84. Lecturas de andar por casa (Mar González)
A David Vivancos y Ana Vidal
Me llamo María y confieso que no he leído el Quijote. Las únicas manchas de las que no quiero acordarme están en el cesto de la ropa sucia.
Confieso que guerra y paz es lo que viven en mi salón, cada tarde, dos cronopios bajitos. Y que me perdone Cortázar por la osadía, pero esa palabra que nunca entendí, siempre me hizo gracia.
Confieso que no sé jugar al ajedrez y no he leído las jugadas intermedias que, para mí, son las que realizan mis Zipi y Zape particulares para conseguir sus objetivos.
Confieso que firmaría cien años de soledad, dar la vuelta al mundo en 80 días o tener tiempo para leer alguno de estos libros que dicen que hay que leer antes de los 30 y que he buscado en Internet para escribir estas letras.
Confieso que ya no lo cumpliré. Ni los años, ni las lecturas. Mi cuñada me ha recomendado empezar por las 50 sombras de Grey. Cuando me meto en la cama, agotada, solo tengo fuerzas para unas líneas de esos libros para mesilla de noche que me llevé, hace demasiado tiempo, de aquella encantadora casa rural .
Hermoso, merecido y muy bien escrito multihomenaje a la literatura, a los autores y a los lectores. Me ha gustado, Mar. Saludos y suerte.
Una dedicatoria muy oportuna y un protagonista que recuerda a ese otro que se sincera bajo el anonimato de una bolsa de papel con agujeros para los ojos, pues sólo así alguien puede admitir, aunque sea cierto, que no ha leído esos clásicos que cita. No obstante, todo se le perdona cuando, al final, el lector se da cuenta de que existe alguna esperanza y un apreciable gusto en él, ya que tiene el buen criterio de elegir unas lecturas escogidas, como buena fue su decisión de haberse alojado en esa encantadora casa rural o casas rurales a las que alude y que no hace falta nombrar, pues cada vez son más aquellos que tienen la suerte de conocerlas.
Felicidades por este texto hecho como tú haces las cosas, con cariño.
Un abrazo grande y suerte, Mar
Muchos no hemos leído los clásicos, pero siempre una frase nos acerca a ellos y sabemos que están y quien es el autor, pero nosotros tratamos de continuar su camino con nuestra impronta que nos da sueños de escritor.
Me gustó mucho tu relato.
Un abrazo y suerte.
Por mi parte, estás más que absuelta.
Un saludo, Mar
Mar, sencillez en tus letras junto a moraleja, buena receta. Suerte y saludos