10. Kumari
Yo quería ser antropóloga, como mamá. Ella me contaba curiosas historias.
« En Nepal, eligen una niña perfecta, que nunca haya sangrado. Son las Kumari, reencarnaciones de Taleju. Viven prácticamente cautivas, protegen la ciudad. La primera menstruación hace huir a diosa del cuerpo que ha perdido su pureza».
Después mamá , entre risas, me informó de mi futura metamorfosis femenina. Fue una charla muy instructiva.
Una noche, en el baño, comprendí que ya era adulta. Corrí a decírselo a mi madre y… la encontré muerta. La hematofobia estableció una absurda relación entre mi menarquía y su infarto. Siempre intento huir del maldito líquido rojo. Incluso,durante la regla, he aprendido a realizar mis hábitos higiénicos con los ojos cerrados. No he conseguido superar mi fobia, en ocasiones, he llegado al desmayo.
Las terapias me han ayudado a gestionar mi trastorno. Soy una persona socialmente integrada. Estudié química y comencé a trabajar de profesora. Tras una tutoría, con un padre muy atractivo, surgió mi gran oportunidad profesional: lucrativa e ilegal. Soy metódica y eficaz en mi trabajo. Sin heridas, todas las víctimas mueren envenenadas. En mis sueños, soy una Kumari que bendice sus cadáveres.
La fobia a la sangre que, por supuesto tiene un nombre, hematofobia o hemofobia, es una reacción lógica en esta mujer, que asoció el fluido con la muerte de su madre. Ha logrado, con el tiempo, combinar las enseñanzas maternas sobre las kumari, con evitar la sangre. Lo de los envenenamientos ya es otra cuestión, que va más allá del detalle.
Un saludo y suerte, Victoria
Gracias. Ángel.
Claro, si padece hematofobia no puede ser una sanguinaria asesina, tan solo una envenenadora. Desde luego, se ensucia menos.
Un abrazo y suerte.
Sí, cada uno se adapta al trabajo como puede.
Gracias, Rosalía.
Un sorpresivo giro inesperado el final de tu relato. Nunca hubiera imaginado siguiendo su trayectoria que tu protagonista que de repente se convirtiera en una asesina , sin derramamiento de sangre claro .
Un saludo
Gracias, Gema. Las fobias no son exclusivas de personas especialmente sensibles. Es la idea que quería transmitir en mi relato.
Tu prota no supera su fobia, pero se adapta y lo sobrelleva, busca otra opción, el veneno.
Al final, de alguna fobia no se libra nadie…
Muy bueno, Mª Victoria.
¡Abrazo!
Gracias, Aurora. Vivir es adaptarse.