9. LO QUE TE MATA TE HACE MÁS FUERTE TAMBIÉN
Por fin terminé el dichoso informe con el que el jefe me había tenido ocupada durante el último mes. Como no podía ser de otra manera, debido a ese inmenso y terrible amor propio heredado de papá, me dejé alma, corazón y vida en cada página del mismo. Apenas dormía, comía ni sentía. Pasé treinta días y sus correspondientes noches frente al ordenador, sin coger el teléfono, haciendo las compras por internet y duchándome los domingos. Tanto el perro como el gato fueron instalados en casa de mis padres. Incluso renuncié al plan de entrenamiento para alcanzar el peso saludable. Pero lo peor fue asistir, impotente, al desplome de mi matrimonio, ya tocado de por sí. Carlos, mi marido y mi gran y único amor, me lo advirtió varias veces: “Por ahí vas mal, vas muy mal… ”
Ahora, me sobra el tiempo. Del divorcio a la depresión; de la depresión al abismo. Y del abismo he pretendido regresar varias veces, aunque no encuentro cuerpo disponible. Lo voy a intentar con esa rubia que mira hacia acá con gesto desconsolado. Será mi puente para llegar hasta él. En resumidas cuentas, la belleza reside en el interior. Y allí, estaré yo.
La obsesión por el trabajo, la importancia del reconocimiento, rompe el vínculo del amor y la sumerge en la locura. Pero el poder del amor es un sentimiento que traspasa dimensiones. Me ha encantado este relato con tintes góticos, María José. Abrazos y suerte.
Muchas gracias, Salvador. Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar. En este caso ha ocurrido al revés y las consecuencias han sido fatales. Pero la energía no se crea ni se destruye… Y va a hacer acto de presencia.
Nube de besitos, mi admirado y apreciado amigo. Y mucha suerte también para ti.
Juan, eres el sol que sale cada madrugada;
y sin tu amistad, no tendría nada.
Te dedico este pequeñín (pareado) con todo el cariño del mundo. Personas positivas y vitales como tú, pocas. Y generoso… De eso ya ni te cuento. Te doy las gracias por toneladas por tu comentario. Me alegra muchísimo que te haya gustado.
Es una mezcla de terror y romanticismo. La protagonista vive para trabajar y ama a su marido, pero lo laboral acaba ganando terreno a lo personal. Esto termina con su historia de amor, aparte de costarle la vida. No asume la ruptura y se abandona al control que la psique ejerce sobre ella. Desde el otro lado busca la manera de volver con Carlos. Y la halla. Lloré mucho con la película Ghost. Para mí, preciosa. Es como si la metes en la batidora con alguna peli de terror. Un mix.
Besitos a trillones para mi queridísimo amigo Juan. Muchísimas gracias, de corazón.
Lo que sí te digo, Juan, es que todo lo que sale de mis dedos para ti, parte del cariño más sincero. Veo que das mucho valor al sentimiento, y ello me reconforta. Eres verdadero. ¡ Besos Mago J u a n!
¡Genial!, me ha encantado. Tanto que se me olvida saludar, jejeje
¡Hola!:
Me ha parecido muy original, muchísimo. Desde el título, estupendo, hasta el final.
Enhorabuena.
Un saludo
Mónica Rei
Hola, Mónica, guapetona. Mil gracias por tu visita y por tu comentario. Me alegra de veras que te haya gustado y entretenido; de eso se trata. Saludo recibido también.
Gracias de nuevo, preciosa.
¡¡Muchos Besitos!!
Los nombres femeninos que usaba Poe siempre me fascinaron: Berenice, Eleonora, Morella, Rowena y, naturalmente, Ligeia. Ellas representaban una belleza perfecta, diría idílica,y sin embargo nunca destinada a perdurar. Imagino que la pérdida de su propia esposa le hizo caer en esa cruel desesperanza, condicionó su vida en extremo e incluso acabó provocando su prematura muerte, aunque esto último no deja de ser una opinión mía.
El caso es que eran relatos hermosos y tristes al mismo tiempo, románticos en el sentido pleno de la palabra. Relatos de amor y muerte, de frágil felicidad y profunda desdicha. Componentes extraordinarios al margen que, obviamente, también los había, vaya si los había. De hecho, la mayoría de sus personajes femeninos encuentran el modo de volver, aunque esa es otra historia.
Por eso, quiero pensar que si Poe pudiera leerte, primero se inclinaria como todo caballero ante una dama; y después te miraría fijamente durante un momento, y esbozaría una sonrisa. Cómplice, agradecida.
Porque, mira, sí, resulta que hoy me apetece ser el bicho raro capaz de imaginarse a Poe sonriendo.
Desde el justo momento en que te he leído.
Hola, J.Ignacio. Lo primero, felicitarte por tu magnífico relato sobre Lady Erzsébet. No había opción para dejarte comentario, así que aprovecho para darte mi enhorabuena por la obra. Te confieso que la historia de esa fémina me puso el pelillo de punta. Excelente y muy bien plasmada.
Respecto al tema de mi texto, darte multitud de gracias por tu extensa y trabajada opinión. Parece ser que Poe es un escritor que te atrae sobremanera. La verdad es que su biografía y su producción literaria no dejan indiferente a nadie. Sí que puede encontrarse un poso, llámese gótico, victoriano, o en la línea de Poe (con todos mis respetos, a sus pies) en el micro. Me salió así. Si Poe me leyera, pues no sé, quizá pensaría que he sido un poco osada al meterme en un terreno en el cual él era un maestro. De quien he leído terror, de corte diferente, es de Stephen King. Aunque hace ya que no lo cojo. Algunos de sus libros son verdaderos tochos, y te lo piensas.
Muchas gracias, J.Ignacio, mi querido amigo.
Infinidad de besitos.
Hola, María José. Me uno a las maravillas que te dicen los compañeros. Coincido también en lo de que tu texto está recubierto con algunos tintes de literatura gótica, en la no soy ningún experto, pero si que recuerdo haber leído a Poe (por desgracia,hace demasiado años). Quién lo iba a decir, cuando nos hablas de cosas aparentemente «modernas»: trabajos precarios, divorcios, depresiones… Pues nada, que me ha gustado. Besos y suerte.
Jesús, me encanta verte por mi humilde rincón. Soy pesada, siempre te digo lo mismo, pero es que te aprecio mucho. Esa es la única verdad. Y tu opinión vale su peso en oro para mí.
Muchísimas gracias por tus palabras. Me llena de satisfacción que te haya parecido un texto atractivo. Los tintes góticos mezclados con los modernos dan como resultado justo una cosa así. Es un apunte que tú has hecho con tremendo acierto. Empieza en una época y termina evocando otra. Como le he dicho a J.Ignacio, salió así. Ya sabes que ponerse a escribir es ponerse a imaginar, y ni uno mismo sabe los derroteros por los que va a discurrir la trama.
¡Besitos interminables! ¡Y suerte!
María José, acertada forma de contar tu relato, ha quedado fenomenal, es muy ameno y cargado de tintes de realidad. Suerte y abrazos
Hola, Calamanda, bonita. Muchas gracias por tan agradable comentario; me alegra que te haya gustado. Al comienzo del micro, la vida de la protagonista es la de una persona que no respira para no gastar tiempo porque lo tiene escaso. Finalmente, cuenta con todo el que quiera porque en la dimensión que vive después no se valora ese parámetro.
Preciosa, gracias de nuevo, toda la suerte del mundo para ti y besitos sin fin.
Hola, MARÍA JOSÉ. Este micro tuyo es «Super»… ¡Supernatural! Y decir que me encanta es poco, porque está muy lograda, a mi entender, esa vuelta que resignifica la consabida frase de «Lo que no te mata, te hace más fuerte». El lector atestigua la progresiva hecatombe de la protagonista en su caída hacia el abismo y también a esta nueva oportunidad de volver que le abre la rubia de gesto desconsolado… ¡Bien por ella!
Como dicen ustedes allí en España, fue una gozada haberte leído.
Cariños,
Mariángeles
¡Muchas gracias, Mariángeles! Tú, siempre tan linda. Una auténtica gozada es para mí que me leas. Me siento feliz de que te haya gustado. El título, efectivamente, proviene del famoso dicho. Yo le he dado un giro para adaptarlo un poquito al argumento del micro. Esta mujer se siente fuerte por tener la capacidad de esconderse en el interior de un cuerpo ajeno. Desde ahí, volverá a tener contacto con su amado. Mejor hubiera sido poner remedio antes, pero nunca es tarde…si la dicha es buena.
Besitos a miles que cruzan el charco, guapetona. Gracias de nuevo.
No solo me ha encantado tu relato tan correctamente hilado, sino que también me ha gustado la sensación que produce: ganas de sonreír a pesar de la tragedia. 🙂
Querida Edita, muchas gracias. Es un honor para mí que el texto te haya merecido esa opinión. Lo he leído de nuevo y llevas razón: te deja un esbozo de sonrisilla. Me parece bien. Así se entremezclan las sensaciones que provoca, y eso me gusta.
Tienes un olfato especial para percibir detalles importantes.
Nube de besitos, guapísima.
Hola María José. Decir que tu relato me ha gustado desde el título. Creo que hay una lectura profunda en la primera parte que viene a advertir que hay que ponderar la justa medida de las cosas. El trabajo es necesario para vivir, pero a veces uno se puede dejar la vida en él cuando lo antepone a otras cosas mucho más importantes. Eso es lo que le pasa a tu protagonista y acaba cayendo en picado. Parece ser que el universo le da opción de ocupar otro cuerpo y que puestos a elegir, decide elegirlo de buena carrocería para intentar recuperar lo que tenía. Espero que haya aprendido de errores pasados para no volver a cometerlos, de poco le servirá la belleza de lo contrario.
Veo tu relato con opciones. Te deseo mucha suerte y te envío un cálido abrazo.
Hola, Ángel. Muchísimas gracias por tu comentario. El trabajo debe tomarse en serio, pero en su justa medida, como todo. Esta mujer se pasó unos cuantos pueblos por querer ser perfecta profesionalmente. No escatimó tiempo y dedicación, y ello provocó un desenlace casi esperado. Desoyó los sabios consejos de su marido; y, a veces, hay que dejarse aconsejar, sobre todo por las personas que te quieren y te ven aproximarte a la tragedia. Menos mal que, al final, parece haber hallado una vía de regreso. Con suerte, se cuela dentro de Cate.
Muchas gracias, de nuevo, Ángel.
Besitos sinceros.
Hola, María José.
Es un micro que ha conseguido ponerme los pelos de punta. Ofreces un desenlace sorprendente, de los que me gustan, de esos que te meten un bofetón sin esperarlo.
Enhorabuena, compañera y suertísima.
Ah, y estos abrazos gigantescos.
Hola, Towanda. Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado ese bofetón final. Se puede decir que es un contenido que ha encontrado continente, aunque a la espera de receptividad por parte del cuerpo que va a ocupar. Yo creo que ya sí que va a tener la oportunidad de rectificar y recuperar a su marido. Hay que pensar en positivo.
Gracias de nuevo por pararte a leerme.
Nube de besitos, guapísima. Y montones de suerte también para ti.