91. LA ÚLTIMA COPA
Llegamos por fin a aquel local y los músicos se arrancaron con una melodía que me sonaba familiar. Era un salón de baile, de esos con orquesta en vivo, y el vocalista –me salió la palabra sin pensar– era un hombre de mediana edad, con smoking y una voz como de terciopelo. Tú sonreías feliz mientras bailábamos, con una pericia que a mí mismo me dejaba estupefacto. Estabas estupenda, con un vestido negro ceñido que me provocaba sensaciones casi ya olvidadas. El ambiente me resultaba decadente, con un aire a aquella escena final de El último tango en París, pero al mismo tiempo me proporcionaba una rara felicidad. En un momento dado me dijiste: “gracias por traerme”, y supe que ese era decididamente el primer día del resto de mi vida. Una vida que discurriría por derroteros bien distintos a la que acababa de dejar atrás cuando empujé la puerta giratoria de la entrada.
Hay momentos y lugares que marcan una inflexión en nuestra existencia, un antes y un después, umbrales que una vez traspasados no tienen vuelta atrás. Una vez encontrado ese escenario correcto, acompañados además por la persona adecuada, podremos de verdad vivir a nuestra manera.
Un abrazo Antonio. Suerte y feliz año
Gracias, Ángel. Igual te deseo.
Hay momentos que te cambian la vida, y tú lo has sabido capturar con esta historia llena de buenas maneras y mejores letras. Mucha suerte Antonio 🙂
ANTONIO, esa nueva realidad que cuentas es esperanzadora, como el año nuevo. Felices fiestas y suerte, saludos
Me suena a volver a empezar tu relato, muy positivo.
Me gusta tu manera de llevarlo, sin prisa.
Un abrazo y feliz 2016.
A mí lo que intriga es esa manera que tiene tu protagonista de no reconocerse a si mismo en la escena: baila con una soltura que no imaginaba, las palabras le salen sin pensar, sensaciones casi olvidadas… Me intriga y me sugiere que detrás de esta escena hay otra historia que no nos cuentas y que debemos imaginar, y eso me gusta.
Suerte y besos.
Sí Anna, por ahí va la cosa. El relato cuenta poco -a lo peor demasiado poco- pero pretende sugerir que existe un renacer, un momento mágico que rompe con años grises e inicia una vida más intensa. Puede ser con la pareja de siempre o con alguien que se acaba de conocer. En todo caso es un comienzo. Gracias por tu comentario. Me alegra esa buena conexión con la historia no contada.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Nos seguimos viendo por aquí en el año que empieza. Feliz 2016.
Un nuevo comienzo, un nuevo sentir, tras pasar una puerta giratoria, que bien podría significar el dar un giro a la vida que hasta ahora se mostraba monótona o con falta de alegría.
Lo has contado de una manera estupenda y nos hace llegar ese mensaje de nuevas oportunidades.
Un abrazo Antonio.