121. La carta
La carta apenas ha tardado un par de días, en cambio a él le costó mucho más llegar hasta este país que le acogió con alguna reserva hace unos pocos años. En el fondo no le extraña. La carta es ligera, apenas un papel doblado en dos. Sin embargo, él traía consigo un peso infinitamente mayor: el de las imágenes de destrucción de todo lo que había formado parte de aquella existencia ya lejana, el peso de las vidas que quedaron allí quizá para siempre. Siente que, de nuevo, se hunde en el mar, le falta el aire… y, como entonces, sabe que sólo puede asirse a su propio corazón.
Hola, Flor, qué nombre tan bonito.
Nunca dejes que cambien tu corazón, claro que es el mejor asidero, un auténtico salvavidas. La carta abre un mundo de interpretacioes, ¿quién se la manda? ¿qué le cuenta en ella? ¿Es desamor? ¿Es olvido? ¿Son buenas, o malas noticias? La carta, vía comparación, no pesa, como oprime ese pasado que vivió tu prota, que casi consigue que se hunda en el mar. me gusta tu propuesta. Felicidad y un beso.