63. La venganza
Aún no comprendo el porqué de aquella cena, después de un día tan agotador de trabajo. Explotación, aunque la empresa funciona bien. Una ducha rápida, un suave maquillaje. ¡Qué cara tengo de cansada! Me miro al espejo y no me veo, de que me vale llevar este vestido de trescientos euros, lo que me hace falta es ir a la peluquería.
-¿Cuándo? Si no he tenido en todo el día un momento libre y por si fuese poco, venga lloviznar. Mi pelo tan decaído. Tanto vestido ¿Para qué? Al final me lo recojo hacía un lado, está horrible, pero adelante.
Camino del restaurante, divisé aquella peluquería que estaba con la luz encendida –Quizás esté abierta- Llamé al timbre y me abrieron ¿Qué desea? Me podría peinar, es que voy a una cena. Está cerrada, pero te cojo. La peluquera era una chica joven que me lavó con dulzura.
-¿Quiere algo especial? No, lo dejo a tu gusto.
Me echarás bastante laca, hay tanta humedad. Toda la que usted quiera y entonces descolgó de la pared aquel extintor rociándome todo el pelo.
-¿No me recuerdas? Soy la novia de tu ex. Punto final.