47. La astronauta
He alcanzado los confines del Sistema Solar. He visitado desde Marte a Plutón, incluyendo varios satélites de Júpiter. El próximo destino está cercano a Neptuno. Junto a él se han descubierto un par de agujeros de gusano. Un hecho tan insólito como anhelado. A pesar de que el hombre ha conseguido alcanzar velocidades cercanas a la de la luz, las galaxias están muy alejadas. Yo capitanearé la expedición que se dirigirá a la M51A. Me ofrecí voluntaria. Si no viajo en la otredad cósmica siento que me ahogo. Añoro los vórtices de Venus, los anillos de Saturno, el Valle de Marineris, los Géiseres de Encélado… He visto amaneceres con tonalidades de colores que desconocía y ríos de metano en Titán. En el silencio, he desmigado sonidos de música seráfica, casi imperceptible. Y lo curioso es que, perdida en la inmensidad del espacio, jamás me sentí sola. Aunque, desde hace unos meses, me obsesiona la idea de morir arrastrada por un agujero negro –me horroriza-. En cuanto pongo un pie en tierra, me planteo no moverme jamás: despierto en una cama de hospital, contrariada, pensando que debo romper con quien me transportó a aquellos maravillosos lugares. Curiosamente, la llaman heroína.
La heroína por mucho que te haga volar por el espacio te lleva a aterrizar siempre al hospital, a veces, ni eso, tirado en un parque. Buen relato, Gabriel.
Hola Lorenzo.
Totalmente de acuerdo contigo. Los verdaderos héroes y heroínas son los hombres y mujeres que consiguen dejarla.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Vaya, Gabriel, que difícil romper con quien te da buenos viajes, ahí está el quid de la cuestión del tema que retratas tan bien.
Abrazos
El agujero negro siempre está presente en esos «viajes cósmicos».
Muchas gracias por tu comentario, Javier.
Un abrazo.
Buenas noches, Juan.
Me has alegrado el día con tu comentario. Sinceramente, no creo estar a la altura…
De todo corazón, muchísimas gracias.
Un abrazo.
Viajes tripulados al espacio… y la mayoría estáis poniendo, con mucho acierto, los pies en la Tierra para contarnos, como tú, cosas que ocurren en ella.
El micro queda redondo porque… al final que tanto valor y tan poca soledad son… mentira.
Felicidades y suerte!
Muchas gracias por tu comentario, Luisa.
Te deseo mucha suerte a ti también.
Un beso.
Viajar sin moverse, asumir grandes peligros, hasta el de caer para siempre en un temible agujero negro. Todo eso y más tiene tu relato, con el añadido, no menor, de que tu protagonista no se mueve apenas, si por movimiento consideramos desplazamiento. Tampoco necesita para ejercerlo complicadas y costosas naves. Todo es posible con imaginación, ingenio y buenas letras.
Un abrazo, Gabriel. Suerte
Muchísimas gracias por tu comentario, Ángel.
Buenas letras son las tuyas.
Mucha suerte para ti también.
Un abrazo.
Uys, ¡qué pena! está muy bien escrito tu relato, me gusta, pero… cuando leí el título me dije… hombre, por fin alguien que pone de astronauta a una mujerrrr, olé y olé… luego, cuando he seguido leyendo.
Bueno, me hubiera gustado que realmente esa mujer hubiese sentido todas esas sensaciones especiales y espaciales con todas sus capacidades intactas.
De todos modos te doy la enhorabuena porque nos has conducido muy bien hacia ese final que, a mí, al menos, me ha sorprendido.
Saludos y suerte.
Je je, lo siento Mercedes. La protagonista indirecta de esta historia es la heroína. La directa, la astronauta: una mujer que está a punto de dejarla. Entonces, para mí, ella sí que merecerá que la llamen heroína.
Por otro lado, debo decirte que me encanta escribir historias con mujeres como protagonistas (en primera persona me cuesta, más que nada por ser un tío, tengo ese defecto…;-)). Fuera bromas, soy padre de dos niñas, admiro a las mujeres. Creo que los hombres tenemos la mayoría de la culpa de la desigualdad existente entre ambos sexos y tenemos que hacer algo por cambiar esta situación. Todo lo que contribuya a ello, aunque sea un pequeño grano de arena, merecerá la pena (una playa esta formada por muchos granos de arena, ¿no?)
Bueno, Mercedes, que me he enrollado demasiado… Te agradezco mucho tu comentario.
Un beso.
Un relato que te eleva a los planetas para acabar con un sorprende y terrible final.
Astronauta con temor a los agujeros negros y enganchada a ese gusano.
Buen relato, donde el toque de realidad lo hace aún más certero.
Suerte y un abrazo Gabriel
Muchísimas gracias por tu comentario, Mª Belén.
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Suerte para ti también.
Un beso.
Un viaje puedes hacerlo… o si jugamos con las palabras primero metértelo y luego disfrutarlo. A la vuelta el aterrizaje por desgracia siempre acaba siendo forzoso. Muy bien hilvanadas las relaciones entre unos y otros. Mucha suerte 🙂
Hola Juan Antonio.
La protagonista de este micro está a punto de estrellarse en uno de sus aterrizajes forzosos. Esperemos que todavía esté a tiempo de salvarse, aunque sea saltando en paracaídas…
Muchas gracias por tu comentario. Me da mucha alegría viniendo de ti. He leído muchos micros tuyos y debo confesarte que siempre he admirado tus historias: lo que cuentas y cómo lo cuentas.
Un abrazo.
Hola Gabriel,te invito a darte un viaje por mi relato,es el número. 2.
Bien construido,también me llama la atención la soledad del protagonista,
Saludos
Hola José Vicente. No sabía si contestarte aquí o en los comentarios de tu relato. Lo acabo de leer y me ha gustado mucho como narras la historia. Esa cuenta atrás me parece muy original, muy visual y con mucha ironía. Te felicito y espero que tengas mucha suerte.
Saludos.
Uf, esos viajes mejor casi que no tocarlos, aunque las descripciones de tu micro son estupendas.
Buen final, inesperado para mí, así que te felicito.
Desde luego que esos viajes no son nada recomendables. Si no se dejan, acabas empotrado contra tu propio destino…
Me alegra mucho que te haya gustado, Towanda.
Muchas gracias y un beso.
Muy buen relato. Enhorabuena.
«Si no viajo en la otredad cósmica, siento que me ahogo»… Qué sutilidad y que derroche de arte para mostrar poco a poco las dos caras, la visible y la oculta. No lo había leído hasta hoy, pero tu relato me parece de una genialidad extraterrestre. ¡Enhorabuena!
Tu frágil astronauta hace unos viajes demasiado peligrosos, esquiva la fea realidad, pero tiene todas las papeletas para que el gusano negro de la heroína la engulla. Un relato muy bien presentado, Gabriel, me ha gustado mucho. Felicidades y un saludo.
Gabriel, has entretejido tu historia espaciqal con hilos de dependencia. Te ha quedado fenomenal. Suerte y saludos
Magnífico relato GABRIEL.
Con este texto pones de manifiesto la dificultad que conlleva apartarse de ese mundo terrorífico, y de lo que supone la dependencia a una droga tan devastadora como la heroína.
Esperemos que tu personaje, que todavía tiene dudas, y por lo tanto está a tiempo, ponga los pies en la tierra para siempre.
Me encanta cómo nos lo has contado. Suerte y un saludo.
Ton.
Una buena exposición del viaje con un final demasiado explicito. Suerte.