129. Libertad y respeto (David Moreno)
Un niño nació. Y nació niño. Creció. Lo hizo rodeado de coches, pistolas y balones de fútbol. Siguió creciendo. Todavía niño. Niño. Niño. Eres un niño. Las voces se hicieron cada vez más tenebrosas. Niño. Niño. Se sumergió en un laberinto de dudas. Qué me pasa. Soy niño, niño, niño, dicen. Asustado corrió de un lado a otro. Recovecos sin sentido. Callejones oscuros. Desolado, finalmente encontró la salida. Y sin saber la razón, siguió corriendo, esta vez con una sonrisa en los labios y los pliegues del vestido acariciando sus piernas de mujer.
David, un mensaje nos guia desde el principio del relato hasta el final; la extraña normalidad de ese niñ@. Suerte y saludos.
Gracias Calamanda.
Quizá la normalidad o no la provoca la sociedad, ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Siempre sorprende algo en tus relatos, la innovación y la sorpresa final son señales de humo inconfundibles.
Gracias Lorenzo.
Es verdad que aunque no debe ser el único componenente de un microrrelato, la sorpresa, el impacto final, el efecto guillotina me parece de vital importancia en ellos.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me parece muy original el relato y como has tratado el redactado. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio.
Me gusta que así lo veas.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Otra perspectiva distinta del laberinto. me ha gustado su originalidad y esas piernecillas de mujer acariciadas por la libertad de verse como realmente se sentía.
suerte, un abrazo.
Gracias M°Belén.
Hay tantos tipos de laberintos, algunos igual provocados por la sociedad, o no, no sé, esa es la pena.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Muy bueno el laberinto personal de tu prota y mejor narrado.
Un saludo.
Gracias Rebe.
Me gusta que así lo veas.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Un laberinto al que se enfrentan muchas personas.
Lo has plasmado muy bien.
Un abrazo
Genial. Esa sonrisa en los labios, así como los pliegues de su vestido, me acompañarán en la marcha del día de hoy. Muchas felicidades!!!
David, qué laberinto tan complicado y qué importante encontrar tu propia salida. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Me ha gustado mucho, David. Tanto la idea como su ejecución: medida, concisa, con gran economía pero muy efectiva. Y no desprovista de cierta poesía.
Enhorabuena y suerte, indio.