12. LO DESCONOCIDO (Inés Z.)
A todos nos cuesta dejar nuestro lugar de origen. Abandonar ese sitio que nos mantiene seguros y confortables es difícil. No sabes cómo vas a sentirte en una tierra extraña. Por eso cuando llegué a la orilla de tus ojos deseaba que tus brazos me ofrecieran el refugio que buscaba; pero tú no me veías, y si lo hacías era para estimular tu deseo con algo que no podías tener.
Yo estaba lejos de mi mundo y solo deseaba establecerme entre los pliegues de tu cuerpo. Estaba confusa, entre un entorno conocido y algo diferente que me volvía loca. Llegar a un puerto que no es el tuyo a veces tiene sus desventajas: aceptar que te utilicen; que te miren sin verte; que te besen con deseo, pero sin amor.
Me hiciste sentir el hastío de ser una inmigrante en tu vida, así que decidí marcharme. Aquella noche me quedé a dos segundos de sucumbir al calor de tus manos, al sabor de tu lengua. Me hubiera gustado enlazar con mis piernas lo desconocido y estar estrechamente ligada a ti; pero me quedé al borde de tu boca. Asustada. Temblando. Y volví a mi origen.
Hermoso y un tanto enigmático texto el que nos dejas. Nos muestras otro tipo de inmigrante, el que busca lo íntimo más que un nuevo espacio físico. Enhorabuena y suerte. Saludos, Inés.
Gracias, Jesús. Salir de lo que nos es conocido siempre cuesta, da un poco de miedo no saber lo que te vas a encontrar.
Un saludo.
Hola, Inés.
Magnífico texto el tuyo. El temor a lo desconocido, una de las improntas más profundas de la condición humana humaniza a tu protagonista y la hace dudar. Está a punto de ceder, de acceder, de caer, de perderse pero decide seguir fiel a sus convicciones, de lo más loables por cierto. l gran Jesús tiene razón, tu emigrante busca más que un lugar, otro lugar, el amor. El AMOR, así, con mayúsculas, y un hombre mezquino consigue que se vuelva, que retorne a lo seguro, a lo conocido aun cuando mediocre.
Formalmente tu texto está, a mi parecer, lleno de aciertos. Me encanta ese «origen» al final de la primera línea y en la última. Tu prosa linda con lo poético o mejor dicho se embebe en ello. «a la orilla de tus ojos». Brazos-refugio. «Los pliegues de tu cuerpo». «A un puerto que no es el tuyo». «te miren sin verte». «Una inmigrante en tu vida». «calor de tus manos». «sabor de tu lengua». «al borde de tu boca». «enlazar con mis piernas lo desconocido». Te digo que te sale, si quieres, un poema redondo. Esta trabazón entre lo narrativo y lo poético da lugar a una atmósfera muy particular: la que tú has conseguido en el texto. Mi más alta enhorabuena acompañada de un par de besos, desde una actitud muy distante de la del coprotagonista de esta bella historia.
Gracias, Martín. Es cierto que así como lo has puesto parece un poema. Y es que ella quiere dotar de romanticismo una relación que solo es física. A todos y a todas nos gusta gustar, pero al final lo más importante es que te quieran.
Dos besos para ti también.
Cualquier relación de pareja es un viaje a lo desconocido, puede salir bien o no, puede cambiar a medio o largo plazo. Una aventura sin garantías de éxito, pero que no dejamos de emprender, no en busca de una estabilidad económica, sino de llenar un vacío innato en el corazón. Tu protagonista ha emprendido el camino de regreso, pensará que con más pena que gloria, pero toda experiencia es válida.
Un saludo, Inés. Suerte
Estoy contigo en que toda experiencia es válida. Cada persona es un mundo en el que desembarcas para intentar instalarte y encontrar tu sitio. En ocasiones es un mundo hostil, y entonces es mejor marcharse.
Gracias, Ángel, un beso.
Y que difícil es alejarse de esa zona tan confortable, aburrida a veces, frustrante en ocasiones; pero donde nos sentimos seguros.
Muchísimas gracias, Juan.
Un fuerte abrazo!!!
Tu protagonista, Inés, es valiente y ansía encontrar la felicidad, allá donde se encuentre. Te felicito por la manera en que lo has expresado.
Un abrazo.
Gracias, María José. Yo creo que las personas a veces nos hacemos ilusiones con lo que no conocemos, hay que ir al lado hay en cuestión y vivir allí para darte cuenta de si es lo que quieres.
Un abrazo
Quería decir «al lugar en cuestión» jajajaja El corrector siempre me la está jugando.
Inés, cuentas fenomenalmente lo que ocurre con las espectativas; cada cual tiene las suyas, en este caso no coinciden. Suerte y saludos
Es cierto, mis protagonistas son polos opuestos. Gracias por leer y comentar, Calamanda.
Un beso
Una propuesta original para el tema de este bimestre. Arriesgarse al amor como sinónimo de emigrar a una tierra extraña y el ser rechazado como el inmigrante que no es bien recibido en su nuevo destino. Mucha suerte, Inés. Un abrazo.
Lo comentas de forma perfecta, emigrar a una persona, a su mundo, y no sentirte integrada, es otra manera de estar fuera de tu hogar.
Un abrazo, Luisa
Una propuesta diferente. Cada persona es un mundo y acercarse a una u otra puede hacernos divagar en una u otra dirección.
Saludos
Es exactamente así. Muchas gracias por pasarte, Blanca.
Un abrazo
Caer y levantarse, para seguir cayendo todas las veces y volver a levantarse una más. Interesante proceso con el que much@s nos identificamos.
Bien contado, y valiente protagonista. Enhorabuena por el relato.
Sí, es cierto, también hay que tener valor para dejar algo que no te conviene. Sobre todo en el amor, o en el deseo incluso.
Gracias, Cari. Un abrazo.
La emigración a la desnudez de los sentimientos sin escudo para el corazón te puede herir de muerte, pero toda experiencia vivida te hace más fuerte y al final no somos más que una suma de intentos de ser felices. Me ha encantado, Inés. Abrazos y suerte.
Me encanta: «una suma de intentos de ser felices «. Eso es lo que al final somos tod@s. Muchas gracias, Salvador.
Un abrazo
Poética y metafórica manera de abordar la temática que nos ocupa. Viaje enigmático.
Gracias por leer y comentar, Edita.
Un abrazo
Qué duro ser inmigrante/emigrante del amor cuando es «Lo desconocido», pero qué bella manera de contarlo…
Me gustó, y mucho, INÉS.
Cariños,
Mariángeles
Lo desconocido da tanto miedo a veces. Muchas gracias por pasarte, Mariángeles.
Un besazo
Enhorabuena Inés, por esta preciosa y excelente historia cargada de poesía. Me encanta ese «enlazar con mis piernas lo desconocido». Muy bella tu prosa. Te deseo mucha suerte.
Abrazos,
Ton.
Gracias, Ton. Enlazar lo desconocido es muy atrayente, pero…
Un abrazo enorme