JUN72. DRAGONES, HADAS Y GENIOS, de Amparo Martínez Alonso
—Abuelita… ¡Cuéntame por qué las hadas, los genios y los dragones vivieron juntos!
—Cuando comas.
—¡No me gusta la carne!
—Pues nunca serás grande y fuerte como tu abuelo.
—¡Vale!
—Luego, las otras tres…
—A que había muchos dragones, abuelita. Y a que el viento era malo.
—Sí, había muchos dragones en el valle. Las hadas vivían más arriba: en la nieve azulada, rozando las nubes. El viento las separaba de los genios. Solo se juntaban cuando él no soplaba; entonces celebraban grandes fiestas,… a las que no invitaban a los dragones.
—Porque eran muy grandes y les molestaban.
—Pero un día todo cambió como el viento. Aullando, desordenó la nieve, desmadejó los cirros y los cúmulos en que vivían los genios. ¡Huracanado, alborotó todo a su antojo! Solo los grandes dragones resistieron su enfado… Las hadas y los genios bajaron al valle en busca de ayuda.
—Y el abuelo cogió al viento por la cola y lo lanzó muy lejos. Por eso tengo alas, ¿verdad abuela?
—…Porque las hadas nos regalaron alas y los genios, el fuego.
—Cuando sea mayor lanzaré llamas como el abuelo.
—Antes tienes que comerte las tres vacas.
—No me gusta la carne.
—¡Grrrrrr…!
—Vale.
¡Cuánto tiempo hacía que un escrito no me sacaba una sonrsa tras otra, cuánto!!!
¡Enhorabuena, bien escrito, buen argumento, qué original y creo que no hace falta desearte buena suerte, te has ganado un premio, seguro!!!
Yo te entrego las GRACIAS entre sonrisas…
Lines
¡Jo! ¡Qué alegría me das! Muchas gracias, Lines.
Acabo de mirar por si ya se había colgado el relato… Y me encuentro un comentario: tu comentario tan gratificante. Me has alegrado el día, que lo tenía un poco plof.
«Al mal tiempo, buena cara».
Un abrazo.
Amparo… es una pasada, precioso, precioso. PREMIO. Saludos.
¡Alá! Qué rápidos sois. También exagerados… Pero me encanta. Aunque ya no reciba más comentarios, gracias. Me habéis animado con vuestras palabras.
Un abrazo, Anónimo
Amparo, es verdad como te dice Marta… yo también a cada linea que leía seguía con curiosidad la siguiente respuesta y poco a poco iba creciendo mi interés y ya cuando aparece que es el dragoncito pequeñito con sus alitas y su pequeño fuego, amén de tener que comerse las tres vacas… se te queda la sonrisa prendada en la boca un buen rato.
Yo también, creo que he dormido hoy mejor, he estado en ese mundo tan bonito que has creado. Un beso y que pases un buen día.
Gracias Anónimo. Casi no te leo, y me hubiera perdido un comentario precioso.
He soñado con dragones y hadas, y gente encantadora que me hablaba con una sonrisa entre comentario y comentario…
Un besooo
Me ha encantado tu cuento, perfecto para una noche en la que estoy algo soñadora.
Suerte
Gracias, Inés. Yo trato de animarme así, por eso he escrito hoy lo de los dragones, para sentirme protegida. Las hadas y los genios endulzaban el cuento, como los que leíamos de pequeñas: todo tenía que terminar bien,… o diferente. Y así lo he hecho: ¡un final distinto!
Un abrazo.
Con mucha ternura e inocencia el personaje y el diálogo. La historia muy original y con sorpresa total al final y sobre todo con toda la magia de los cuentos.
Que tus días sigan siendo alegres, como tu escrito.
Felicidades.
Antonia
Amparo no puedes estar plof, porque me encantaría que me contaras un cuento para dormirme.
Un beso
Hola, Alejandro!!! Se me está pasando, me habéis ayudado a olvidarlo.
Claro que te contaría un cuento si supiera que lo necesitas para dormir…
Un beso de hada con estrellitas de purpurina: buenas nochesss.
La voz infantil, aunque sea la de un dragón, me imagino que poseerá la ternura, inocencia y ganas de emular a sus adultos como la de cualquier otro cachorro. He tratado de transmitir esa cercanía, ese ansia de conocer, de rebelarse, pero sobre todo de aceptar la voz de la experiencia…
Un abrazo, Antonia.
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Así me gusta, buen chico… a soñar con dragones buenos… Buenas nochesss
Muy simpático, divertido y «natural» este diálogo entre la abuelita dragon y su nieto. ¡Felicidades!
Gracias, Nicoleta.
Me alegra saber que te ha resultado natural o creíble el diálogo entre dragones…
Un beso.
Felicidades, ¿Petra? ¿Amparo?
Seas quien seas (hada, brujilla o lamia, como decimos por mi tierra) has sabido transmitir una historia cotidiana con seres poco habituales, acercándonos la magia y sorprendiéndonos a cada retazo de conversación.
Enhorabuena!!!
Saludos
Marta
Pues sí… Mi nombre es Amparo, solo que utilicé lo de Petra Acero en el blog y… ya me resulta algo mío.
Marta, me conmueven tus palabras.
Muchísimas gracias, porque aunque sean inmerecidas, son «incentivadoras» a tope.
Un beso.
Amparo
Como no, no podia ser nadie más que tu la que escribiera este tierno cuento, con los ingredientes perfectos: abuelitas, pequeñajas, dragones y hadas. Un final que te hace sonreir, si lo has escrito estando plof, dime tu , cuando no lo estes. Un abrazote muy grande Petra, ya sabes tu cuanto me gustan las historias en las que aparecen esos enanos bajitos, que se llaman niños( sean dragones o humanos) Enhorabuena.
¡Begoña! Cuánto me alegra ver tu carita.
A mí también me seduce la voz infantil. Me parece tan rica, tan profunda, tan verdadera. aunque sea la de un dragoncito, como dices tú.
Gracias, muchas gracias por tu comentario.
No estoy en mis mejores momentos, pero cuando hay cosas que no dependen de ti, te preocupas y no adelantas nada más…
Bueno, un beso muy grande y …una sonrisa.
Muy buen relato Petra.
Que preocupación para su madre que la dragoncita haya salido vegetariana…
El final del cuento es tan original como sorprendente, hasta que llego el último parrafo me imaginé a la protagonista como la niña de un castillo medieval.
Enhorabuena, un saludo
Gracias José Ángel. Me alegra saber que se ven dos reflejos distintos de los personajes: humanos al empezar el cuento y dragones al terminar… No sabía si lo conseguiría transmitir.
Un besooo
Me ha alegrado verte por aquí.
Vaya, qué cuento más bonito has escrito, Petra. Me ha encantado. Ha sido un placer leerte.
Besos.
Gracias Sara. Necesitaba alegrarme un poco…
Besooo
¡¡Jolines, cómo me has engañado!! he visto a una dulce abuelita dando de comer a un lindo enano de dos o tres añitos, flaco y de ojos enormes,y luegoooo…,luego resulta que es un dragoncito con alas y dotada de fuego ¡que no quiere comerse las tres vaquitas que su abuela, dulce ella, la obliga a comer!
muy bueno, y sobre todo muy original.
un beso enorme!!
Cuánto me alegro, porque no es fácil «engañarte»:)
Muy bien. Esa era mi intención: que pareciera un niño flacucho que no come porque no le gusta la carne…
Un besazooo, Ángela.
me he hecho un lío, no sé si es dragoncito o dragoncita.
Yo había pensado en dragoncito, por eso quiere emular a su gran abuelo,… pero puede ser lo que tú quieras. ¡Faltaría más!
Seguro que es niña 🙂
Antonia
Seguro que los dragoncitos puede elegir el sexo que quieran ser de mayores…:) Claro que sí, Antonia.
Es un cuento precioso, transita en la frágil línea que separa la realidad de la ficción de forma impecable. Los dragones siempre me han caído bien, pero desde ahora todavía mejor! Felicidades por la idea.
Saludos
Gracias, Paloma, por comentar en ambos blogs.
Los dragones siempre me han parecido unos personajes muy especiales… Y no me daban miedo. No sé por qué, pero nunca me han parecido terribles, sino como dibujos animados.
Un abrazo.
Sabía que me iba a gustar.
Es que es genial.
Aunque he de reconocer que si escribieras las Páginas Amarillas también te aplaudiría.
😛
Besos.
Ja ja ja y 🙂
Un beso y un abrazo.
Precioso cuento Petra…si te digo la verdad ¿quieres que te la diga? ¡me ha encantado!, pero desconoces el por qué. ¿Te explico?,…bien. A parte de que lo has creado precioso, he de decirte que Alfaguara publicó una serie de libros para niños de seis años que se titulaban «Donde viven las hadas», …los dragones», los genios ….bueno, el caso es que me ha parecido que rememoraba aquellos momentos cuando se los leía a un pequeñajo que conozco. Y ha sido maravilloso.
Gracias Petra por este cuento. Soy una chiflada de los cuentos de niños, de adultos, de ancianos ….BESOS.
Hola, Laura!!
Al principio, mientras lo escribía no sabía qué iba a pasar, casi nunca lo sé, entonces, y cuanto el dragoncito/a dijo que los dragones eran grandes y molestaban, me empezó a dar pena de ellos… y pensé que tenían que ser los héroes del cuento, por encima de las hadas y los genios… Confidencia por confidencia. Y ¿quién es ese pequeñajo con tanta suerte?
Un besooo grande.
¡Un micro fantástico, mi querida Petra, en el sentido más amplio del término!
Construído exclusivamente en diálogo no acotado, amalgamas con tanta maestría las voces que consigues que la respiración narrativa de la pieza se sostenga de principio a fin, en el tono ajustado a la sensibiliad de la historia.
Por lo demás, el fondo de la historia nos evoca -irremediablemente- nuestra infancia y aquellos deseos de ser caballeros, princesas, dragones, hadas o brujos.
¡Mi enhorabuena por esta joya!
Me encantó mi infancia… La verdad es que se sigo sintiendo como una niña delante de los dibujos animados. Y así me imaginé a esta pareja de dragones. Por eso cuando la abuela gruñe para terminar la conversación, la veo poniéndole cara seria para que su nietecito/a empiece a comer con ese «vale»; entonces ella se gira, mira a pantalla por encima de sus pequeñas gafas redondas y sonríe… (FIN DE LA ESCENA)
después de tantos comentarios me es difícil encontrar algo nuevo…
así que por mas honradez juntaré los comentarios que mas traducen mi parecer…
-de anónimo Antonia: «historia muy original y con sorpresa total al final y sobre todo con toda la magia de los cuentos».
-de anónimo:»cuando aparece que es el dragoncito pequeñito con sus alitas y su pequeño fuego, amén de tener que comerse las tres vacas… se te queda la sonrisa prendada en la boca un buen rato.»
así que de begoña, jose angel y pedro…
– y angelines que «borda» el comentario que me habría gustado hacer si lo había leído antes:
«¡¡Jolines, cómo me has engañado!! he visto a una dulce abuelita dando de comer a un lindo enano de dos o tres añitos, flaco y de ojos enormes,y luegoooo…,luego resulta que es un dragoncito con alas y dotada de fuego ¡que no quiere comerse las tres vaquitas que su abuela, dulce ella, la obliga a comer!
muy bueno, y sobre todo muy original.»
sueño en ser una abuela «digna» y eficaz como la dragona esta…
Gracis, gracias, gracias por la reunión de los tres comentarios, Kistila. la relación abuelos-nietos es tan especial. Vemos a nuestros padres que se transforman con nuestros hijos: «descienden» a su altura con una facilidad que tú no recordabas que lo hubieran hecho contigo; se parecen al recuerdo que guardas de tus abuelos… Es mágico, es de cuento. Es una suerte tener abuelos.
Seguro que tu sueño será una bonita realidad.
Un beso, Kistila.
Me satisfizo y enterneció el diálogo del niño con su anciana abuelita (juraba que eso eran) luego a punto de terminar la obra, descubres el verdadero rostro de los protagonistas. No lo vi venir, me sorprendiste. Te quedó de maravilla. Todo tu cuento es un dulce de leche con chocolate al centro.
Hoy ya no estoy seguro si acaso existen los dragones o si las hadas habitan de verdad, pero de los genios si doy fe. Genio eres tú, porque genial es la imaginación que le imprimes a tu pluma.
¡Saludos!
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Juan Carlos, sin palabras, me has dejado sin saber qué contestarte. Es muy halagador leer vuestros comentarios. Me hacéis saber que he conseguido lo que quería: presentar cuatro personajes en lugar de dos.
Pero sobre todo os agradezco que hayáis leído el cuento, porque sin vuestra lectura solo serían letras…
Qué cosas tan bonitas dices… Animan a seguir en nuestro empeño de crear vidas.
Un beso, Juan Carlos. Gracias por todo.
CON LA SONRISA DE OREJA A OREJA
UN ABRAZO
Cómo me alegra dibujar sonrisas,… y si es la tuya aún me resulta más tierna y merecida.
Muchas gracias por acercarte hasta aquí, Apicultora.
Un beso muy grande, como me imagino que los dará la abuela dragona.
Qué lindo te quedó, Petra. Es una preciosidad de cuento!!, me lo he ido releyendo todo el tiempo porque no quería llegar al final. Y cuando he llegado, aún me ha gustado más todo lo que he leído. Qué bueno, Petra, qué bueno.
Un abrazo.
Miguelángel, me alegra y te agradezco enórmemente tu comentario. Creo que necesitamos de vez en cuando algún «cuento» en nuestros ajetreados días, y si nos sorprenden gratamente, mejor que mejor.
Un abrazo grande, como de dragón.
Enhorabuena Petra, es un cuento que te atrapa desde el principio, sobre todo porque a casi todos nos contaba cuentos nuestra abuela. El diálogo fluye delicadamente, y vemos perfectamente a ese niño pendiente de la historia. Hasta que la realidad se traslada al género fantástico y ese «antes tienes que comerte las tres vacas» nos cuelga una sonrisa en la cara que tarda todo el día en desaparecer. Precioso, la tradición oral de los cuentos nunca debería perderse. Suerte. Un beso.
Mar, es muy gratificante leer comentarios como el tuyo. Al escribir deseamos una reacción por parte del lector. Yo traté de «jugar» con sensibilidades paralelas. Dibujando unos personajes que se transformaran ante los ojos del espectador, sorprendiéndolos, pillándolos por sorpresa; confiados como estaban en que observaban una escena cotidiana, real, no fantástica. Al descubrirlo, la concepción de los personajes cambian para el lector y el relato se reconstruye.
Bueno, menudo rollo para decirte que me alegra que lo hayas vivido justamente así.
Un beso, Mar, y gracias por tus palabras.
Precioso cuento, Petra. Me gusta mucho porque mantiene ese tono infantil que te sumerje en los cuentos de antes. Me has gustado imaginar ese dragocito conversando con su abuela. Gracias.
Besitos
Gracias, Ely. Me alegra que te haya gustado este ambiente entre dragones…
Un besooo
Amparo, que maravilla de cuento, precioso, es para leerlo una y otra vez, enhorabuena, Sotirios.
Me alegra que te haya gustado. Es gratificante saberlo. Muchas gracias, Sotirios.
Un abrazo.
Que bien retratada la cotidianidad de la magia. Has escrito un cuento precioso.
Mucha suerte.
Un abrazo,
Muchas gracias, Esperanza. Y qué bonita tu expresión: «cotidianidad mágica».
Un besooo grandeee
¡Qué cuento más bonito! Te cuento lo que me ha pasado: Estaba leyendo un cuento precioso cuando el viento me envolvió y me volteó, al volver a mi sitio los personajes habían cambiado pero eran igual de tiernos. Genial el detalle de las tres vacas.
Me encantan los cuentos y este tuyo es una maravilla.
Me encanta lo que me has contado porque me sucede como a ti, Nieves, me gustan los cuentos… y tu comentario es de cuento.
Un besitooo
Solo decirle que me ha hecho ver la escena y a mi sobrina con alas. Es usted una verdadera (o mentirosa), auténtica cuentista y además emplea la herramienta del diálogo con frescura, la sencillez necesaria y una total credibilidad. Vamos!, que transmite.
Enhorabuena, Señora cortoCuentista.
Mariscal, muchas gracias. He tenido buenos profesores en mi familia. No trato de parecerme a ellos, solo escribo recordándoles. Los tres hombres más «mentirosos» que he conocido desde pequeña.
Un saludo, don Melanio.
Que bien. Como dominas el diálogo, haces avanzar la trama mediante ellos, sin acotaciones de ningún narrador, sin exposiciones forzadas. Y que sorpresa final, pues a pesar del título explicativo nunca sospeche que quienes hablaban fueran dragones. Me gusta el tono que consigues en las voces, ese hablar a voces de la niña (al inicio, pero que queda en la mente del lector) frente al pausado de la abuela. Venga, nos leemos.
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Ximens, un honor viniendo de ti.
Me alegran tanto tus palabras… Me alegra que te «sorprendieran los dragones». Pues esa era mi intención: que la mente del lector dibujara humanos, para que el viento los transformara en dragones. Eso cambiaba con el viento: ¡la perspectiva del lector!
Un abrazo y gracias
Enhorabuena, Petra.
la verdad es que he pasado unas semanas que ni tiempo he tenido para visitar, pero leí tu micro y me parece un digno ganador.
felicidades.
Un abrazo.
Gracias Fernando.
Siempre agradecida y encantada de ver tu «foto».
Un beso.
Acabo de darme cuenta de que eres tú AMPARO!!!!! Menudo trío me ha tocado de compañía!!!
Felicidades, Petra!!
Ya te dije que me había gustado muchísimo tu cuento!
Me alegro de estar contigo ahí.
Abrazos, abrazos.
Ja,Ja,ja,…
Rodeado de chicas!!
Felicidades a tí. Ese viento tuyo, que se llevaba todo, solo podía traer cosas buenasss.
Un besazooo
Petra, me había despistado pues no asocié el nombre de Amparo a tu sobrenombre y ahora ya lo descubro.
¡Enhorabuena por tu condición de finalista! Te lo mereces por este maravilloso relato dialogado de dragones, genios y hadas.
Es muy tierno y apropiado para estos vientos de junio.
Disfruta y continúa escribiendo de esta manera.
Un beso fuerte.
Nicolas, muchas gracias por tus palabras.
Me alegro de que me hayas descubierto.
Un beso grande.
¡Lo supe nada más leerlo; la sonrisa es lo que vale, la imaginación, y sobre todo, los diálogos! ¡Enhorabuena por este relato y por todos los que he leído en tu blog!
Lines
Lines, el tuyo fue el ptimer comentario, y recuerdo que me alegró la noche, pues estaba un poco plof, ese día…
Así que de nuevo MUCHAS GRACIAS por tu apoyo.
Un beso muy grande.
Ah! y encantada de que me visites, Lines. Puedes entrar cuando desees.
Precioso! Un maravilloso descubrimiento esa infinita ternura que atesoran los dragones…
Sí, los dragones tienen pinta de bonachones,… sobre todo si no les gusta la carne!!!
Muchas gracias.
Un abrazo grande, como de dragón.
Que bonito cuento Amparo, no te lo había leido antes y la verdad es que cada cosa que decubor tuya me sorprende más, por supuesto que para bien. Felicidades por la selección.
Besitos
Amiga, acabo de leer esta preciosidad que nos haz regalado, encima veo que has sido seleccionada. ¡Enhorabuena!, ¡Que orgullo!. Esto hace que mi participación en Todo o Nada sea más importante, estoy al lado de escritores premiados ¡Vaya!
Amiga me hace muy feliz enterarme de tus logros, Gracias por darme un lugar a tu lado.
Un abrazo.
Dragonianamente encantador.
María Rojas