108. La cara oculta del lunático (La Marca Amarilla)
Es difícil arrepentirse de lo que no se recuerda, pero Eugene Cernan siempre llora afligido tras cada plenilunio cuando le confirman que esa noche ha causado mucho daño, víctima de algún perverso hechizo. Él insiste en que su trastorno se debe a un amor imposible.
Entonces, tras cada plenilunio, la CIA se encarga de eliminar pruebas, sobornar testigos y trasladar a Eugene a otra alejada comarca. Le protegen por los servicios prestados y porque saben que su delirio no tiene solución conocida; han probado varios tratamientos, terapias e incluso internamientos, pero el lunático vuelve a cometer inconscientes atrocidades en las noches señaladas.
Neil Armstrong visita alguna vez a Eugene para consolarlo y sugerirle que la olvide definitivamente. Es el único colega que también la ha visto allá arriba, oculta en la sombra lunar, aunque no sucumbió ante el magnetismo encantador y la belleza de la alienígena. Sin remedio, suelen acabar las citas tomando unas cervezas y mirando fotos secretas robadas a la NASA; de vez en cuando Eugene, sin poder reprimir lágrimas de emoción, dice ensimismado:
– ¡A qué es guapa, Neil!
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Y el pobre Collins… ya nadie lo recuerda. Muy bueno, Miguel Ángel. te invito a leer mi apuesta por curiosidad.
https://estanochetecuento.com/tenemos-un-problema/
Un saludo
JM
JM, gracias por tu comentario, y por tu relato! 😉
Un saludo!
¡¡¡Pobre!!! Me da que su amor se ha frustrado por presupuesto.
Pues sí, Reve! jajaja
Nadie más ha pisado la Luna!!! 😉
Un saludo!
Qué bien echas e anzuelo con esa primera frase, Miguel Angel. Y que historia más bien tejida. No nos das todos los elementos, no nos acabas de explicar que tipo de hechizo es el que trasmuta al astronauta, pero la mención del plenilunio y la presencia de la CIA borrando las huellas hacen volar nuestra imaginación.
En la segunda parte del relato, las visitas de Amstrong, la complicidad y el secreto desvelado: una belleza alienígena. Fantástico.
Suerte y abrazos
Gracias por tus palabras, Anna!!
Se agradecen!! 😉
Un saludo!
Hay muchos amores imposibles que dejan graves secuelas. Si encima son amores no terrestres…, ¿Y porqué no? La imaginación de ENTC es ilimitada, no dejo de sorprenderme relato a relato.
Sí, Isabel!! La imaginación al poder!!
jajaja
Gracias por tu comentario! 😉
Un saludo!
Seguro que era gallega. Buen trabajo, compadre, un relato enigmático que muestra pero también sugiere. Si fuese violinista te compraba un kilo de manzanas.
Abracísimos microlunáticos.
Ese gran microlunático!! Barlon!…
Yo creo que era gallega, pero se mantenía en la sombra!! jajajaja
Un saludo! 😉
Gracias por tus palabras, Ana! 😉
Un saludo!
Marquita…amigo…hermano…
A ver, con lo puntilloso que eres tú, no has visto la repetición de la expresión TRAS CADA PLENILUNIO?
Cachis…ponle solución, baby.
O mejor, no me hagas ni puto caso que para eso es tu relato.
Un relato que, por cierto, llenas de interrogantes y puertas abiertas a gusto de la imaginación del lector.
Y creo que es su gran hallazgo, no dejar todo atado, jugar con el misterio, permitir que la historia respire y que nosotros mismos completemos el puzle.
Has hecho muy bien los deberes.
Puedes irte unos días de vacaciones, perraca.
Besis.
MODES!!! Cariño!!! si he vuelto ya de vacaciones!! jejeje estoy currando y levantando (un pokito) este país ! 🙂
La repetición es provocada, es una incidencia en el tiempo… SIEMPRE DESPUÉS DEL PLENILUNIO!!!
Pensé en no hacerla, pero me gustó más el efecto repetitivo…
Ay, los microlunáticos, siempre en la cara oculta y en la cara visible!! 😉
Un saludo!!
Miguel Ángel, bien hilvanada la trama de tu historia, y hasta creible. Suerte y saludos
Gracias por tu comentario, calamanda!!! 😉
Recibe un saludo!
Me gusta tu propuesta, Miguel Ángel. Me gusta que me sorprendan «inteligentemente». Muy bien llevado para desembocar en la alienigena!!!
Un abrazo.
Uf, cuánto que decirte.
He leído el relato con mucha curiosidad, y el párrafo de la CIA me ha hecho preguntarme si existía el tal Cernan. Cuando lo he buscado, me he enterado de que realizó tres paseos lunares, que en inglés se llaman EVA (Extra Vehicular Activities), lo cual ya tiene su coña. Pero cuando he leído que su primera EVA duró tres veces más que la de Neil Armstrong, me ha dado la risa, he entendido por qué Armstrong no se enamoró (una noche y adiós), me has puesto la imaginación en un cohete, inventándome a esa alienígena lunar primigenia, me has hecho pensar en «Crónicas marcianas» y…yo que sé, que me lo he disfrutado mucho. Gracias.
Independientemente de eso, la frase de comienzo me parece un enganche perfecto, y el tema de la CIA crea mucha intriga y abre aún más caminos para explorar. Besos y suerte.
Muy buena la combinación de la Cia con la luna. La historia es muy atractiva y abre muchas posibilidades.
Que original, cuánta imaginación y que combinación de personajes reales y situaciones… que ¡quién sabe?
Lo que me deja intrigada es que clase de atrocidades comete en esas noches, y porqué, y porqué la Cia le protege. En fin creo que este relato está pidiendo a gritos convertirse en una narración más extensa.
Felicidades
Todas las teorías de la conspiración acerca del alunizaje han quedado postradas a los pies de tu relato. Me parece imaginativo y muy bien tramado. Destaco el crecendo que me has provocado en la curiosidad a medida que iba leyendo. Mucha suerte 🙂