JUN69. EL OTRO LADO, de Carmen Llombart
Un día desaparecieron. Todos los espejos se fundieron a negro y nunca volvimos a ver nuestros reflejos. Los buscamos en los cristales de los escaparates, en el agua del estanque, en las grandes pupilas de los niños… Pero desde aquel día, nada brilla, todo es mate. Y nosotros vagamos arrastrando la silenciosa ausencia de aquella gente idéntica —pero inversa— que tenía el corazón a la izquierda.
Interesante visión, me gusta Carmen.
Suerte
¡Muchas gracias! 🙂
Las últimas siete palabras son definitivas para convertirlo en el texto que es, y tranformarlo en el punto de vista opuesto.
Canasta de tres en el último segundo.
Un saludo.
Gracias, Miguel Ángel. Qué será de nuestros reflejos cuando desaparezcamos… Si no lo hemos hecho ya… 😉
Un abrazo.
Muy interesante. Sería penosísimo pero quizás aprenderíamos a reflejarnos en los ojos de los que nos rodean que, por supuesto, deduzco son los que más nos quieren, jajajaja… porque según lo estaba escribiendo veía a mis compañeros de carrera y ¡xD! que se me quitan las ganas de verme en sus ojos.
Felicidades y un saludo, juesa…
Apocalíptico micro, tiene el gran mérito de empezar por el título y acabar con la frase perfecta.
Un abrazo.
Uno de los que tenía señalados Carmen, felicidades.
Un abrazo.
ya me gustó en su momento y ahora vas mencionada, me parece justo. es un micro muy bien medido, con el amargor del existencialismo y la búsqueda.
Felicidades
Felicidades, merecido el premio.
Abrazos.