65. LA GATA FLORA (Inés Z.)
La recogieron de un océano seco, con la sed profunda del que ha sentido la falta de algo importante. Y se la llevaron a una casa donde reinaba el viento, pensando que podría ser la mascota de alguna sirena perdida en la tragedia.
Todos se maravillaron de un pelaje adornado con los vestigios del mar, felices al sentir su respiración tranquila; pero Flora no abría los ojos, tenía dudas: no sabía si enlazarse con ellos por miedo a que aquella ventisca se la llevara lejos. Así que decidió esperar mientras lamía la sal de sus patas.
Los días pasaron y el viento enredó su pelo, aunque aquellas personas parecían preferirla a ella, ya que deshicieron con mucho cuidado los nudos producidos por la corriente.
Con el tiempo y sus suaves movimientos Flora transmitió al céfiro su calma. La gata sabía frenar su furia y, con la quietud del que parece no hacer nada, puso orden en el caos.
Hasta que una mañana las ventanas se abrieron y el viento volvió a su origen, dejando que los rayos del sol bañaran a Flora. Fue entonces cuando ella les dejó ver el color de sus ojos, imprimiéndose en su nuevo hogar.
Un animal es adoptado o rescatado, que viene a ser algo parecido. Va a parar a un hogar donde reina un ambiente un tanto dañino, simbolizado en el viento, algo que con su presencia doméstica, amigable y tranquila, consigue disipar. Al formar parte de esa familia se producen beneficios evidentes para todos. Ella sacia una sed profunda que no era otra cosa que soledad y falta de atención, a la vez que contribuye a crear armonía. No sé si habré acertado en la interpretación, ya me dirás.
Un saludo y suerte
Hola, Ángel, me alegra leerte. Yo siempre he pensado que los animales tienen algo de magia, aparte de su efecto terapéutico, y por eso Flora consigue que el problema simbolizado en el viento que sufre la familia vuelva a su origen, sanando la situación.
Soy una gran fan de la medicina china, aunque me gustaría saber más de lo que sé, y por eso me gusta usar a los elementos para definir situaciones.
Y te cuento un secreto? Este cuento tiene pizcas de realidad, algo de ficción, retazos de un sueño y mucha esperanza.
Gracias por leerme.
Un abrazo.
Preciosa metáfora de la transmisión de sentimientos y de cómo pueden cambiar el hábitat emocional a su alrededor. Muy bueno, Inés. Abrazos y mucha suerte.
Hola, Salvador, es increíble lo que un pequeño animalito puede hacer.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Bonito relato que suena infantil, pero quizá no lo sea tanto.
Me ha gustado mucho, sobre todo la forma en que está narrado como un cuento clásico.
Abrazos
Me gusta la fantasía de los cuentos, la magia que se esconde detrás de cada palabra, y disfruto mezclando realidad y ficción. Tienes razón, el cuento esconde algo más.
Gracias por leer y comentar, Asunción.
Un abrazo.
Inés, tienes que ser muy bella para producir imágenes tan hermosas.
Muchísimas gracias, Lorenzo. Tu comentario ha sido tan estimulante como incarle el diente a una de mis tabletas de chocolate favorito. Vamos, que me has levantado la moral.
Un abrazo enorme.
Relato muy bello, Inés. Me encanta tu prosa poética, cargada de significado. No es un mero ejercicio literario, va mucho más allá.
¡Enhorabuena! Un abrazo.
Gracias por tus palabras, María José, es muy bonito lo que dices. Me encanta que te encante.
Un fuerte abrazo.
Hola, Ana, me hace mucha ilusión que siempre te acuerdes de la estrella. Efectivamente podría tratarse de un niño, pero no es el caso. Y he escogido el gato por lo que comentas, yo creo que son grandes meditadores, se puede aprender mucho mirándolos.
Muchas gracias por el comentario, y espero seguir leyéndote.
Un besazo.