89. La sentencia
Los días muy luminosos Matilde abre la ventana de par en par y se asoma a los recuerdos. Deja que su mirada se pierda en la lejanía hasta que sus inquietos ojos logran atisbar, junto a una pequeña loma a cuyos pies discurre la carretera, la silueta del viejo hotel. “Todavía sigue allí”, dice para sí al tiempo que una sensación agridulce embarga todo su ser.
Hoy ha venido su hijo Carlos a verla; su único hijo. Su nacimiento, tras diez años de matrimonio, fue como un milagro; así lo contaba a todo el mundo Juan, su difunto marido.
Esta tarde madre e hijo se acercarán juntos al viejo hotel que, aquejado de abandono y soledad tras la construcción de la autopista, lleva muchos años cerrado.
Esperarán al ocaso, a esa hora mágica en la que el sol se cuela en las estancias, cual avezado detective, dilucidando enigmas y desvelando secretos; como el que se esconde tras la penetrante mirada del antiguo director del hotel, cuyo retrato todavía preside la recepción.
Conforme se acercan, Matilde recuerda a Juan y piensa en la sentencia que tantas veces oyó a su madre: “Las mentiras piadosas han hecho a muchas personas felices”.
Necesité releerlo para descubrir el enigma, y me ha encantado. Es un relato perfecto, para mi gusto.
Hola, Edita, me hace ilusión que me digas que necesitaste releerlo porque suelo pecar de contar demasiado. Y si encima te parece perfecto, ¿qué más puedo pedir? Un millón de gracias y un abrazo.
No te cuento ninguna mentira, ni piadosa, tu relato me ha gustado mucho, está todo atado con las palabras justas. Estupendo.
Saludos admirados.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Paloma. Mil gracias por tus generosas palabras. Saludos igualmente admirados para ti.
Juana, me ha parecido un relato precioso, con broche final incluido.
Me ha encantado cómo has ido narrando la historia de principio a fin.
Un abrazo
Me encanta que te encante, Blanca. Agradezco muchísimo tu visita y comentario. Otro abrazo para ti.
Es inevitable terminar de leer tu relato con una sonrisa.
Enhorabuena, Juana.
Celebro tu sonrisa al final del relato, Patricia. Gracias por tu visita y palabras.
Juana un relato lleno de sentimientos. Ese toque poético le da una gran intensidad y belleza a tu texto
Esos secretillosss…Un poco pícara la amante_ viuda.
Un beso.
Gracias, Mª Belén, por valorar así lo del toque poético. A veces tengo miedo de resultar cursi. Sí, ella prefirió que Juan se creyera el padre, pero está dispuesta a contar la verdad al hijo. Con una mentira ya vale. Mil gracias por tu visita y comentario. Otro beso para ti.
Juana Mª, su ritmo sinuoso y continuo dan facilidad a su lectura. El final proporciona sonrisas y cábalas de todo tipo. Suerte y saludos
Me ilusiona que el texto proporcione cábalas. A ver si voy aprendiendo, porque tiendo a ser demasiado previsible. Agradezco mucho tus palabras, Calamanda. Suerte también para ti y saludos
Juana, me ha gustado mucho tu relato, que nos lleva de la mano hasta un final que a mí me deja con la desazón de saber si le cuenta a su hijo la verdad sobre su padre. Por cierto, agradecerte tu felicitación por mi mención de junio. Abrazos y mucha suerte.
Ella, así como tuvo claro no decirle la verdad a su marido, no quiere que pase más tiempo sin que el hijo sepa quién es su padre. Gracias, Salvador, por tu visita y palabras. Suerte y abrazos también para ti.
Todo tu relato está envuelto en una melancolía que nos deja la misma sensación agridulce que a tu protagonista. Está muy bien que sus recuerdos se asocien a los días luminosos, ese viejo hotel abandonado por una autopista como una imagen de la soledad (me gusta pensar que también fue la que quizá sufrió el director), y que su secreto se resuma en la frase final.
Suerte y saludos.
Gracias, Rafa, por este interesante comentario al relato. Suerte también para ti y saludos.
A mí me lleva a pensar que tu protagonista buscaba la maternidad y se aferró a quien tenía a mano para lograrla, de ahí la sensación agridulce. Y no parece que contase una mentira piadosa, solo calló. Besos y suerte.
Bueno, omitir la verdad también es una forma de mentir. Ella hizo creer a Juan que era el padre de Carlos y nunca contó al director del hotel que el hijo era suyo. Pero ahora Matilde no puede soportar más tiempo tener engañado al hijo. Gracias, Ana, por tus palabras y besos también para ti.
Interesante historia que nos deja mucho en que pensar.
Suerte Juana.
Me alegra que te haya parecido interesante, Rafa. Gracias por comentar y suerte también para ti.
Me gustó mucho tu relato (de hecho es la primera vez que opino de uno). Me gustó porque te mueve las tripas, no se queda entre los dientes. Suerte. El relato lo merece de veras.
Tu generoso comentario es todo un honor para mí, Raul. Mil gracias y saludos cordiales.
Qué buen relato, JUANA; se desovilla parsimoniosamente dejando los puntos justos para que el lector vaya tejiendo la historia en su mente. No sé que me deja más perpleja, si la ingenuidad del marido o la mirada penetrante del director (imagino que es de amor contenido). Tiene razón la viuda al decir lo que dice, pero olvida un detalle importantísimo: así sean piadosas, las mentiras tienen patas cortas 😉
Cariños,
Mariángeles
Al marido le hacía tanta ilusión ser padre que prefirió creer en el milagro antes de pensar en una infidelidad.
Sí, el director tenía una mirada muy «penetrante» y tuvo sus efectos.
Tienes razón en lo que dices sobre las mentiras, aunque algunas de tanto repetirlas acaban funcionando como verdades. Gracias, Mariángeles, por tu detallado comentario. Besos.
Una mujer que tiene un hijo con alguien distinto a su marido, una situación que deja al descubierto dos posibles opciones:
Simplemente fue consecuencia de una relación clandestina, o fue buscado para dar descendencia a su marido e ilusión a su matrimonio
Un relato que plantea a todo el que lo lee dudas morales, resumidas en la espléndida frase final.
Gracias, Juana, por los buenos textos que compartes. Aparte, personalmente, quería agradecerte también tu felicitación por la mención que he tenido en junio.
Un abrazo y suerte
La verdad es que cuando lo escribí, en mi imaginación estaba la segunda opción que planteas, pero bien podría haber sido también la primera. Gracias, Ángel, por tus minuciosos comentarios a cada relato. Y qué decir de tus textos, de los que otros vamos aprendiendo. Otro abrazo y que sigas teniendo suerte.
Me parece un gran relato muy bien construido. Esta historia de tres que acabó siendo de cuatro, esa mirada al pasado ahora yermo, y ese mensaje final que pretende justificar a tu protagonista. Redondo, redondo. Mucha suerte 🙂
Es todo un regalo la valoración que has hecho del relato, así que te lo agradezco mucho, Juan Antonio. Suerte también para ti con tu espléndido relato de este mes.
Un relato lleno de nostalgia, muy bien narrado, desde esa mirada que vaga por el paisaje hasta la frase final en la que se desvela el misterio. Yo, no se si tuve una intuición, pero ya imaginé algo así cuando explicaste que el nacimiento de su único hijo había sido como un milagro. Vamos, que pistas ya nos habías dado y muy bien dadas. Un magnífico relato Juana.
Suerte y abrazos
Mil gracias por tus generosas palabras comentando el relato, Anna. Suerte y abrazos para ti también.
Muchas gracias, Ana, por leer y comentar. Suerte y besos también para ti.
Juana, muy bien, me encantan los relatos que además de narrar poetizan. Me quedo con esta expresión que ya te obliga a leer hasta el final: Matilde abre la ventana de par en par y se asoma a los recuerdos.
Gracias Lorenzo por valorar la pinceladas poéticas que aparecen en el relato. Saludos
Bonito relato, Juana, narrado con delicadeza y ternura. Un abrazo y suerte
Muchas gracias por tus amables palabras, Concha. Otro abrazo y suerte también para ti.
Muy bien relatado, con frases que nos guían y descubren esa mentira que ya no es necesaria.
Un abrazo y suerte.
Agradezco mucho tu lectura y comentario, Moli. Otro abrazo y suerte también para ti.
El micro está lleno de sentimientos. Me gusta su desarrollo y como lo narras. Un fuerte abrazo ,Sotirios.(Un relato mío Valentina ha sido publicado en un libro que se llama “Antología I concurso de terror” Está en mi blog sotiriosmoutsanas.blogspot.com me daría mucha ilusión que lo leyeras)
Hola, Sotirios, muchas gracias por tu generosa valoración del relato. Me alegro por la publicación de tu relato «Valentina» y te prometo que lo leo y te comento en el blog. Saludos.
Yo no sé porque tienen una foto de Espíritu santo en al hotel ese. Un relato muy evocador y bien llevado, con un toque pícaro. Suerte.
Besísimos.
Los espíritus no salen en las fotos, aunque sean santos (jajaja). Gracias por comentar Barlon. Suerte y abrazo también para ti.