57. La jaula de oro (Izaskun Albéniz)
La cárcel no era necesariamente el edificio que todos conocían como El Penal, ella lo sabía bien. Vivía en un lugar apacible, lleno de comodidades y, sin embargo, la libertad le estaba vedada. Las puertas de su hogar vestían una tapia invisible y el mundo a su alrededor se había tornado gris a excepción de un arcoíris rojo, morado, verde y amarillo que semana tras semana anidaba en el mapa mudo de su piel.
Fantaseó con la idea de huir, evaporarse, desaparecer de cualquier modo, pero también la fortuna le fue esquiva entonces. Por eso, cuando él le mostró dos pasajes para un crucero, a ella se le antojó que, quizás ese gesto podría modificar las rígidas fronteras de su relación. Sin embargo, pronto descubrió que el camarote ciento quince tan sólo era un compartimento más de la extensa celda en la que se había convertido su vida.
Finalmente sucumbió al delirio mientras escuchaba el aullido metálico del alma del trasatlántico. Observó impertérrita cómo el agua helada lamía sus pies y, con un leve alborozo, dio la bienvenida a la dama que tendía hacia ella su mano descarnada alcanzando al fin, sosiego y libertad donde otros abrazaron una desesperada finitud.
Izaskun, estremecedor. Me encanta como has narrado la situación psicológica de la protagonista, su angustia, su cárcel y su liberación a través de la muerte. El 25 de este mes se celebra el día contra la violencia de género y tu relato es una preciosa reflexión sobre este tema. Un besote, guapa
Me gusta muchísimo tu exposición. Una huida hacia la libertad, aunque esta sea la muerte. Aunque te confieso que conforme leía, creí que ibas a salvar a la mujer mientras él se hundía.
Suerte. Besos.
Izaskun, ¿me dedicarás tu subida al podio durante el mes de noviembre? ¿Sí? ¡Qué ilusión! Jajaja
Cada vez que te leo en ENTC, creo que te repito este sincero comentario ‘este es el mejor que te he leído aquí’.
Un abrazo nada helado muy muy cálido.
Muy bien dibujada esa cárcel de oro . El final es demoledor, cuando la mujer no se inmuta ante la muerte, al revés la desea como una salvación. Tristemente cierto para muchas mujeres maltratadas . Concha ha recordado el día contra la violencia de género , el 25 de noviembre.
Un fuerte abrazo, Izaskun.
la muerte como liberació
Qué impotencia y que tristeza. Ojalá la dama descarnada le hubiese dado la mano a él para enseñarle a bucear sin oxígeno y a ella la hubiera guiado hacia una vida plena al otro lado del océano. Lo cuentas de manera sobrecogedora. Besos y suerte.
Izaskun, planteas muy bien lo penosa que es esa vida y sus sucesivos deseos de escapar a esa especie de muerte lenta. Por desgracia no los vio cumplidos. Suerte y saludos
Qué triste, qué pena y qué real. Pero hace reflexionar sobre las consecuencias del conformismo fatalista de aceptar que ella no era dueña de su destino. Como ya te han dicho, buen relato para el 25 de noviembre.
Un beso.
Me has puesto la piel de gallina con esa imagen de la dama de la mano descarnada que la llama.
Y el título es perfecto para la historia.
Enhorabuena.
Suerte.
Hola, Izaskun.
Otra historia de las que calan. Llega dentro y duele.
Este mes está siendo uno de los que más estoy disfrutando con los micros y este tuyo es delicioso.
Te deseo toda la suerte del mundo.
Besotazos, bonita.
Izaskun, estremecedor relato, la muerte como liberación es una triste elección. El final te deja desolado. Me ha encantado. Abrazos.
Izaskun, estremecedora historia, pero muy bella en la forma en que la cuentas. Es triste, pero por lo menos encontró la libertad.
Un abrazo
Relato de violencia de género en el que muestras muy bien que las actitudes no cambian por hacerlo el escenario. Triste que la libertad se encuentre fuera de esta vida. Buen título.
Una visión dura de la vida, que punto por punto es realidad.
Estupendas tus descripciones, hasta llegar al desenlace de la tragedia.
Suerte, Izaskun
A ver, Izaskun, tengo que recuperarme para poder decirte algo, y te aseguro que necesito tiempo.
Aunque es una forma de escapar de su cárcel de oro, esa mano que se tiende y que ella acoge deja el corazón apenado.
Me gusta cómo describes las sensaciones, el cautiverio, un rayo de esperanza en la relación y la sonrisa interna cuando se sabe libre.
Izaskun, sigo reponiéndome.
Bueno, voy consiguiéndolo, pero son tantas cosas, tantas imágenes con las palabras tan precisas… Empezando por el mismo título, siempre importantísimo y que debe ser un relato en sí mismo, la posición omnisciente, limitada a lo único que realmente existe en el relato, que es ella y su asfixia…. y luego el alma del barco, el lamer de sus pies, la mano descarnada, puertas que se visten con una tapia, el arco iris de su piel, en fin si pudiera ordenarme un poco, te diría más cosas. Extraordinario. Quizás la última palabra… pero no me atrevo a sugerir otra.
Liberada al final por la dama de la muerte. Que bien contado y que triste resulta que su única salida sea el fin de la vida.
esa «mano descarnada» me encanta tanto como me da escalofríos.
Un beso Izaskum
Hola Izaskun,
Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Con tu relato he preparado un post en Melotemía. Espero que te guste.
Un beso.
Un relato demoledor, muy acorde con el tema del mes y con la lucha contra esta violencia que también hemos recordado hace pocos días. Me ha emocionado la descripción de la angustia y la desesperación de esta pobre mujer, que acaba abrazando la muerte como la única salida que le queda. Estremecedor.
Yo creo que este mes es tuyo 😉
Abrazos y suerte