38. LA LÓGICA DE ANITA Y LAS GALLINAS.
Ya ha entrado el otoño. Es hora de recoger las peras y manzanas. La casa huele a pastel,después de que la abuela Teresa ha tamizado la harina, cocido la fruta y también ha batido los huevos. Hoy Anita mientras ayudaba a la abuela a tirar las cáscaras le ha dicho enfadada.
_ Las gallinas son tontas.
Y Teresa, sorprendida ,le pregunta por qué.
_ Porque se dejan quitar los hijitos.
_ ¿Los hijitos?
_ Si, abuela, los huevos.
_ Pero Anita, no son sus hijos.
_ ¿Acaso el abuelo no me trajo el año pasado un pollito? ¿De dónde salió? Pues de un huevo.
_ ¡Anda que cosas tienes!
_ Yo cuando tenga hijos no me los dejaré quitar ni se los daré a nadie.
_ ¿Y cuántos hijos vas a tener?
_ Siete.
_ ¿Por qué siete justos?
_ Porque son los que valen.
_ ¿Cómo?
_ Sí abuela, tú tuviste diez. Uno de ellos se murió al nacer, otro se cayó al rio y mi madre fue tan tonta como las gallinas.
Pues sí qué es lista la Anita. Sobre todo, tratando de imitar a la abuela, claro. Simpático y fresco texto el que nos dejas, Begoña. Suerte y saludos.
La lógica infantil puede conducir a las conclusiones más insospechadas, pero también difícilmente rebatibles. Hubiera estado bien haber podido contemplar el rostro de la abuela con la última conclusión de su nieta.
Simpático relato.
Un abrazo y suerte, Begoña
Aunque provoque una sonrisa el hecho de ser una conversación con una niña, desde su mirada infantil, también tiene un regusto a tristeza, por las pérdidas de los hijos, tan frecuentes en otras épocas, en las que las mujeres tenían muchos partos y había enfermedades, hoy en día ya superadas. Enhorabuena, Begoña.
Un abrazo.
María José
Begoña, has acertado con el dialogo entre abuela y nieta. Suerte y saludos
Me gusta el relato de preguntas y respuestas. El final buenísimo.
Abrazos enredados de suerte.