70. LAMENTO MUSICAL (Nani Canovaca)
Ahora entiendo el motivo por el que me alteraba cuando comencé a conocer este género musical. Me afectaba y pareciera que se me clavara en el alma. Como el llanto reprimido y doloroso que siempre descubrí en tu rostro, tus ojos y que se te prendía a flor de piel.
¡Clavado, no conseguías espantarlo!
Al final comprendí este arte musical, que incluso he llegado a disfrutar, haciéndome intuir. Lo mismo que descubrí aquel dolor que no supiste superar y que terminó apagándote, como la nota final acompasada y callada, cuando el saxofón se queda solo y termina la partitura, dejando prendida una lágrima en la última nota que normalmente cae al suelo, como recuerdo de todo lo que significó su origen.
Hubo un tiempo que me sofocaba no comprender el arte y la pena, unidas.
Hoy, Jazz y sentimiento, van tan unidos a mí, como tu mirada y mi sentir.
Los sentimientos nos hacen humanos, en el mejor sentido de la palabra; el arte consigue transmitir lo que se tiene dentro. El jazz, con su lenguaje particular y universal, puede constituir un puente de comunicación entre las personas, un pasaje al espíritu individual de quien lo interpreta, que al mismo tiempo conecta con otros, lo que no deja de producir asombro.
Un abrazo y suerte, Nani
El jazz es de esos géneros musicales que más sentimientos pueden provocar, en tu relato lo unes muy acertadamente.
Un abrazo