LA VUELTA
Solo dos días y se acaba el tiempo de las bicicletas y el homenaje al Tour y a la Vuelta, aunque esta última la tendremos presente en las noticias hasta el 13 de septiembre.
Voy a ser sincera y diré que como no me gusta la canción que acompaña la Vuelta 2015, he buscado en el baúl de los recuerdos y he encontrado este videoclip del año 2000, El cielo no entiende de OBK. Mirando la carrera tenemos a Federico, el protagonista del microrrelato, De siestas, demarrajes y bicicletas de nuestro compañero enteciano Jesús Bueno (Ignacio Urtiaga)
«Está científicamente demostrado o, al menos, mayoritariamente aceptado por la sabiduría popular, que la combinación entre una retransmisión de ciclismo y la sobremesa mesetaria da como resultado irremediable una fantástica siesta.
Lo comprobaba Federico, un niño de once años, quedándose dormido en cada etapa a treinta kilómetros de la llegada hasta un instante después de que el ganador cruzara la meta y el énfasis del comentarista alterara el volumen del televisor. Entonces despertaba. Pero no le importaba habérselo perdido, ya que en sus sueños formaba parte del pelotón, aprovechaba el rebufo de las estrellas y, en ocasiones, hasta ganaba la etapa.
Años después, siendo Federico ya un joven ciclista, en la etapa reina de una gran vuelta, se encontró coronando el último puerto en el grupo perseguidor a sólo un minuto del líder escapado. Aunque nadie hubiera apostado por él, demarró en el descenso y, con actitud temeraria, empezó a recortar diferencias, haciendo de curvas rectas, volando sobre la bicicleta, asombrando al mundo. Alcanzó al fugado, y siguió dando pedaladas, dejándolo atrás, hasta cruzar la meta sin levantar los brazos.
No publicaron su foto en el diario porque, curiosamente, en todas las que le hicieron, salía con los ojos cerrados.»