30. LA CULPA
Bajo la tormenta el amor es más puro. Los truenos esconden palabras de deseo. La lluvia resbala por la piel arrastrando sentimientos. Cualquier emoción perturbadora desaparece absorbida por la tierra, permitiendo a dos hermanos afrontar su rutina.
Culpa y hermanos, blanco y en botella, Inés, debate en ciernes, duro, polémico, por mucho que el agua arrastre la culpa seguirá ahí y no se entenderá.
Con pocas palabras vas a encender el blog.
Un beso
Epi, te encuentro de lo más atractivo en esa foto. Y ahora vamos al asunto: hace ya algunos años escuché la historia de dos hermanos separados al nacer ( fueron dados en adopción ) algo quiso que se enamoraran sin saber su parentesco, y algo quiso que años después descubrieran su realidad. Me impactó la naturalidad con la que contaban su historia, estaba claro que ellos se amaban. Tiene que ser terrible descubrir algo así, y en eso me he inspirado. En este caso mis protagonistas no lo llevan tan bien.
Un beso, guapetón!!!!
Nos tenías engañados, Inés! Menudo giro que le das a la historia… «amor puro», «arrastrando sentimientos», «emoción perturbadora»… al ver el final cuadra perfectamente esa situación de amor incomprendido.
Muy buen micro!!!
Zorionak!!!
Muxu bat
Marta
Kaixo, Marta. Muchas gracias por tus palabras. Es cierto, tiene que ser una situación terrible: incomprendidos, censurados, con sentimientos encontrados… La tormenta para ellos es como una ducha purificadora.
Besos, Marta.
Agur!!!!
Me ha gustado mucho este desenlace explicativo de culpa, Este micro donde casi todo se perdona por amor, hasta lo imperdonable.
Enhorabuena, Inés.
Sí, el amor debería bastar para borrar todo lo demás; pero está claro que a ellos no les basta.
Muchas gracias, Amparo.
Abrazos!!!
Mi querido Juan, espero que tu melancolía sea tan mini como este micro.
Muchas gracias por tus palabras. Siempre es un placer leerte.
Abrazos
En tan pocas palabras, tan bien contado. Me gusta mucho tu relato Inés.
Un saludo
Rosa
Muchas gracias, Rosa. En tan pocas palabras un comentario de lo más agradable. Me alegra que te guste.
Muchos besos!!
Gracias, Ana. En efecto, es lo que parece: dos hermanos que se aman y buscan un ritual, algo simbólico que les permita sentir y librarse de la pesada culpa.
Un beso enorme.
qué difícil es desprenderse de la culpabilidad. Has enfrentado dos poderosos sentimientos. Mucha suerte.
Es cierto, Juan Antonio, la culpa pesa y se pega como una lapa a nuestras espaldas.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
En este buen micro interpreto que los hermanos no han llegado a consumar el incesto, saben que se aman pero…cada uno “afronta su rutina”. Muy valiente al arriesgarse a tratar un tema duro y controversial, suerte.
Saludos.
Me gusta tu interpretación, Beto. Muchas gracias por tus palabras.
Abrazos.
Inés, bajo la tormenta real, intentan acallar una tormenta de culpa. Me ha encantado. Abrazos.
Muchas gracias, Salvador. Algunas cosas son muy difíciles de silenciar. A mí me ha encantado tu comentario.
Abrazos.
Pocas e intensas líneas. Supongo que ni la tormenta puede desatormentarlos.
Un amor muy difícil de vivir.
Que difícil librarse de algunos tormentos, Isabel. Muchas gracias por tu comentario.
Un beso.
Muy bien relatado; le quita todo lo sucio del incesto el agua de la tormenta. Esperemos que esta vez sea solo un sueño, como un final que yo me sé. Suerte, Inés.
Gracias por leer y comentar, Lorenzo. Me descoloca un poco lo del sueño, y me intrigas con ese final
Vaya, me he dejado la despedida 🙂
Un abrazo, Lorenzo.
Inés, era una pequeña broma, haciendo referencia al final de la serie Los Serrano, que fue muy criticado por acabar con un sueño, y esa serie castiza se hizo famosa, entre otras cosas, por las relaciones entre hermanastros. Y digo que ojalá sea solo un sueño lo que viven los protagonistas de tu historia y así no sufrirán la culpabilidad. Abrazos, Inés.
Sí, es cierto. Me encantaba esa parejita.
Gracias por satisfacer mi curiosidad, Lorenzo 😉
Abrazos.
Terrible culpa, muy bien ambientado con la tormenta de fondo. En mi opinión has conseguido muy buen efecto.
Felicidades.
Agradecida por tus palabras, Asun.
Abrazos.
Inés, la rutina, en cuualquier caso, cuando pesa es dificil de llevar; si le añadimos situaciones que nos sobrepasan… suerte y saludos
Estoy contigo, Calamanda. Gracias por acercarte.
Un beso.
Un relato muy bien contado, bajo una tormenta.
Abrazos.
Muchas gracias, María.
Un abrazo para ti también.
Un relato muy breve y muy intenso, no sólo por el tema, sino por las espléndidas imágenes: los truenos esconden palabras de deseo, la lluvia arrastra los sentimientos, la tierra absorbe la culpa. No se puede decir más con menos. Un 10.
Besos
Muchísimas gracias, Anna. Quería que con poco se sintiera mucho.
Besos!!!