80. LA INQUIETA PRESENCIA
Una sensación extraña invadió mi cuerpo aquella mañana, sentía como si me observaran. Primero fue en el baño, tras darme la ducha como cada día, entre el vapor del agua quise intuir una pequeña figura negra que me miraba fijamente. – Hoy no he dormido bien, tiene que ser eso. – Pensé.
Luego fue en mitad de la carretera cuando me dirigía a mi puesto de trabajo. Allí estaba, bajo la lluvia, con su mirada fija en mi coche. No quise prestarle atención. Los que me conocéis, sabéis que no creo en estas cosas paranormales y por ello, volví a culpar a mi falta de sueño de esas visiones.
Tras aparcar en el parking de la empresa, caminé hasta la entrada principal del edificio, giré en la esquina, volteé la cabeza para mirar y sí, pensáis bien, allí estaba otra vez esa figura negra. Esta vez la veía perfectamente, era una niña. No lo pensé, le eche huevos y fui hasta ella, cuando de pronto inesperadamente agote el límite de palabras y no pude continuar detallando aquella experiencia por lo que tendréis que usar vuestra imaginación para darle un final y sacarme de esta fotografía para poder continuar con mi vida.