14. Las apariencias engañan
Cuando Laura entró en su habitación se sorprendió al ver un sobre rojo posado en la mesita de noche. Era una invitación para dos personas a un baile de máscaras. Llamó a su amiga y vecina de habitación Alice, que como ella estudiaba en Venecia con beca Erasmus. Debían llevar de disfraz una capa negra con capucha, larga hasta los pies y otro detalle, no llevarían nada debajo.
A la hora prevista, las recogió una lancha cerca de su residencia en Fondamenta Croce . Llegaron enseguida a uno de los palazzi que bordean el Gran Canal. Era cerca de las doce cuando un caballero se acercó a ellas rogándoles seguir.
Las introdujo en una sala circular donde nueve personas ordenaron que se colocaran en el centro y que se quitaran las capas, a lo que ellas no respondieron. Después de un instante repitieron la orden, en ese momento se oyó el tañido de una campana marcando las doce. Las jóvenes no dudaron entonces y las capas cayeron al suelo. Las miradas libidinosas se transformaron en un rictus de terror al contemplar la metamorfosis de aquellos cuerpos hermosos. No les dieron tiempo a reaccionar, los dos bellos ejemplares de lobas se lanzaron sobre ellos desgarrándoles vivos.
En lo alto de la Basílica dei Frari se podían ver las siluetas de dos lobas aullando a la luna llena.
Todo misterio en Venecia tiene un origen pagano, feroz y sicalíptico. esa ciudad, si de veras existe, es magnífica. Enhorabuena por el relato, muy sugerente.
Un saludo
JM
Muchísimas gracias por tu comentario, Juan. La Serenissima es una ciudad maravillosa.
Un saludo.
Los trazos eróticos del principio han derivado en terror.
Me gusta la imagen de esas lobas aullando a la luna.
Besos.
Muchas gracias, Inés, por tu comentario. A mí también me gusta mucho esa imagen.
Un beso.
Buen relato que torna de lo que parecía ser erótico en un relato terrorífico.
Un saludo
Gracias, Blanca, por pasar y comentar.
Un saludo.
Ginette, el juego del carnaval, sobre todo en Venecia, hace posible lo imposible; muy visuales esas situaciones extraordinarias, y bien contadas. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Venecia da juego para mucho, es fantástica.
Un saludo.
Como gárgolas que han tomado vida.
Dos caperucitas que se transforman en lobas.
Me gusta. Suerte.
Saludos.
No había pensado en las caperucitas, pero ahora que lo dices…
Gracias, Virtudes, por pasarte.
Un saludo.
Ginette, muy bueno. !Vaya dos cenicientas¡ A ver quién les pone a estas el zapatito de cristal, jaja. Saludos y suerte.
Tienes razón, me he inspirado en la peli «Eyes wide shut» de Stanley Kubrick . De hecho encargaron las máscaras en un taller de Venecia.
Muchas gracias, Ana, por tu comentario.
Un beso.
Muchas gracias, Salvador. Anda, si Virtudes pensó en Caperucitas, tú en Cenicientas…las mías seguro que no quieren zapatitos de cristal, jeje.
Un saludo.
Muy imaginativo y con un final muy sorprendente, además de bien ambientado y contado. Felicidades y suerte, Amélie. Saludos
Pues muchas gracias, Juana, por tu amable comentario.
Un saludo.
Sobervio y espeluznante. Me gusto mucho y disfrute leyendolo.
Un beso
Me alegro que te haya gustado y disfrutado. Gracias por leerme.
Un beso.
Eso sí que son unas lobas disfrutando de su beca Erasmus. Me ha gustado y es de los favoritos de este mes.
Jo, pues cuánto me alegro de lo que me cuentas. Me hace mucha ilusión.
Menudo sitio Venecia para ir de Erasmus..conozco uno que estuvo un curso y volvió encantado.
Un abrazo, Lorenzo.
Muy sugerente el principio e inesperado el final, las inocentes estudiantes convertidas en lobas. Anda que no se lo pasan bien las Erasmus, yendo desnudas a bailes de máscaras y zampándose a la concurrencia, para que luego digan que es todo estudiar y más estudiar. Hablaré con mi sobrina, que está de Erasmus en París, a ver qué planes tiene para carnaval 🙂 Suerte y besos.
Tampoco es mal sitio París para ir de Erasmus, tu sobrina lo tiene que apreciar. Se disfruta pero también se estudia , da tiempo para todo. Qué pena de recortes en las becas, creo que es una experiencia única que todos los estudiantes deberían vivir.
Gracias, Ana, por tu comentario.
Un beso.
Hace bien el ministro Wert en restringir el programa Erasmus.
Está muy bien tu relato. Venecia se presta a estas aventuras de novela negra, y tu, con tu sensibilidad y elegancia, lo has bordado.
Además no dudo que conoces bien el lugar.
Beson Ginete.
Muchísimas gracias por tus palabras, Jesús, pero no me seas malo «maloso» como Wert deseoso de fastidiar.
Un beso.
Terrorífica metamorfosis. Un relato lleno de sensualidad y belleza con sorprendente final. Un saludo
Gracias, Ángel por pasarte y comentar.
Un saludo.
Precioso Ginette. Este mes hemos coincidido en una idea, ¡la capa negra con capucha hasta los pies! Muy sugerente. Me ha gustado. Un saludo
Gracias, Concha. Este mes he visto muchas capas largas en el blog, son muy intrigantes.
Un saludo.
Menuda sorpresa!! MUy buen relato. Enhorabuena y suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani, por pasarte y comentar.
Besos.
Sin duda las apariencias engañan, pero en este caso ha sido demasiado.
A este paso este carnaval no nos vamos a fiar de nadie.
Saludos
Ya te digo. No hay que fiarse de NADIE.
Un beso, Asun.
Amélie, evocadoras imágenes de Venecia, siempre impactantes. También pensé en «eyes….».
No estoy de acuerdo con Jesús Alfonso, ¿Dónde voy yo con lo que dan en Orgasmus?, en dos días estoy de vuelta. Ahora que me toca a mi, empiezan los recortes, no hay derecho.
Iré a Chinchón un fin de semana, ja ja ja.
Un beso
Pobre Epi, te ha tocado mal momento, pero bueno hay que consolarse, Chinchón tampoco está mal, jejeje.
Un beso.
Buena mezcla de terror y erotismo como algunas de esas antiguas películas que buscaban espectadores con uno y otro morbo. Vaya par de lobas en pleno Erasmus que nos has colocado en Venecia. Sorprendente final con unas «Cenicientas» que tienen que esperar a las 12.
Suerte y saludos.