Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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73. Las batallitas del abuelo Domitilo (Reve Llyn)

A la guerra no vas, a la guerra te llevan, fue la respuesta de mi abuelo cuando le pregunté si había luchado en ella. Defensor de los derechos humanos y practicante del amor libre, muchos en el pueblo  le tenían ganas por distintos motivos. Quedarse hubiera significado un fusilamiento seguro, así que se echó al monte para descubrir bien pronto que matar no era lo suyo.

 

Había sido músico, jardinero y poeta. Al final de la contienda quedó del lado de los perdedores -¿acaso no lo fueron todos?- y  durante la posguerra le prohibieron escribir, hasta tuvo que reinventar su firma: dos solitarias notas sobre un pentagrama a la sombra de un arbolillo de copa globosa. Encontró en la música y la floriografía otra forma de subversión: reverdeció e hizo bailar a aquella España gris y doliente.

 

Murió un día antes de cumplir los cien años. Daba plantón al alcalde, al arzobispo, al presidente de la diputación y al director de la Caja de ahorros, que tenían previsto nombrarlo hijo predilecto del pueblo al día siguiente. Cuando entre todos bajaban su cadáver por las escaleras, una bocanada de aire escapó de sus pulmones, yo creo que se reía.

 

20 Responses

  1. Virtudes Torres Losa

    Bien por el abuelo Domitilo. El sí que fue todo un campeón.
    Luchó solo contra todos y venció.
    Me ha gustado mucho. Un abrazo Evelyn.

  2. Un superviviente, el abuelo Domitilo, porque, a veces, la creatividad es la única vía para sobrevivir, para reinventar el espíritu, la sonrisa, el «sí» pero «no»…
    Un relato muy bien encauzado, mágicamente cerrado.
    Me gusta esa mezcla de realismo, de misterio, de intimismo que emana del relato.

    Un abrazo

  3. María Jesús Briones

    Mucha ironía en tu relato.¡Es verdad!,a la guerra siempre te llevan, unas veces los demás y otras el hambre, la ambición, el robo y un sentimiento de ser el más fuerte.
    Suerte

  4. Mª Belén Mateos

    genial relato, de una cronica que seguro que se daría en muchos casos.
    Creo que tu abuelito se murió ese día a idea para dar en las narices a todos aquellos que representaban su pasado triste y cohibido. Seguro que fue una risita final.
    Un Evelyn

  5. Mira que hay historias emotivas y bonitas, pero esta que nos traes a mí me gusta mucho, mucho. Quizás por la edad que tengo y haber tenido tan cerca personas como tu abuelo. Con el último párrafo me has hecho reír. Suerte en los «fusilamientos» de fin de mes.

  6. Salvador Esteve

    Evelyn, el protagonista estaba en la guerra, pero su batalla era la lucha por la libertad e intentar dar color a esa España que tu describes. Muy bueno. Abrazos.

  7. Hola, Reve. Pasaba yo por aquí y me dije, mira, voy a dejarte algo en deferencia a tus acertadísimos comentarios en «El precio» (jaja). A mi me gusta tu relato porque rezuma realidad. Creo que esta más de esa parte que de la ficción. También me gusta por la historia, que llega, de esa España que todos conocemos y que, de alguna manera, de una forma u otra, todos sentimos… Me gusta el inicio, con esa frase que alumbra el resto del relato y que te permite llegar hasta el final, de un tirón. El guiño a la música me encanta (por motivos personales). El cierre le viene estupendo, la verdad. Pero en ciertos momentos resulta un tanto previsible (lo siento), y eso le resta fuerza. También hecho de menos un poquito más de fluidez, y quizá algo más de decorado… Te quedas esperando algo que no acaba de llegar. Me recuerda vagamente a «El abuelo que saltó por la ventana y se largó». Un abrazo. Gracias por los comentarios que me dejaste y que me servirán para mejorar. Lo mismo espero de estos que te dejo aquí. Hasta el mes que viene. Ciao.

  8. Isabel

    ¡Qué bonito Reve! Me he enamorado de tu abuelo. Todo un caballero y artista con la inteligencia y sabiduría suficiente para elegir el día de su muerte. ¡Bravo!

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