36. * L u c i * U b e r t ö s s *
«Pinca» me llamo.
«Elos» era mi hermano.
Murió una noche de Miércoles de Ceniza.
Buscábamos a pie el preventorio olvidado Peam Trócar. De iluminar tanto bosque enfermizo, la luna presumía con faz mórbida. Elos parecía escuchar unas coordenadas sugeridas a su maníaco cerebro. Se desató una tempestad aniquiladora, convulsiva, blanca y vieja como el mundo -¡No me perdonaré que esa contracción, palor y antigüedad esenciales debieron advertirme!-y a merced de su refucilo se materializó el ilocalizable sanatorio de anatema
¡Qué majestuoso internado de siglos!Ufanos, instalamos espectroscopios en crujías y pabellones . No detectaron ninguna fluctuación, salvo en la capilla. Del abismo sacrosanto, apareció una dama de sanidad preciosa y alba-la enfermera de toda la vida señalando silencio en los veteranos hospitales-Un vesivilo así enamora; en su cofia dos palabras bordadas en carmesí.
Mi hermano quedó prendado sin reflejos cuando Ella saboreó sus labios. Celoso hasta en el averno, esperé catatónico..iba a ofrendarme el ósculo, volví a ver su cabeza..y leí un nombre. Salté atrás porque Elos, sentenciado inexorablemente, se desangraba por boca y nariz en un reclinatorio. Quieto para siempre.
Y en verdad que desde La Honesta Tormenta, al Bellísimo Fantasma, revelaron quien era Ella.
Vaya historia de espectros más enriquecedora. Siéntense niños y saquen sus cuadernos que hoy el maestro Juan nos va a dar una lección de léxico fantasmal. Y vosotros, los vesivilos también estad atentos, que no se os vea sin refucilos no significa que podáis vaguear a vuestras anchas. Y todos a intentar destapar al verdadero fantasma de la historia, ¿es Ella, es la preciosa enfermera, es el narrador? El que me encuentre el significado del título le pongo un diez.
Sin palabras, a los maestros, mejor reverencias. Venga que rule otra copa de absenta.
Juan, esta historia dentro de otra historia, creo, da y recibe giros en las direcciones de este rocambolesco mundo fantasmal. Suerte y saludos
Me gustan las historias de fantasmas, aunque he tenido que buscar «vesivilos» en el diccionario y, no término de saber quién es ella!!!
Juan Pérez, tus relatos son únicos, diferentes por el léxico que usas, las historias que cuentas y la manera en que las cuentas.
Felicidades, has conseguido atrapar mi atención y despertar mi curiosidad.
Abrazos.
No se si se trata de un lenguaje muy cuidado, o muy descuidado. Yo por lo menos voy a necesitar de tiempo para saber el significado de todos los términos. De momento lo veo muy interesante.
Saludos.
Eres una gran montaña y cuando se escala por ella, se llega a un cielo lleno de sorpresas. Qué enriquecedor vocabulario, Juan, es un placer haber paseado por tu historia y conocer a Luci.
Un fuerte abrazo y no hace falta decirte que mucha suerte!.
A ver si acierto:
*Título del relato (Nombre de la bella vesivilo): Tuberculosis
*Ambientación del relato: Hospital de tuberculosos de Sierra Espuña, actualmente abandonado.
*Significado de los nombres de los dos hermanos: Ni idea…
Saludos, amigo Juan, y enhorabuena por tu enigmático relato. Una vez más, nos tienes a todos en vilo.
A la espera de la respuesta de Juan, admiro tu intuición.
Juan, has sabido dotar a tu relato de una atmósfera de asfixiante intriga, disparando mi imaginación hacia los cuatro puntos cardinales. De vuelta y apesadumbrado tiro la toalla, y espero con impaciencia que des por finalizado tu voto de silencio. Aunque, por lo que acabo de ver, creo que el amigo Fernando ha dado con la clave del misterio. Me ha gustado mucho. Abrazos y suerte.
Tanto el relato como los comentarios no tienen desperdicio. La historia es buenísima y la intriga que ha levantado también. Menos mal que yo he llegado a ella con un camino muy bien sembrado.
Gracias por las palabras vesivilo y refucilo. Ya no se me olvidan.
He sido incapaz de llegar tan lejos como mis compañeros en la interpretación, pero llego a toro pasado y una vez desvelado el misterio, me parece un brillante apuesta para este mes. Mucha suerte.
Hola de nuevo Juan: no era yo consciente de que nos hubiéramos presentado antes de este relato. Llevo algo más de medio año de cuentacuentos en este magnífico lugar y poco a poco voy ampliando mi selección de escritores. A no ser que fuera yo de fantasma, cosa que no sería rara en este mundo de imaginación, creo que confundes mi nombre con otro que se escribe igual.
A partir de ahora formo parte de los seguidores de Juan Pérez.
Juan, hospitales antituberculosos, lazaretos, asilos, orfanatos abandonados, cuantas historias se oyen por la noche por los pasillos.
En el hospital militar antiguo de Las Palmas de Gran Canaria, cuando deambulaba por la noche para atender alguna urgencia, el ruido de los pasos, las sombras, hacía que al llegar a mi cama me tapara hasta las orejas.
Como siempre, una delicia leerte.
Un abrazo y pronto llegará l’heure verte y junto a Lorenzo brindaremos
Juan, no voy a preguntarte en que lado estabas en psiquiatría en Granada, ja ja ja, porque no viene al caso. ¿Eres aspirino o lo fuiste?. Si es así aquí tienes a uno.
Un abrazo
Es bueno saber, Juan, en la guerra, con quien te juegas los cuartos, en que momento echar mi cuarto a espadas o sino pasar por debajo de las horcas caudinas.
Saludo, Clap.
Juan, no sé si podré aportar algo nuevo a lo ya dicho, sólo que tu texto sorprende y mucho con ese lenguaje tan trabajado, no se escribe así en un ratito, se ve que amas lo que haces y le dedicas tiempo y alma. El tuyo es un texto para muchas lecturas y en cada una de ellas es factible encontrar algo nuevo. Se le puede llamar relato corto, en cuanto a la extensión debida, pero desde luego es el germen de muchas historias, un diamante en bruto y a la vez desarrollado. El hilo conductor no puede ser más original. Sólo me quedo con ganas de saber si me gustaría o no recibir también un ósculo de esas características.
Enhorabuena y un saludo.
Maese Perez. Estoy pillada. Del todo. Tengo que releer y releer porque esto es que me desborda. No solo el relato que ya tiene miga, ya, sino la escritura jeroglífica que utilizas para contarla. Sin duda eres EL MAESE. Qué tío. Y ahí arriba, los colegas entecianos (destaco, sin intención de minusvalorar a ningún otro, a Fernando) me dejan también para ir al oculista, a ver si consigue que vuelva a cerrar los ojos.
I N C R E I B L E!!
ABRAZO, ahí a lo bruto, en mayúsculas.
Pues asaz extraño, si, puesto que no veo esa respuesta por ningún sitio. Por ventura ¿no soñaras conmigo?…
Querido juan, llegó complacida a tu montaña mágica, envuelta en suave mortaja de algodón blanco.
Un arrope muy fuerte.
Hola Juan.
Acabo de dar un repaso y te descubro.
No me perdono el no haberte leído antes. Debí sospechar -por el título que eras tú- Por otra parte me alegro porque he leído también los comentarios que no tienen desperdicio, y me han ayudado a entender. Yo en estas lides soy una profana.
Te diré que me gusta, porque todo lo esotérico, misterioso, y relacionado con apariciones, me encanta.
Y tu rico vocabulario, me descubre palabras que no conocía como REFUCILO, sustantivo procedente del latín focile, «de fuego», aunque sigo prefiriendo relámpago.
Abrazos con mascarilla.