76. La plaga
El sol comienza a descender peinando los montes del horizonte, es el momento de regar las plantas que adornan mi balcón. En la lejanía veo una gran nube negra moviéndose a gran velocidad. Oigo un zumbido proveniente de la mancha que oscurece el cielo. No distingo qué clase de bichos son, pero el ruido cada vez me asusta más y decido entrar en casa. Las tinieblas tiñen las vidrieras. Me encierro en el baño que no tiene ventana. Escucho el sonido de cristales rotos y el zumbido ensordecedor aproximarse. Veo cómo intentan pasar por debajo de la puerta donde coloco una toalla. Comienzan a verse unas alas por las rendijas del conducto de ventilación. El pánico me paraliza hasta que todo se convierte en noche.
A pocos kilómetros, bajo tierra, unos científicos se pelean contra un batallón de insectos rabiosos dispuestos a escapar del laboratorio.
Espeluznante!!
Bravo!!
Creemos que podemos manipular la naturaleza a nuestro antojo, pero ésta se revela a veces, seguro que con razón y, cuando lo hace, no hay quien la detenga. Esos científicos parecen los responsables de la peligrosa plaga de insectos que ha invadido esa ciudad y se les ha ido de las manos, con una tensión que avanza in crescendo, una intriga que bien podría considerarse en la buena línea de la de «Los pájaros» de Hitchcock.
Un abrazo y suerte, Blanca
Muchas gracias Ángel por tus palabras.
Como dices, los humanos solemos jugar a ser dioses con la naturaleza, creando peligros a corto o largo plazo.
Un saludo
Gracias Susana por tu comentario.
Un saludo