90. La Isla de las mujeres.
Hace ya más de doscientos años que no existen las guerras; los libros hablan de ellas sí, pero nadie las conoció.
Nuestros conflictos se solucionan a base de diálogos o, en el peor de los casos en la «mesa de sabias» de nuestro poblado.
No existen normas; fueron suplidas ya hace mucho tiempo por el respeto y el sentido común; y los límites del amor fueron ya borrados para siempre.
Todos somos distintos e iguales a la vez y todos tenemos un lugar importante y necesario en nuestra sociedad.
Los más débiles son atendidos con dedicación, el dolor no existe y la palabra “egoísmo” fue borrada del diccionario hace mucho tiempo.
Sí, vivo un mundo gobernado por mujeres, «La isla de las mujeres» la llamamos.
La tolerancia y la fortaleza se han hecho con el control; y la humanidad ha vuelto a recobrar la cordura que antaño perdió.
Si. La tolerancia y la fortaleza son dos buenos valores. No creo que sean privativos de nadie, pero son dos buenos valores. Imprescindibles, sin duda. Me ha gustado tu relato.
Un relato que lleva a ambos géneros al extremo. Una apuesta valiente que dará que hablar. Mucha suerte 🙂
Lamentablemente no hay más que echar un vistazo a la historia para descubrir damas de hierro, cancilleres implacables y si nos remontamos más Juanas de Arco y Agistinas de Aragón. Pero la idea es romantica y bonita, y está bien narrada. El uso de la primera persona para darle visos de realidad me ha parecido muy oportuno.
Suerte y saludos,
Uyy, qué maravilla. Ya me veo en tu isla, disfrutando de que todos seamos distintos e iguales a la vez. ¡Qué dicha! Me encantó. Felicidades!!!