29. La abuela
El impacto me arrojó al piso.
No podía entender que pasaba, abrí mis ojos, el ambiente me era desconocido, mi ropa era de otra época, oí gritos, gente presurosa, desde algún lugar llegaba música de orquesta.
Me vestí como pude, la luz titilaba, a pesar de sentirme atontado traté de apurarme. La imagen en el espejo era extraña, me recordaba a una fotografía sepia que mi abuela había guardado por años, desde aquella época que soñaba con partir a una nueva vida en América, él partió primero luego lo haría ella. Pero sólo recuerda el barco perdiéndose a lo lejos tras la cortina de lágrimas.
Noté que el piso perdía su nivel y el agua filtraba por debajo de la puerta. Al abrirla alcance a ver el 115 grabado en la misma, el torrente me arrojo contra la pared; Perdí el sentido. Al despertar en mi habitación, estaba en el piso con un golpe en la cabeza y desde un cuadro la abuela con una sonrisa me miraba con cariño.
me parece que hubo una reencarnación. Me gustó.
Gracias Carmen.
Un abrazo.
Gracias amiga, lo escribí y lo subí directamente, no presté atención.
Un abrazo.
Alberto
Sin duda la abuela le contó muchas veces la triste historia, que ha terminado por soñarse en el barco. En fin, Alberto, suerte.
No sabría decirte amigo, pero suena a viaje al pasado, así me sentí yo.
Agradezco tus palabras maestro. Te dejo un gran abrazo.
Hola, Moli.
Me parece que la abuela quiso que el nieto tuviera una experiencia paranormal. O quizá, quiso hacerle vivir los últimos momentos de vida del abuelo.
Da igual, me gusta.
Abrazos y suerte.
Hola Towanda, que historia rara me ha salido, si en realidad hubiera querido darle ese tono no lo hubiera logrado, hasta a mi me resulta extraña. Debo de estar aprendiendo…
Te dejo un gran abrazo y gracias por tu tiempo.
Hola, Moli.
Me ha gustado esa «maniobra» de la abuela. Me ha gustado la vieja historia vivida en primera persona. Me ha gustado cómo la has plasmado.
Un abrazoooo grande.
Querida amiga, muchas gracias por tu comentario, revivir un relato de la abuela suena aterrador, pero quien te dice que no pueda ocurrir?
Un gran abrazo maestra.
Luis, tal vez su abuela le hace saber lo acontecido porque ya se ha reencontrado con su marido. Muy original. Abrazos.
Hola Salvador, todo puede ser, desde el cuadro ella sonríe. Soy un observador de las miradas, dicen mucho, al mirar en viejas fotografías descubro que estas suelen dar una personalidad al retrato.
Te dejo un abrazo y agradezco tu comentario.
Qué maravillosa la abuela sonriendo con cariño en el cuadro. Un bucle temporal que sólo quedó en susto.
Y además se lee con esa mezcla perfecta de confusión y rapidez en ponerse a salvo del peligro.
Muchas gracias Isabel, tu comentario me da una nueva imagen impensada al relato.
Te dejo un abrazo.
Tu relato me da ternura, La abuelita ha querido que su nieto viviera la experiencia desde un lugar privilegiado y seguro.
Su sonrisa desde el cuadro, encantador.
Un abrazo Moli.
Gracias María Belén, es una historia extraña.
Un abrazo.
Luis, con tu relato nos dejas todas las puertas abiertas para movernos por el, no solo la 115. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda por tu comentario.
Un abrazo.
Yo lo interpreto como una suerte de viaje astral, un guiño sobrenatural de la abuela, que le sonríe desde el retrato…
Suerte y abrazos
Izaskun, he leído varia interpretaciones que no pensé al escribir.
¿Será la abuela quien me lo dictó?
Un abrazo y mucha gracias.
Aunque ya no estàn,las abuelas nunca dejan de protegerte.
Luis Alberto, una narración llena de magia y encanto, has logrado estremecerme.
Un tierno abrazo !
Gracias Mery, las abuelas tienen algo muy especial…
Te dejo un gran abrazo T A
La abuelita, desde el cuadro, nos ha regalado una historia con infinitas interpretaciones.
Yo, como soy un borrico, prefiero no quedarme con ninguna y disfrutar de un final tan abierto.
En realidad se trata de lo que el camino te hace sentir al recorrerlo, no de cruzar la meta.
Y yo he disfrutado de cada recodo, de cada metro avanzado…
Eso es lo importante.
Un abrazo,y un placer caminar junto a mi mejor amigo que eres tú.
Modes, me has dejado con la boca abierta, mas allá de cualquier interpretación solo es una historia.
Un gran abrazo y gracias por considerarme amigo.
Muy bien, Luis, yo creo que de las que te he leído por aquí la que más me ha gustado. Es que me encantan las historias que me recuerdan a la de Monterroso.
Lorenzo, exageras con la comparación. Monterroso es Monterroso.
Muchas gracias amigo.
Un abrazo.
Entiendo que que el protagonista estuvo muy unido a su abuela (de hecho sigue manteniendo su fotografía colgada en la habitación) y el espíritu de ésta ejerce un gran influjo sobre él, haciendo que incluso viva experiencias que ella conoció. Me parece un relato lleno de misterio y magnetismo, Luis Alberto. Suerte y saludos
Muchas gracias Juana, me gusta tu apreciación.
Un abrezo.
Parece un sueño muy vivido, o una especie de viaje a otra época…, a otra vida?
Un abrazo, Moli.
A mi me parece una locura del autor…
Gracias Ines.
Un abrazo