JUN44. EL VIENTO ME AYUDÓ, de Mª José García
Sobre una vieja señalización de madera he escrito tu nombre.
Observo como sale el sol. Siento como un rayo de esperanza me alcanza mientras el viento despeja los grises nubarrones que atormentan mis días y, poco a poco, se va disipando la espesa niebla que me envuelve. Noto que puedo caminar erguida, sin esconder mi rostro bajo las gafas de sol que eternamente me acompañan ocultando mis sufridos ojos encogidos por la eterna humedad que desprenden.
Percibo como mi pie da un paso titubeante y se adelanta despacio. Hago un gran esfuerzo y otro le sigue un poco más lejos y, aún con miedo, compruebo como cada vez se van haciendo más ligeros. Me sorprendo de conseguir caminar sola y me pongo mis zapatos de charol, aquellos que me compré antes de casarnos.
Ahora, el cambio del viento me impulsa a andar con la cabeza alta. Miro hacia delante y guardo en mi interior todo lo que necesito para volver a empezar, tan sólo una sonrisa y un paquete de esperanza. Porque sobre una vieja señalización de madera he escrito tu nombre con letras efímeras que ahora se desvanecen y ya no eres más que un recuerdo.
no se si queda muy claro de quién es el nombre de la señal, podría ser el del marido maltratatdor, podrías ser (lo m´s facil) de una tercera persona
Hola Irene.
Gracias por tu comentario.
El nombre de la señal es el de su marido, por eso cuando ella comienza a andar sóla por la vida se desvanece y pasa a ser un recuerdo.
Mari Jose
Me gustó el «paquete de esperanza». Es un micro muy personal por el tratamiento (digo personal, no autobiográfico) Suerte