75. Limpieza con celo (Jesús Navarro Lahera)
Cogí un puñado de tierra, me levanté despacio y gritando lo lancé a lo más profundo del bosque. Luego fui al maletero, saqué el desinfectante y un trapo y los usé para quitar las manchas de la guantera. La tapicería me costó más; tuve que frotar hasta que los dedos se me pusieron rojos. Después salí y me tumbé sobre la hierba a mirar las estrellas. Eso mismo habíamos hecho mi chico y yo hacía solo una hora, justo antes de montarnos en el coche, que él admitiera que estaba con otra y entonces yo le volara la tapa de los sesos.
Un final drástico y definitivo: «O mío, o de nadie»,
Un relato que confirma que hay quien quiere con todas las consecuencias, aunque se trate de un «amor» que contradice la propia definición del término, hasta degenerar en lo contrario a la entrega sincera, en un egoísmo obsesivo y altamente peligroso. Mejor que no nos quieran tanto.
Un abrazo grande, suerte y feliz año, Jesús.
Muchas gracias por tu comentario, querido Ángel. Este amor extremo y celos desmedidos han puesto punto final a la función de forma drástica y definitiva. Un abrazo y feliz año.
Ese celo aplicado a la limpieza rigurosa del lugar del crimen y esos celos asesinos solo se llevan bien en el título del buenísimo micro que te deja mirando al vacío (como el protagonista mirando las estrellas).
Suerte y un abrazo.
Qué bueno que te haya dejado la sensación de quedarse mirando al vacío la lectura de este micro contundente. Un abrazo grande, Juan Manuel
Madre mía, qué breve y qué contundente: con cinco frases perfilas a la perfección un drama completo, juego de palabras incluido. Desde luego ha sido un final en toda regla.
Un abrazo y mucha suerte, compi.
Querida Ana María, en esta ocasión me decanté por la máxima brevedad y por los tintes negros además de por el juego de palabras del título. Un final de función fuerte y definitivo para el pobre personaje masculino. Un abrazo
Como siempre, Jesús, fantástico. Un microrrelato negro que se resuelve en las últimas cinco palabras. Y, aunque ya te lo han dicho, redondo ese juego de palabras con celo.
Un abrazo y suerte.
Cuánto me alegro de que te haya gustado, Rosalía. Me fui a lo negro y traté de cerrarlo con una frase contundente que mostrara los celos desmedidos de la protagonista narradora para poner fin a la función. Un abrazo.
Enhorabuena por tu relato, Jesús. Sin duda la función se ha terminado, y tú lo dejas bien claro. Espero conocerte pronto en persona.
Muchísimas gracias, Manuel. Me alegro de que te haya gustado. Estoy seguro de que muy pronto nos veremos cara a cara. Un abrazo