51. LA PASIÓN DE JULIETTA
Huyendo de un perro que le doblaba el tamaño, Julietta enganchó una vara larga y fina que el jardinero había dejado junto a otros restos orgánicos y se impulsó, atravesando como una exhalación la tapia del patio, dándose de bruces contra el césped.
Las cortes sangrantes de su nariz alertaron a su madre, pero el cerebro de Julietta emanaba tal cascada de endorfinas, que las heridas cerraron de inmediato.
Astuta, Julietta escondió de inmediato la vara para, más tarde, examinarla minuciosamente. Era fuerte como el acero pero flexible como un junco. La naturaleza había puesto a su alcance un objeto mágico con el que pasaba horas practicando saltos imposibles, cuando sus padres no estaban.
Un día, la confianza, enemiga de la prudencia, puso fin al secreto.
La madre gritó escandalosamente, haciendo perder la magia a la pértiga y el equilibrio a Julietta que salió despedida, de forma nada elegante, por encima del arco de rosas.
¡Tienes que hacer algo con esta niña, Cosme! Lloriqueó la mujer, y él, resolutivo, lo hizo.
En el pódium mientras el himno solemne imponía silencio entre el público, Julietta, en lugar de morder la medalla de oro, se rascaba, sonriente, las cicatrices de la nariz.
Simpático relato, Mercedes. Las madres, con su apego a la realidad, que hacen que las cosas sean como tienen que ser, aunque, eso sí, usando a su marido como brazo ejecutor. Y todo por nuestro bien, claro.
Un saludo y suerte.
Eso pretendía Jesús, que fuera ameno y de corte veraniego. El entrenamiento a ultranza es para el invierno…jajaja
Saludos y feliz verano.
Efectivamente Ana, lo has entendido muy bien. Muchas gracias y unos felices días de verano.
Como es habitual en ti, has compuesto un relato lleno de sencillez, emotividad y sentimiento. ¿Cuánto deportista de élite se pierde en los rincones rurales por falta de oportunidades? Un abrazo.
Eso es lo que más me gusta Antonio, que veas en este escrito, más bien simple, sencillez y emotividad. He querido ser la niña del verano, la que no tiene miedo y se impulsa por encima de cualquier obstáculo. ¿ Qué sería de la época estival sin estos ingredientes?
Suerte y abrazos.
Una historia con encanto, la madres siempre pendientes de todo y el padre viendo la habilidad de la niña con la pértiga,lo que la llevó a ser campeona de esa modalidad.
Saludos y suerte en esta convocatoria.
El padre loco de contento y frotándose las manos cuando pudo abandonar su sillón sempiterno y gozar en primera línea de un acontecimiento tan especial.
…y la madre… diciendo, la niña ha salido a mi, fíjate, es una gacela…jajaja
Gracias Puri. Feliz comienzo de agosto.
Desde el frío de este sur argentino, disfruto esta imagen de niña que no se doblega y sigue adelante, como alguna lo hicimos sin llegar al premio, pero orgullosos de saber que podemos.
Muy buen Relato Mercedes. Un abrazo y suerte.
Muchos te estarán envidiado con el frío de tu hogar. En el Mediterráneo el aire marino sopla benévolo, no hay calima hoy. Tal vez…podamos ver como es el estado de las instalaciones en Río. ..da miedo y sobre todo da rabia y pena porque aquellos que pueden arreglar eso, y el hambre, y todo, no quieren.
Que somos muchos dicen…y hacen como si se aplicara naturalmente la Teoría Sintética. Qué ralea.
Gracias Moli y, envía cuando puedas un trocito de invierno. Ahí va un rayo de sol con nombre propio, dispuesto a aportar VitD.
Mercedes, bonita y bien contada tu historia del dia a dia de una familia mas o menos convencional. Suerte y saludos
Eso Calamanda, esas me parecen las más bonitas historias, las comunes, la del día a día.
Gracias y muchiiisina suerte.abrazos
Una varita mágica en toda regla.
Divertido y refrescante.
Un saludo, Mercedes, y suerte.
Gracias Margarita, tu nombre si que es refrescante y bucólico. Tú Del Brezo, yo Del Valle…qué buen tándem. Abrazos de agosto, osea, no muy pegajosos que azota Lorenzo.
El perro también tiene su mérito, jajaja. Una huida que dio de bruces con su destino, unos padres con diferentes formas de canalizar un mismo amor, protección y estímulo. Y al final la cosecha del esfuerzo, la gloria. Muy buen relato, original y refrescante, sobre las señales que encauzan nuestro camino. Abrazos, Mercedes.
Suele ocurrir a menudo, Salvador. De pronto sucede algo y te abre una puerta inesperada y te llenas de ilusión. Gracias por venir y dejar tus impresiones. Abrazos de agosto. Que estés felíz.
Nunca se sabe dónde nos pueden llevar las aficiones, pero es bueno dedicarle tiempo a aquello que nos llena. Y las madres y padres, bueno, ahí están. Cuántos medallistas vendrán de una historia semejante a esta!
Un abrazo.
Carme.
Eso es cierto Carme, seguro que más de una victoria tiene detrás una historia curiosa, un cúmulo de casualidades que no lo son en absoluto. Gracias por venir. Un placer.