88. La última gran batalla.
Con el pómulo sangrando y la nariz rota me senté sobre la nevera portátil. Miré a mi alrededor y comprobé que todo era mío… nuestro. Hice un recuento de los miembros de la familia; no había ninguna baja. El niño tenía la cara llena de arañazos y no paraba de llorar abrazado por su madre que me miraba sonriendo haciéndome un guiño con el ojo morado. La abuela, con un chichón en la frente, no paraba de escupir por su boca blasfemias inclasificables. El abuelo aún seguía en posición de batalla, agitando su bastón roto y tocándose sus partes con actitud grotesca. A mi lado mi hijo mayor, un gran combatiente, que con mucho orgullo abrió la sombrilla que ponía fin a la última gran batalla por conquistar la primera línea de playa.
Divertido y gráfico, muy gráfico. Y real como la vida misma. Enhorabuena.
Gracias Eduardo. Esto pasa, aunque con menos violencia, creo.
Saludos
Inefable batalla familiar, pero sobre todo, refrescante.
A ver si aún nos quedan días de playa….
Mucho más meritorio poner la sombrilla en primera linea que clavar la bandera en la colina conquistada. Muy divertido.
Suerte Enrique.
Es divertido verlo tumbado en la playa con una cerveza en la mano 😀
Un saludo
Henry, esa batalla puede ser una metáfora de la civilización frente a la barbarie. Muy divertida.
Un saludo
JM
Si. En una batalla siempre hay dos perdedores.
Saludos
Muy ingeniosa y real, con un ligero tinte de humor.
Suerte
Gracias Maria Jesus. El humor que no falte nunca.
Je,je,je….je,je,je.Dura batalla, sin duda, Felicidades Enrique.
Si, tuvo que ser dura. Aunque seguro que les mereció la pena.
¡Bien hecho! Al enemigo ni agua ni arena. Genial la imagen del abuelo.
Saludos.
La familia unida jamás será vencida .
Buena tensión.
Felicidades, Enrique
Si Luis, seguro que tras la tormenta viene la calma, y al poner la sombrilla, todos se relajan.
Saludos
Enrique, en tono de humor cuentas mas de lo que dices. Suerte y saludos
Los hombres y su gen violento que perdurará hasta su extinción. No sé si por suerte o por desgracia, esta violencia nos acompaña desde el principio.
Buena batalla esa de la playa. Yo tengo suerte en vez de la primera línea de playa me gusta la última. Nunca entendí que diversión hay en estar pisándole la cabeza al de al lado, o tragándote el humo del de enfrente. En fin a pesar de todo ojalá estuviéramos allí, en la playa.
Saludos.
A mi, como me gusta ir o muy temprano o muy tarde, nunca tengo problemas.
Saludos
¡Magnífico!
Gracias Patricia.
Simpático. Una conquista al revés, y muy visual. Como peguita decir que se ve venir un final humorístico.
Abracísimos.
Gracias Barlon. El humor, como ya he dicho antes, que nunca falte.
Saludos
Gracias Ana. Siento haberos llenado la playa con estas imágenes. A la abuela se le ven las enaguas que se le han roto un poco en la batalla.
Saludos
Enrique, te agradezco la sonrisa.
En un mundo lleno de batallas cotidianas, la tuya representa una forma valiente de conseguir un «pedazo de tierra» jajaja.
Me ha gustado mucho.
Seguro que te vemos en el listado final.
Hay que alegrar la vida. Un buen ejemplo es esta sátira tan bien contada: misterio, sorpresa, humor, ironía…
Un abrazoooo
Gracias Amparo.
Hay batallas allí por donde mires, incluso internamente.
Saludos
Divertida batalla envuelta en arena y playa. Ocurrente y bien contada, casi como conquistar «La colina de la hamburguesa».
un abrazo Enrique.
Suena bien eso de la colina de la hamburguesa 😀
Un saludo
Batallas como esa hay todos los veranos,jejej el caso es resultar ganador ya el premio es muy salado y muchos son los combatientes pero pocos los vencedores
Me ha gustado esta batalla, alguna que otra vez he participado en ella.
Un abrazo
A mi me gusta verlas desde la lejanía. Y mientras se está disputando, plantar mi sombrilla en medio. 😀
Un saludo
La batalla perfecta, con daños, pero sin bajas; y llena de humor. Me ha gustado mucho, porque hacer reír es muuuucho más difícil que hacer llorar, y tú lo has bordado.
Suerte.
Hola Paloma. Hacer es más facil porque solemos estar más tristes.
Muchas gracias.
Un saludo
Muy gracioso, y hasta el final no me he dado cuenta cual era la batalla.
Qué estampa familiar tan buena y qué papelón el de cada uno.
Ja jajaja
A todos nos hubiera gustado ver como se lleva a cabo esta batalla, pero como el tema del mes era sobre «tras la batalla…» Lo dejaremos para otra próxima.
Un saludo
Jajajaja D.Enrique directo a los músculos flojos que se dilatan rápido en la risa que produce tu relato. Bienvenido el humor, el buen humor, eso tan difícil, al menos para mí y por ello te admiro, por eso y por el relato jajajaja.
abrazos y suerte
Gracias Manuel por tu comentario.
Un poco tarde en responderte, pero las vacaciones son las vacaciones.
Un saludo
Felicidades, Enrique! Ya estás en el libro, además con un relato divertido que hará sonreír entre tantos tristes.