JUN64. NUNCA MÁS, de Nicolas Jarque Alegre
Su relación estaba condenada al fracaso. Él no la trataba bien, siempre se reía de ella sin motivo aparente y disfrutaba menospreciándola, por las mañanas sobre todo, y al acostarse, sin proporcionarle una tregua, su único propósito era mofarse de las pintas con las que se enfilaba a la cama. Ella, tan susceptible, sucumbió a sus artimañas y empezó a evitarlo. Dejó de vestirse para él: abandonó sus alegres prendas floreadas que la distinguían como la hija de la primavera y se instaló en la oscuridad del invierno; rehuyó su desnudez y la escondió para sí, avergonzada por esos kilos de más que se adquieren por la buena vida y los efectos naturales del paso del tiempo. ¡Qué tonta con lo hermosa que tú eres!, le replicaba cuando se desahogaba y compartía conmigo su pesar. Y como la quiero tanto y sus lágrimas son mi cruz, decidí poner el punto final a su tormento. Me presenté ante él, me lo cargué al hombro y lo bajé a la calle para que el primer camión de recogidas de escombros hiciese mi trabajo. Desde entonces, no más espejos que se interpongan en nuestra felicidad.
Fantástico…me lo he bebido con avidez, y me ha saciado y dejado un sabor delicioso. Enhorabuena, Nicolás.
Hay relaciones que sólo tienen como solución ese final.
Suerte y un abrazo.
Estupendo Nicolás, cuántas mujeres esclavas del espejo y la báscula…
Has llevado el engaño muy bien. Mira que no saber apreciar la belleza de ella. Menos mal que alguien puso al trasto en su sitio. !Hala, a amargar a otr@.Muy fresco y tierno y optimista y gracioso.
Suerte y saludos.
Pues a ver si vienes a tirar el mío, Nicolás, que me trata también fatal. Me ha encantado el relato. ¡Qué bien llevado el engaño!! Muy bueno.
Pues a ver si vienes a tirar el mío, Nicolás, que me trata también fatal. Me ha encantado el relato. ¡Qué bien llevado el engaño!! Muy bueno.
Espejito, espejito a la calle te… paso de rimas. Me ha gustado mucho, y reconozco que ahora leo algunos relatos de forma diferente, al saber quien se esconde tras las palabras. Muy buena historia, optimista. De esas que te hacen pensar que muchas veces damos importancia a cosas que no la tienen. Un saludo.
Muy bien llevado el engaño hasta el final Nicolás, eres grande!
Dura imagen y justa la del escombro…y un tema muy tocado en este mes.. la imagen deformada con el paso del tiempo que devuelve el espejo y que daña, especialmente han sido imágenes de mujer, además aquí la pareja dando por saco.
Me encanta la frase:
rehuyó su desnudez y la escondió para sí.
Es dura pero impactante.
Me gusta, enhorabuena y suerte
Suele pasar con más frecuencia de la deseada, pero no debemos tener miedo al espejo y si aceptarnos tal cual somos. Sin embargo en muchas ocasiones se convierte en un odiado enemigo.
Me enternece mucho la idea de esos espejos desarraigados que acaban en escombreras, estercoleros, descampados. Cuanto juego han dado a los niños de pasadas generaciones.
Enhorabuena y un abrazo.
Muy buena esa personalización. Un «engaño» muy creativo para darnos de bruces contra el espejo final. ME GUSTA.
Un besoooo
El espejo nunca miente. Mucha suerte! Saludos
Nicolás, buena propuesta. Utilizas a ese narrador testigo para contarnos el drama de esta muchacha. Al final, cobra protagonismo y resuelve el conflicto. Me gusta el modo como trataste este espejo, que podría haber sido mucho más manido de haberlo hecho de otra forma.
Un abrazo, y suerte.
Me ha gustado mucho esa vuelta de tuerca final. La relación con el espejo se va volviendo complicada a medida que nos vamos envejeciendo. ¡Love is the answer! 🙂
¡Un abrazo y mucha suerte!
Jejejeje … Muy bueno! Y muy bien escrito!!!
Un saludo!
Muy bueno y me ha gustado. No digo más que los demás ya te lo han dicho todo.
Un abrazo.
Me encantó! Menos mal que él se dio cuenta del daño que le hacía y la salvó de una futura depresión tal vez…
Un final feliz cortando de raíz algo que los atormentaba.
Un beso Nico!
(Seremos muchas las que tiraremos el espejo jaja)
Creo que el peor espejo es uno mismo… siempre habrá un espejo que te recuerde el paso del tiempo y por supuesto no los podrás destrozar todos… je,je,je,je,je (aunque por esta vez se va a salvar). Ja,ja,ja,ja
Hola, Nicolás.
¡Cuanto daño hacen los espejos!, sobre todo a las más jóvenes.
Creo que hizo bien, ¡a la mierrrrr…! (como hubiera dicho F. Fernán Gómez.
Me encantó y como mensaje positivo, mucho más.
Besos y mucha suerte.
Nicolas, ligero y original en su final. Suerte y saludos
Me ha encantado el final, no me lo esperaba, has empleado un bonito lenguaje y es una preciosa historia. No conozco a ninguna mujer que no quiera adelgazar, que no se saque defectos, yo las digo que se miren por sectores, o que se miren lo justo, si somos todas muy monas, ja ja. Enhorabuena y suerte.
Raquel te presento a una que no quiere adelgazar si es que quiere ser vista, otra cosa es que quiera ejercer de fantasma 🙂
Es un relato precioso. Y lo verdaderamente triste es que hemos construido un mundo donde los espejos nos dan tanto miedo y nos causan tantas frustraciones. Me encantó, qué tierno, Nicolás.