62. LA VIUDA ROSA
Siempre elige ropa interior rosa y medias de cristal a juego con el sujetador. Los viernes por la tarde Sally empapa su cuerpo en Chanel y se ajusta la minifalda antes de salir de caza.
Entrará contoneándose en El Pink para no pasar desapercibida, y el camarero le servirá un Cosmopolitan al fondo de la barra. Antes del segundo sorbo alguno la invitará a otra copa, y ella la rechazará si no está lo suficientemente borracho y su dedo anular carece de alianza.
Hoy su presa apesta a alcohol, pasa de los cuarenta y es bien parecido. Enseguida se sobrepasa con ella, a lo que Sally corresponde con una sonrisa de complicidad.
Dejará que le pague la última y la invite al asiento posterior de su coche, allí permitirá que la desnude y le sobe los pechos cuanto quiera. Cuando detecte su predisposición se soltará la melena y, por sorpresa, le hundirá en la garganta el alfiler de una cuarta que anudaba su pelo, hasta notar cómo le perfora la médula.
Y es que Sally no soporta los maridos infieles, esos que engañan a sus mujeres los viernes por la tarde después de la oficina.
Tu protagonista, sin demasiados escrúpulos, que en apariencia parece vivir de sus encantos, o, tal vez, buscar aventuras, lo que en realidad pretende es la venganza contra todos los hombres infieles como, posiblemente, también lo fue su marido, de ahí su viudez. Una mujer de armas tomar, que utiliza el rosa como tapadera de inocencia y como gancho, pero que en realidad es tan letal o más como la araña viuda negra, cada una teje su trampa a su manera.
Un relato sobre venganzas totales con procedimientos sutiles.
Un abrazo y suerte, Ton
Ángel, muchas gracias por pasarte a comentar y acertar con tu análisis sobre esta malévola mujer.
Un fuerte abrazo,
Ton
Sorprendente final. Interesante propuesta.
Suerte!
Muchas gracias por tu lectura, Yolanda.
Abrazos,
Ton
Buena historia, Ton.
Un abrazo y suerte.
Hola,Ton.
Me da a mí que esta tal Sally arrastra un trauma bastante gordo. Pobre de quien no goce de su aprobación.
Un cálido saludo.
Menuda psicópata. Un buen relato, original y con sorpresa final.Un beso.
Ton, muy bueno tu relato de esa viuda rosa implacable con los maridos infieles. Tal vez, la hicieron sufrir demasiado…
Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Muchas gracias, Asun, Pilar, Barceló, por vuestra lectura, por vuestros comentarios y ánimos.
Dous bicos e una aperta.
Después del comentario de Ángel, ¿qué más se puede decir? Ah, sí: que me encanta. Porque esa viuda ¿rosa? me ha atrapado en su telaraña vengativa; sin piedad, sin remilgos.
Un relato que no deja indiferente y con un final muy muy sorprendente. ¡Vaya loca!
Mucha suerte con él.
Hola, Edita y Nuria. Agradecido por vuestra lectura y comentarios.
Fuerte abrazo para las dos.
Vaya con Sally. Con lo bien arregladita que se presentaba, ja, ja.
Un buen retrato de una mujer, una asesina ya, despechada. Ya me estaba pareciendo a mí, muy selectiva a la hora de escoger maromo.
Muy ingenioso tu relato Ton. Feliz noche y mis mejores deseos para ti.
Muchas gracias a ti, Mercedes, por la lectura, por el comentario.
Abrazos.
Hola, Ton.
Me encanta. Los dos primeros párrafos atrapan la atención, aún no sabemos dónde nos llevarás, pero sin dudas a algo interesante. Cuando utilizas la palabra “presa” nos adviertes que el juego no ha de ser tan divertido para el hombre, y pronto lo comprobamos.
Muy bien escrito y muy visual el relato de esta señora que no comete el pecado de aburrirse los viernes a la happy hour.
Un abrazo y ¡Mucha suerte!
Hola, Jorge.
Encantado con tu lectura y comentario.
Abrazo fuerte.