35 – LA HUELLA DEL TIEMPO (Nani Canovaca)
Me gustaba verle en la avenida con el platillo delante, maquillaje perfecto y su traje de arlequín. Los que pasaban le ponían una moneda y sonreía, era el único gesto que nos recordaba a un humano. Crecí viendo su maquillaje perfecto, sonreía a quien le admiraba y el guiño que me hacía, era nuestro pacto. Yo vigilara su recaudación. Al terminar sacaba una flor de su chaqueta, se acercaba y se convertía en chupa Chus o chicle Bazooka, de aquellos que se quedaban sin sabor en dos chupadas, pero hacía que me sintiera feliz e importante. Nunca me dijo una palabra, sabía que me apreciaba y confiaba en mí. Fui creciendo y no tenía tiempo para estar en la avenida junto a él. Cuando volvía del instituto no estaba y según me dijo mamá, se hacía mayor y últimamente estaba los días que había sol y solo un ratito. Hoy lo he descubierto en el bar del tío Paco. He entrado y me he acercado, creo que no me ha reconocido y según mi tío, no es ni su sombra, su cara está oscura y gasta las pocas monedas en vino. ¡Ya no se sostiene!
El tiempo no perdona, ni siquiera a los payasos.
Buen relato, Nani.
Besos.
Así es PIlar. La vida sigue su curso y los demás miramos siempre para otro lado.
Muchas gracias por comentar.
Besicos muchos.
Sensible la historia que nos traes; teñida de tristeza pero también de verdad. La edad y el abandono, sea del tipo que sea, muestran su cara ante los ojos de aquella que un día fue su amiga. Ojalá pueda ella devolverle, de algún modo, lo que tanto recibió. Lo malo es que muchas veces, ya vencidas, estas personas no se dejan ayudar. Suerte, Nani. Besos.
Jesús, la vida es dura y la sociedad nos lleva por caminos más duros aún. Nos olvidamos a veces pronto de los que nos enseñaron a reír o a mirar la vida por ejemplo, porque debemos seguir queramos o no, con nuestra propia vida.
Muchas gracias por comentar.
Besicos muchos.
Hola, Nani.
Somos sendas de demolición, estamos condenados a ser la sombra de lo que fuimos. Es así de fatídico. Tierna historia la que nos regalas, embutida en la solidaridad de la niña para con el hombre estatua y la complicidad entre ambos, esa simbiosis perfecta. Pero el tiempo pasa. Y desdibuja los contornos. Ya no conoce el viejo a la joven y remoja sus arrugas (sobre todo las del alma) en vasos de vino. La vida pura y dura.
Me gusta mucho tu propuesta.
Un beso muy grande.
Hola Martín Zurita. Qué bien has interpretado todo lo que quise plasmar en este relato. La verdad es que la huella del tiempo no tiene perdón para nadie.
Muchas gracias por comentar y por hacerlo como lo haces.
Besicos muchos.
La puñetera huella del tiempo que no perdona. Igual me equivoco, pero en esta historia no todo es mentira.
Sí Edita, puñetera y repuñetera huella. Supongo que no todo es mentira en este relato, pero si te refieres a que lo puedo haber vivido, en donde vivo (ciudad relativamente pequeña), no hay espectáculos de este tipo en la calle y cuando alguna vez he visto a algún artista de los que describo, ha sido ya de mayor. LO que si te aseguro es que me gustan mucho, les doy mucho valor y pienso que no los valoramos como se merecen.
Muchas gracias por comentar.
Besicos muchos.
El tiempo deja huella y no solo física, pero nunca es capaz de borrarlo todo. Los afectos han de alimentarse para que se mantengan, pero donde hubo siempre queda algo. Envejecer y degradarse es inevitable, por lo que debemos aceptarlo con la mayor dignidad que podamos acumular. lo triste es dejarse seducir por el lado fácil y engañoso. Una vez en él, la salida es muy difícil.
Un abrazo, Nani. Suerte
Si Ángel, difícil de salir de esa espiral del declive sin aceptación. Deberíamos estar todos preparados pero como tantas cosas en la vida, no tenemos programa de instrucciones y el aprendizaje a veces es duro e inaceptable.
Gracias por comentar.
Besicos muchos.
El tiempo, nuestro mejor aliado y al mismo tiempo tan enemigo.
Otra bonita y emotiva historia para que les cuentes a tus preciosos…
Un abrazo enorme, Nani.
Rosy, qué razón tienes!!
¿Crees que a los peques les gustarán mis historias?, por lo menos para esta debe pasar algún tiempo.
Gracias por comentar.
Besicos muchos.
¡Estoy convencida!, Cuando tus nietos descubran que su abuela escribe sus propios cuentos, se sentirán «superorgullosos» de ti, entonces, entenderán por qué su mami también escribe, aparte de dibujan tan bien, y también descubrirán su primer refrán…. «De tal palo, tal astilla»
Un besote preciosa.
Qué bonita eres Rosy. Muchas gracias por mirarme con tan buenos ojos.
Besicos muchos.
Mala es la vejez, más si está mezclada con vino. Mucho peor.
Qué triste tu buen micro!!!
Mala combinación Luísa, muy mala pero por desgracia, real.
Muchas gracias, viniendo de ti es un honor.
Besicos muchos.
Dúramente realista y conmovedor Nani, mucha suerte.
Sí, demasiado duro y real, como la vida misma.
Muchas gracias por tus buenos deseos Álvaro.
Besicos muchos.
Bajo la máscara, los payasos también lloran, verdad de vida la que nos traes, Nani. Saludos
Pues claro Manuel, lloran bajo la máscara y se retuercen como cualquier hijo de vecino. Demasiados tópicos con los payasos!!
Gracias por comentar.
Besicos muchos.
Nani, entrañable tu historia de una vida. Suerte y feliz año
Muchas gracias Calamanda.
Besicos muchos.
Jo, Nani. Que relato tan duro (como la vida misma).
Me gusta. Me gusta la voz sencilla, cercana del narrador. Hace muy muy creíble la historia.
Un abrazoooo para ti
Sí Amparo, como la vida a veces!! Muchas gracias por tu comentario viniendo de ti es un alago.
Besicos muchos
Esos artistas callejeros que asombran a los niños, que un día forman parte de la lista de sus héroes y que, con el tiempo, se caen de sus pedestales porque no han cumplido sus expectativas y solo se recrea en ellos la huella del tiempo y la frustración. Triste historia como triste suele ser la vida del payaso. Te deseo mucha suerte. Un abrazo.
Muchas gracias María José. Preciosa reflexión la tuya.
Besicos muchos.
La fuerza que te da la ilusión y la juventud languidece con el tiempo que esclaviza nuestra cordura. Muy bueno, Nani. Abrazos y suerte.
Muchas gracias Salvador. Tienes razón, el tiempo nos esclaviza además de muchas circunstancias por desgracia.
Besicos muchos.
Sí, eso es crecer, no solo cambias tú, envejece tu entorno, desde la imagen del niño parece que todo será eterno, pero conforme vamos creciendo descubrimos otras caras de la misma moneda. Es triste, pero es la vida.
Muy bonito Nani, un abrazo y mucha suerte.
MUchas gracias Maribel. Es verdad, perdemos la inocencia y miramos todo de otra manera. La vida es así o la hacemos así. Es triste perder la mirada del niño.
Besicos muchos.
Aunque es triste ese final de tu payaso, después de hacer tanto reir, tu relato tiene mucha ternura.
Algún truco de magia tiene que haber en el repertorio de un payaso para que la edad no pase tan penosa factura.
Muchos besos Nani.
Y otro para tu payaso, el próximo día que le vea intentaré sacarle una sonrisa. 🙂
Me encanta Isabel tu comentario. Ojalá le puedas dejar esa sonrisa, creo que ellos se lo merecen más que nadie, por ser como son y hacer lo que hacen!!
Besicos muchos guapa.