110. LASTRES
Samuel llega a la estación congestionado por el esfuerzo. La ropa ajada, el carnet del paro, fotos que duelen, los papeles del desahucio, el manuscrito sin publicar, una nota de adiós con la tinta corrida… Los despojos del naufragio colman la maleta, que ha imprimido en la nieve dos roderas profundas, aunque no tanto como para destacar sobre otras. Ya en la estación, el calor evapora algún resto de perfume que un último beso debió de dejar en su bufanda, y el aroma se aposenta sobre la maleta, acrecentando todavía más su peso. Samuel jadea mientras tira de su carga por el andén infinito. Al llegar a su vagón intenta alzar la maleta, pero ella se aferra al suelo con obstinación de ancla. Exprimiendo al límite su voluntad Samuel logra saltar al tren justo cuando suena el silbato. Sudoroso, arroja a la noche la bufanda ya inútil, que sale volando como un pájaro a cuadros y se posa en la maleta abandonada. Samuel ya no lo ve: con las manos vacías en los bolsillos se adentra en el convoy. Por primera vez en mucho tiempo sonríe.
Ana, cuanto cuenta tu relato; con esas frases tan escogidas, cargadas de imagenes que describen su situación tan límite. Me ha gustado, también la esperanza que le concede el final. Suerte y saludos
Ah, pues no está mal, no. Me gusta como lo narras. Quizás me sobre alguna repetición del nombre, pero está bien. Lo compro. Mucha suerte.
Besísimos.
Te ha quedado un relato cargado de poesía, con ese símbolo tan bien trazado de todo aquello que vamos acumulando y que a veces nos impide seguir adelante. Mucha suerte, me alegra mucho que vuelvas a concursar. Un beso!!!
Bellísimo relato cargado de tristeza y de esperanza. Preciosa la imagen de la bufanda «como un pájaro a cuadros». Enhorabuena Ana.
Un abrazo.
Me gusta la sucesión de imágenes con las que describes como a veces nos aferramos al pasado y como resuelves al final la esperanza de una nueva vida libre de lastres pesados.
Saludos!
Me ha encantado este relato que refleja en principio una situación de fracaso generalizado que, sin embargo, una vez libre de despojos del pasado, es capaz de encarar la vida con esperanza. La imagen de la bufanda-pájaro, preciosa. Enhorabuena, suerte y saludos.
Lirismo en estado puro. Prosa poética del más alto nivel. A tus pies, siempre.
Imágenes poderosas para narrar un final y un comienzo, una esperanza.
Siempre impecable Ana.
Viajamos con demasiada carga, y al liberarnos, renacemos y sonreímos. Muy bonita tu historia, Ana.
Un saludo
JM
Muchas gracias por pasaros a leer y por vuestros comentarios. Lo mejor de este relato es que con él vuelvo a concursar en ENTC después de ocho meses. Ya echaba de menos el gusanillo. Besos.
Por cierto, ¿cómo habéis conseguido poner la foto en el perfil? A mí no me da la opción de añadirla. Qué lío llevo. Ayer edité el relato porque no le había puesto el número, y entonces se me desactivaron los comentarios y tuve que pedirle a nuestro sufrido Jams que me los activase porque ya no conseguí acceder de nuevo 🙁
En esta web: https://es.gravatar.com/ te puedes registrar y subir tu imagen. Así lo hice siguiendo la indicación de alguien en esta web y funcionó. Además con carácter retroactivo, actualizando la imagen en los comentarios que ya había dejado sin ella. Suerte.
Pues sí, ha sido muy fácil. Gracias!
Lanzarse a la vida y aprovechar el tren que pasa.
Suerte.
Besicos muchos.
Impresionante relato, visual al máximo.
A veces, no resulta fácil soltar lastre y, con él a cuestas, nos quedamos anclados en el pasado.
Aprender a deshacernos de lo inútil es un ejercicio de maduración.
Muy bueno.
Un abrazo.
Ana, cuanto simbolismo tiene esa maleta y esa bufanda. Y es que a veces es necesario soltar lastre para volar, aunque sea pequeño lo que nos aferre a otro tiempo o lugar.
Bien dibujada esa partida, que yo he querido ver como un emigrante forzoso.
¡Suerte para el concurso!
Abrazos.
Ana, mírate la dirección que ha puesto Rafa abajo, ha sido muy rápido. Abrazo para ti también.
Muchas gracias por vuestros comentarios, Nani, Belén y Nicolás. Sí que es muy difícil soltar lastre, a todos nos ha tocado hacerlo más de una vez y en algunas ocasiones requiere toda nuestra fuerza de voluntad. Besos.
Al leer el título me ha venido a la mente el pueblo donde se rodó Doctor Mateo (Lastres, en Asturias). Luego lo de la nieve ya no me cuadraba, claro.
Y al seguir con la historia he ido visualizando la imagen de la estación como si fuera una película antigua, en blanco y negro, y el vapor silbando y saliendo por la locomotora.
Precioso relato.
Suerte 🙂
Ana, triste relato pero con un halo de esperanza al final. Me ha gustado. Abrazos.
Me gusta que en tu relato se sienta el peso de esa maleta, rematado con la imagen tan visual del ancla. Está muy logrado ese punto de inflexión, como todo el relato en general. Bienvenida a la competición.
Suerte y saludos.
Un relato muy bien contado. Los objetos mágicos dan las alas al viajero.
Abrazos
Grandes imágenes y un fondo tremendo bajo unas palabras magníficas.