareja estable. Gracias por la historia si recuerdas el nombre me gustaría saberlo. Yrum, un beso
Tengo mala memoria para retener nombres. Lo leí en la revista Mujer-Hoy, que trae el periodico los sábados y hace bastante tiempo. Si te diriges a la revista por el correo que tienen y les hablas del asunto probablemente te lo consigan. Me gustó mucho leer su historia. Considero que fue una mujer que aprendió una gran lección en su vida, la vida le enseñó a ser práctica y feliz, una persona libre y que dejaba libre a los demás. Debió de ser una gran mujer.
Un saludo, Yrum (no había leído esto hasta hoy)
¡Ah! otra cosa, este señor era CATÓLICO y parece ser le decía a ella que no podía separarse entre otras cosas por ello, su religión no se lo permitía. Y ella le creyó y aceptó ser la segunda. Cuando muere la mujer… y despues de esperar bastantes años, coge el otro y elige a otra, eso sí más joven que ella, ésta se lleva el batacazo. Se dió cuenta que su espera había sido inutil, que él realmente no la quería. Y comenzó a pensar que la atracción entre una mujer y un hombre si se da, se da, pero cuando se termina, se termina. No hay que dar más vueltas. No vivirlo como un fracaso, vivirlo como una experiencia en tu vida, como una más y sin sufrir.
¡Qué gran cosa es el amor y de qué forma tan diferente pueden vivirlo unas personas u otras!
Un saludo, Mar.
Gracias por tu interés, ahora estoy muy ocupada con otras cosas, si tengo tiempo lo buscaré. Yrum, un beso
Lo importante en este caso más que el nombre, es la historia, sobre todo para las mujeres que tantas nos quedamos colgadas en una relación que no va a dar más de sí y sufrimos inutilmente. La necesidad de amor, la afectividad son cosas muy importantes en la vida de una mujer y desgraciadamente muchas personas no sabemo resolverlo bien en nuestras vidas y nos hace perder un tiempo precioso en otras cosas que tiene la vida, conocer muchas personas, ser eficaz en los trabajos que uno tenga, conseguir un cierto equilibrio interior, saber vivir sola bien o con los que te rodean, leer, estudiar, escuchar música, ver películas, soñar, escuchar, viajar…
Un beso
Un relato con sabor agridulce, que despliega su aroma desde la primera línea. La imagen final está muy conseguida, me gusta.
Saludos
Gracias, a mi también me gustó. Si te digo la verdad fue como empecé, luego me di cuenta que estaría mejor al final y creo que lo he logrado. Yrum, un beso.
Es doloroso darse cuenta de que hay personas que dejan una huella en tu vida, pero que un día te quitas la venda y ves que nunca iban a quedarse ahí. Muy maduro tu punto de vista sobre el tema.
Un abrazo.
Mejor dejarlos ir que vivir sufriendo. Yrum, un beso
Fijate que se me ocurre un refrán «Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro»
¿Pero como te vas a fiar de un hombre que es tu amante? 😛
Antonia
p.d. El relato muy poético. Felicidades.
Las que somos de la época de los sesenta, recuerdo que nos vendieron la liberación de la mujer en el terreno sexual como si fuera una conquista femenina y muchas, desgraciandamente, tardamos mucho tiempo en darnos cuenta que nuestra liberación estaba más en otras cosas, como en la formación, aprender a ser independientes, encontrar un trabajo, etc más que en los centímetros de piel que dejas que te vean.
En cuanto a los amantes… mejor que se queden con sus mujeres.
Gracias, y digo sí a ambos comentarios, yo también pasé por eso.
Este me ha gustado mucho, tiene textura y temperatura, y la historia transmite desde las primeras palabras.
Enhorabuena
Gracias
Muy poético y sugerente. Prosa poética para entramar el cuento. Echar raíces no es para todos y sujetar como sea..a quien amamos..nos cuesta a nosotros también la libertad.
Cuando amor se va..solo queda la delgada línea del horizonte prendida a una esperanza..esta vez colmada de primavera.
Saludos desde el sur.
Saludos desde el norte y gracias por tu comentario.
Las mujeres somos unas ignorantes, ilusas y románticas. Esperamos demasiado de la otra persona. Ellos no se dan igual, no aman igual ellos aman el momento y cuando se acaba la pasión cogen la maleta y se van. Lo que describes muy bien en tu relato.
Creo que generalizar es siempre peligroso. Los humanos somos iguales y distintos, seamos del género que seamos, y los afectos cada cual los vive o transforma según personalidad, circunstancias, compañías, etc.
Antonia
Creo que los hombres aman de otra forma porque hay algo biológico que lo marca desde el principio de nuestros comienzos. El hombre, es un macho y tiene que copular con muchas hembras. Y la mujer, elige el mejor macho para que la prole nazca sana y luego les proteja. Esto tan básico se traslada a otros terrenos más elevados en nuestra existencia.
Esto es una panorámica general porque también es cierto que algunos sienten como nosotras.
Prefiero pensar que las mujeres no somos ignorantes, ilusas y románticas… aunque lo seamos. Prefiero pensar que somos maravillosas y que sabemos amar muy bien y que ellos también a nosotras, lo que pasa que todos necesitamos durante muchos madurar mucho y aun así nos equivocamos.
Hablábamos de amor, no de sexo. Y respecto a lo de que elige al mejor macho, y ellos han de copular con muchas, creo que somos algo más que animales y que basta con mirar alrededor para comprobar que esas elecciones no son tan comunes. La evolución también es mental y algo hemos avanzado.
Y no me considero ignorante, ni ilusa, y creo que maravillosa es una palabra exagerada. Me conformaría con ser mujer, o sea , persona, en su mejor acepción,
¿quizás humana?.
Antonia
Antonia, no me has entendido nada de lo que pongo arriba. Si quieres te lo lees de nuevo.
Yo soy el «anónimo de las 12:49 y más bien estoy contestando a lo que ha escrito el anónimo anterior, el de las 10:09.
Sí, quizás, decir maravillosas es demasiado pero solo hay que seguir leyendo no quedarse parada solo en una palabra. Coge el conjunto de lo que digo. Aunque no te lo parezca yo no hablo de sexo, hablo que de que hay algo básico que explica que los hombres puedan ser menos proclives a emparejarse sobre todo cuando son muy jóvenes y el por qué las mujeres podemos buscar otro tipo de relaciones más estables.
Antonia, te considero más inteligente que lo que me acabas de contestar.
Antonia aquí hay muchos anónimos que interreaccionan unos con otros, no confundir.
Un saludo.
Y también quiero rectificar de mi texto algo mal escrito, lo correcto, es:… y todos necesitamos muchos AÑOS para madurar y aún así y todo a veces nos equivocamos.
A veces una le da a enviar sin corregir bien.
Un relato de prosa poética impecable.Tiene ese nudo central que justifica el inicio y nos encamina al final, que se sospecha..pero lejos de darle un desgarrado tono dramático..llena de lirismo cada palabra dejando así el ánimo del lector sereno. Muy buen escrito…este es de esos microrelatos que podrían ser algo más….Me gusta este estilo muchisimo. Enhorabuena
Seguro que sí podría ser algo más extenso, las imágenes en mi mente fueron muchas y los sentimientos contradictorios pero el resultado final es el mismo, no puedes atar el viento ni aplacar los huracanes por eso es mejor dejarlos que sigan su camino y recoger después los restos dejados para volver a empezar aunque sea de 0. Gracias Yrum, un beso
Gracias por tu consideración hacia mi inteligencia, pero sea esta la que sea, lo que he opinado al respecto lo sigo opinando. No somos tan distintos mujeres y hombres en sentimientos, compromisos, principios. He respondido, anónimo de las 12,49 y de las 17,21(jo) a tu observación acerca de las características de las mujeres. Y eso básico a lo que te refieres o referías era más o menos sexo para la continuación de la especie. Y sigo pensando que tenemos otras características muy propias de los humanos, adquiridas o innatas, pero nuestras.
No valoraré en ningún momento tu inteligencia.
Saludos.
Antonia
Antonia, he leído tus comentarios y de toda sinceridad parece cómo los hubiera escrito yo mismo.
Antonia, tú te cierras en tu bucle y yo en el mío. Tienes que coger lo que digo, todo entero en conjunto. Parto de la base que estamos hablando según el relato de ciertos hombres que no se comprometen, ¿es así, no?… pues yo lo que dije, es hay una base biológica de fondo que nos marca sin darnos cuenta, a los hombres de una forma y a las mujeres de otra. Luego otra cosa es que como tú misma dices, somos algo más que animales y no solo es el sexo, nuestras relaciones con las personas de otro sexo son más elevadas. Pero sigue habiendo en el sustrato lo biológico y ese manda mucho más de lo que pensamos.
Yo no menosprecio tu inteligencia, Antonia, creo que eres una persona muy capaz y muy comedida en tus opiniones y bastante neutral, por tanto me ha sorprendido tu respuesta.
Un saludo.
Bueno, con este bucle o rizo voy a acabar este tema por mi parte. El relato habla de un hombre en concreto, de una historia en particular, no de hombres, pero sigo pensando lo mismo.Ahora cuestionas mi respuesta. Bien, es la mía, creo que si era comedida o así me considerabas, no he respondido nada inconveniente para que varíes de opinión. Valoro que sea positiva. Yo no tengo ninguna opinión negativa sobre ti, tan sólo expreso lo que sobre el tema pienso.
Un saludo.
Antonia
Bien Soti, me alegro de la coincidencia. Un abrazo.
Antonia
Antonia, sí yo también prefiero que lo dejemos… Un saludo.
Muy bonito. Hace mucho tiempo que no leía algo que a la vez que triste, me gustaba. Una vez leí que te das cuenta de que tienes una relación con otra persona cuando te ves reflejada en sus ojos… qué lastima que la protagonista no se viera en ellos, pero ya se sabe, el que se va sin que le eches, vuelve sin que le llames.
me gusta seguirte, Muri 😉
un beso
Lucía
No conocía ese refrán pero le va que ni al pelo. Un beso Muri.
Un tema muy manido que has tratado con una prosa poética muy adecuada para hablar de sentimientos.
Me ha gustado mucho la manera en que has comenzado por es desenlace y a partir de ahí desarrollar el argumento. Sin embargo, me hubiese gustado que por una vez fuese la mujer quien tuvise esa necesidad de vivir y recorrer mundo. ¿Por qué tenemos que ser siempre, o casi siempre, las que contemplamos como nos abandonan?
No puedo darte una respuesta contundente, lo único que se es que va en nuestra naturaleza. Pero tienes razón aunque lo más probable es que en el caso contrario sea definida como una mala mujer. De momento es lo que tenemos, una lastima pero real. yrum, un beso