23. LA FOTOGRAFÍA (Paloma Casado)
En la instantánea, el monstruo cubre su cara con un pasamontañas. No esconde su deformidad, sino los rasgos armónicos de su belleza. Sin embargo, si te acercas lo suficiente, podrás distinguir la fiera agazapada detrás de sus ojos negros.
Está de pie, con las piernas abiertas y una daga en su mano derecha, desafiante. El escenario es desértico y amarillo bajo un sol que carga sobre las espaldas.
Delante de él, un hombre arrodillado mira hacia la cámara con las pupilas dilatadas.
Horrible por lo real. Me parece que está bien que desde nuestra afición también nos involucremos en la denuncia de tanta barbaridad que nos acontece.
Literariamente, pensando en la descripción de las fotografias, que por desgracia hemos visto, me parece muy bueno sin necesidad de excederse en más palabras. Yo he vuelto a ver la oto perfectamente.
Besos
La oto es la foto
Una imagen vale más que mil palabras. Y unas pocas palabras bien dispuestas pueden describir el mundo complicado e implacable que se vislumbra tras una imagen. Un ser que se niega a sí mismo toda belleza, para abrazar al monstruo en el que se ha convertido, sin ápice de piedad.
Un texto directo y eficaz.
Un abrazo, Paloma. Suerte
Relato que parece puede tener varias interpretaciones; yo me voy por el terrorismo, aunque seguro que me voy por los desiertos de Úbeda.
Por desgracia de completa actualidad. Terribles y cobardes actos consecuencia de posturas radicales que sólo acarrean dolor. Pero, independientemente de la época, el terror siempre ha jugado sus bazas.
Mucha suerte.
Desgraciadamente una imagen que últimamente nos estamos acostumbrando a ver por todos los telediarios e informativos de nuestro país y que nadie mueve un dedo para evitar estas barbaries…
Muy bien descrito Paloma… Muchísima suerte…
Un beso.
Este monstruo, por desgracia, no es imaginario. Y me temo que este mes vamos a leer historias monstruosas como la vida misma. Muy bien contado, no hacen falta mas palabras. Un beso.
Pues tu texto es como una fotografía, una imagen muy nítida. Con las palabras exactas, sin extenderte en detalles innecesarios y con una última frase que da escalofríos. Besos y suerte.
Yo iba a decirte que una imagen vale más que mil palabras, pero Ángel me ha robado la idea. 🙂 Has hecho un retrato minimalista de la realidad monstuosa.
Otra horda de asesinos de los que la historia acumula en su discurrir. Se esconden detrás del fanatismo y la falsa de que son dirigidos por la mano de Dios. En realidad son unos sociópatas chovinistas, que matan por placer. Un relato muy de actualidad que retrata muy bien a estos monstruos, suerte.
Saludos.
Terrorífico. Si realmente hay un monstruo al que temer, es el terrorismo. Tú nos lo muestras de una manera gráfica, sencilla, sin efectismo innecesario. Gran maestría en tus letras. Un beso, Paloma.
Se llega a percibir hasta el reflejo naranja del mono que viste el hombre arrodillado. Magnífica descripción de una imagen tan monstruosa.
Besos.
Hola, Paloma.
Las imágenes las tengo en la retina y las palabras que las describen acabo de leerlas. Mejor, imposible.
Un abrazo grandísimo.
Muchas gracias por leer y comentar. Vi esa fotografía en el periódico y se me quedó metida en la cabeza. A veces, cuando algo te impacta, sientes la necesidad de escribir sobre ello, como un desahogo. El peor monstruo vive en el interior del género humano cuando se deja llevar por el odio y la crueldad.
Un relato que abruma por la realidad que vivimos tras una pantalla. Descrito de tal manera que lo sientes y lo percibes en el detalle.
Buena y real apuesta.
Un beso.
Un acierto pleno. Tan claro y tan evidente que parece mentira no haberlo visto antes de que tu lo escribieras (¿describieras?) con precisión fotográfica.
Muy buen texto, suerte.
Hola Paloma. Un relato cargado de fuerza que denuncia, como bien dices, al peor monstruo de todos: el que vive en el interior del género humano. Medido; no le falta ni una palabra ni tampoco le sobra. Mucha suerte 🙂
Nos inventamos monstruos de horrible aspecto, como en los cuentos. Cuando en la vida real, el peor mostruo puede venir camuflado en un físico impecable … Como en tu relato, y, por contraste, hacer más daño, pillar desprevenido.
Terrible, monstruoso.
Un abrazo, Paloma.
Me gusta mucho cómo marcas la diferencia entre lo que llamamos normalmente monstruo, basándonos en el aspecto físico y lo que realmente hace al monstruo, su comportamiento.
Y el protagonismo del pasamontañas como frontera entre el exterior e interior.
Paloma, ese personaje y su fuerza mental dan algún de escalofrio. Bien descrito. Suerte y saludos