JUN76. IMÁGENES DE LA REALIDAD, de Miguelángel Perez
Braulio es un hombre sin orgullo. Siempre cumple con su obligación, con lo que le piden, con lo que falta, con lo que nadie quiere. Se conforma con las buenas palabras y, sólo al final del día, se mira al espejo, agotado, y se siente un pusilánime. En eso estaba hoy cuando su reflejo ha sacado la mano a esta realidad, y le ha cruzado la cara con un restallante bofetón. ¡Espabila imbécil! -le ha espetado- Los espejos nunca mienten, y estoy hasta los huevos de que aquí detrás todos se rían de mi.
Firmé como Pegarz 🙂
Genial, sencilla y llanamente genial. ¿A quién no le ha pasado eso alguna vez? A veces tu mirada ante el espejo te humilla más que el peor insulto ajeno. Y tú lo has plasmado de la manera más divertida. Un placer haberte leído, Miguelángel.
Genial viene de genio, algo completamente fuera de mi órbita. Pero agradezco enormemente tus palabras.
Me parece que hay que tratar de ser originales, así que muchas gracias por tus comentarios.
Yo si creo que aveces podemos ser nuestro peor enemigo, y dar importancia de más a lo que nos digan, pero bueno, no es ese el objeto de debate, aunque yo pueda hablar de ello por propia experiencia.