6. La luz de un candil
Me causa dolor tan fiero, tan imposible de determinar, se dijo. Como sea que a pesar de que no estaba sola profirió tal frase que se dispararía de sus labios igual que una flecha hacia el exterior de la balconada, audaz, intrépida, semejante a una larga bocanada de humo haciendo jirones. La señora alta que preparaba la merienda se encogió de hombros consintiendo lo que había oído; su deber pues era preparar las meriendas en las tardes, ya fueren umbrías, ya soleadas. Abajo, en el pasillo, rodeado de muros fríos y llenos de culantrillos dormía el baúl traído de la lejana tierra de Calcuta, contenía mas peso en el lomo de nogal, que lo que hubiere estado en su interior: Camisas con blondas, vestidos de seda; mitones, etc. Prefirió el café, al té, las galletas de mantequilla, al pan tostado, sentarse en la tumbona del pequeño jardín, a ocupar una de las sillas de la sala. Las cartas que había escrito se amontonaban, algunas parecieran servilletas bien colocadas, bien dobladas; todo ello sobrepasaba el espíritu de ella, tan lleno de romanticismo y para nada escéptica; por lo tanto cada noche una carta, y la luz de un candil.
La soledad de la protagonista en un hogar para ancianos es lo que interpreté,tú dirás si me equivoco.O también podría ser la soledad en una mansión,pero firmemente creo que es el tema de la narración.Pero, más que el lugar, lo que me parece sumamente enriquecedor es la imagen de la escritura como salvadora.
En ese baúl que contiene menos de lo esperado, quizás esté el símbolo de esa vida.
Cariños y suerte!!!
Pues a mí se me hace difícil interpretarlo, pero está muy bien escrito.
Un detalle, a lo mejor voy errado por eso. No crees que después de «el café» sobra la coma ?
Un saludo
Son imágenes donde en efecto se recrean pensamientos, estados,etc.. en algún lugar del presente.
Agradecida por comentar el texto.
Cariños para ti también.
Me alegro que te haya gustado y también de doy las gracias por comentarlo. Pues de las dos maneras está bien, quiero decir que, la coma iría bien después del café o, simplemente pasar al té.
Saludos cordiales.
María, original punto de vista para tocar este tema. Suerte y saludos
Gracias Calamanda.
Saludos cordiales
Podría ser así, como dices. Haber vivido con toda clase de comodidades.
Ahora es otra etapa, otra vida.
Gracias Ana, qué amable eres.
Besos de vuelta para ti.
Voy a ser breve por un momento me ha dado la sensación de que leía a Rosalía de Castro, no sé por qué, de hecho he leído poco a esta autora; supongo que por ese personaje femenino tan introspectivo que has pintado con tus preciosas palabras.
Muchas gracias Lorenzo por tus palabras, de veras. Me alegra que te haya gustado el texto.
Gracias otra vez
Saludos.
María, esa luz del candil que guía nuestra vida, nuestra cotidianidad, ilusiones y pensamientos. Abrazos y mucha suerte.
Gracias Salvador, muy amable.
Abrazos para ti también
Me parece un relato que mira para afuera pero que sin embargo escribe para adentro. Hacia todo lo que es y que vive un personaje: añoranzas, recuerdos. Me parece muy bien escrito. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan, así es, así he querido que fuera.
Abrazos
Ya lo han comentado todos/as: la forma está impecable. El fondo me llena por lo que da de interpretación posible, esas soledad que te comentaban al principio y dando vueltas sobre el texto, me gusta el paralelismo entre lo que parece que lee yevoca el poema de Santa Teresa y la manera de integrarlo en la escena y relato que escribes. Suerte.
Me alegra sobremanera que te haya gustado de esa forma que describes.
Muchas gracias
Saludos cordiales.
María, me gusta todo en tu relato.
Felicidades.
Gracias María, eres muy generosa
Abrazos
Hola maría un ejercicio arriesgado, difícil en el uso del vocabulario y en la estructura que has llegado a orquestar en el relato.
Me gusta por ese lado y entiendo las diferentes situaciones entre lo cotidiano de la vida y la merienda y la abstracción del personaje. Esos momentos donde nos vamos, nos vamos y nos vamos de la cabeza estemos donde estemos.
Abrazos y suerte
En cierto modo es así tal y como lo describes.
Gracias por comentar, y un fuerte abrazo.
Hola María:
Me transmite dos cosas, primero soledad y luego nostalgia. Una mujer que revive en un instante dos tiempos y elige quedarse en el que se merienda galletas con café. El candil es la luz que hace de puente.
Muy bonito.
Besos
Son escenas del pasado y del presente, si, realmente como dices Isabel.
Me alegra que te haya gustado. Gracias por tu amabilidad.
Besos para ti también.
Asi, a la luz de un candil, debio nuestra mística Teresa deslizar la pluma sobre el.papel.Cuantas cartas de amor y pasión han debido escribirse bajo esa tenue luz. Como siempre saboreo con placer todo lo que escribes.
Suerte.
Qué bien verte aquí, Paz. Gracias por tu precioso comentario.
Abrazos y besos