30. LOCURA DE AMOR
Me prometió el cielo y la luna, mas yo insistía en pisar la tierra. Sus ojos, zarcos como el agua clara, penetraron en mí y desnudaron mi alma. Azorada, intenté cubrirme con ropajes de desprecio y perfumes de aires altivos. Mis cabellos le daban la espalda mecidos por vientos de timidez.
No se dio por vencido: rondó mi casa todas las mañanas; su mirada me seguía hasta la escuela. Por las tardes, me esperaba como centinela fiel del sauce llorón que presidía el jardín de mi morada.
Me juró amor eterno a la luz de una luna que, tras meses de acecho, embrujó mi inocencia. Aterida de frío y con necesidad de calor, le creí. Mientras Selene desaparecía entre las nubes del desconcierto, sus besos cubrieron mi cuerpo y mi mente soñó con alcanzar el cielo prometido.
Al día siguiente, desapareció para no volver jamás, como aquella noche plena que nunca volví a vivir.
Pero yo me quedé llena de luna.
Para siempre.
Y soy feliz.
Abro los comentarios con un sabor muy dulce de tu relato.
Me gustó.
Que tengas una buena audiencia/lectura.
Abro las respuestas (con mucho retraso) con un gusto tan dulce como tu comentario. muchas gracias,María Jesús .
Me gusta mucho ese final! Cualquiera esperaría uno del tipo: Penélope, de Serrat, sin embargo el tuyo me ha sorprendido por lo positivo. Al final lo que cuenta es cómo te sientes y ella es feliz. Enhorabuena!!
¡Hola Caracola! Tienes toda la razón. Lo importante es ser feliz y que nos quiten lo bailao. Un beso.
Cuando se oye al final de cualquier situación, la frase: “soy feliz” uno se queda con una grata sensación. Bonito relato, suerte.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario, Beto. Esa frase es crucial en el relato, ella o su antónima definen el sentido del texto. Y, por supuesto, mi intención era mostrar una historia. amable, no de despecho.
Fernando, bonito relato, bien contado.
Coincido con los anteriores comentarios, el final con ese «soy feliz», deja un buen sabor de boca.
Un beso
Muchas gracias , Blanca. Me alegro de que coincidais conmigo.
«El que la sigue la consigue», porque las mujeres tenemos tendencia a ser crédulas, por mucho que nos cubramos «con ropajes de desprecio y perfumes de aires altivos». Supongo que por eso el refrán es como es, y no «la que lo sigue etc».
Me ha recordado una canción: «Pasé contigo en París una noche de lluvia/ que compensó mil años desperdiciados». Lo importante en tu relato es que a ella una sola noche le bastó para llenarse de felicidad para siempre. ¿Embarazo, quizá?
Un abrazo, Fernando, y a disfrutar de los calores de la tierra.
Tu interpretación es una de las que barajé a la hora de escribir este relato, aunque me reconozco más prosaico para inspirarme en refranes. Te juro por la virgen de la Caridad que pensé en uno, qie dice: «prometer hasta meter y
después de metido, nada de lo
prometido».
Lo importante es que se ha quedado feliz, llena de luna, de sueños. Bonito relato, muy bien contado.Un abrazo, Fernando.
Exacto, eso es lo importante. ¿Qué significa llena de luna? Ya he leído varias interpretaciones, todas válidas. Pero si ella es feliz , el significado. de luna es accesorio.
Fernando, has engarzado frases con un halo poético para firmar un relato buenísimo. Una noche de amor puede dar la felicidad, más si cabe si deja como fruto, o así lo interpreto, una hija, y me aventuro, llamada Luna. Si es así, has acuñado un nuevo término: metáfora realista, jajaja. Abrazos y feliz verano.
Salvador , siempre es un placer leer tus halagadores comentarios, llenos de elegancia e interpretaciones brillantes. Muchísimas gracias.
Poético relato de amor persistente hasta conseguirlo y luego abandonarlo. Por lo menos ella se queda feliz por su futura maternidad que le acompañara siempre.
Un abrazo Fernando
Lo importante, como dices, es que ella es feliz. Gracias por comentar, M Belén .
Fernando, me copiaste el relato diario de un promiscuo. Recuerdas cuando se acostaba con una mujer jamás repetía. Bueno, la verdad el prólogo está escrito con un lenguaje sublime digno solo al alcance de grandes escritores. A menos se queda con la luna porque como dicen en España si se va por tabaco mal asunto. Jaja, estoy bromeando un poquito, amigo ,pero la verdad el micro está escrito con un gran maestría. Un fuerte abrazo, amigo Sotirios. (Recibí un email de Chiado Editorial informándome que mi relato Cálido Destripamiento ha sido finalista En el I Certamen de Microrelatos “MADRID HISTORIAS BREVES” El día 20 de septiembre en el café La flauta mágica anunciarán el ganador de los 15 finalistas. También está Rafa Heredero entre ellos. Lo más probable se publicarán en un libro. El micro está en mi blog te espero para que me digas qué tal te parece)
Me alegro mucho de tus éxitos , Sotirios. Gracias por seguir pasando por aquí .
Me gusta mucho este relato, Fernando. El final es fantástico, tres frases que dicen mucho y dejan buen sabor de boca.
Abrazos!
Cuánto me gusta tu comentario, Inés. Me alegro de haber conseguido el efecto deseado con esas tres frases. Muchas. gracias.
Bonito relato y mejor final. Esa reivindicación es el sueño de muchos. Es un relato evocador con tintes oníricos. En cualquier caso muy bien llevado. Estoy seguro que arrancará más de una sonrisa. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias , Juan Antonio. Qué no hará la literatura , sino hacer realidad los sueños imposibles del escritor …
Fernando, coincido con Ana en eso del embarazo. Bonita historia. Suerte y saludos
Es la interpretación más lógica y romántica, por lo que aprecio tu coincidencia con Ana. Un abrazo y besos, Calamanda.
Me alegro de que te haya gustado, Ana. Un abrazo.
Me faltaba la interpretación de la locura, la primera en la que pensé. Y, cómo no, maese Juan apuesta por ella. Siempre a la vanguardia , siempre por delante. A tus pies, maestro.
Este mes estoy un poco vago con internet y ENTC (Quevedo, Goethe, Cavanillas y Grandes tienen la culpa hasta ahora) pero prometo no pasar de largo por tu aportación en esta propuesta tan sugerente.
Muy bueno, Fernando. Me ha gustado mucho. Destaco el primer párrafo, el centinela del sauce llorón, y todo lo que lleva en su vientre el micro, bien definido en ese refrán que has dejado en una respuesta. Qué risa. Un abrazo.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Lorenzo. En la casa de campo de mi abuela había un sauce llorón enorme que siempre me llamó la atención, tanto por su porte como por su nombre. Con el paso de los años, siendo yo ya abuelo , entiendo mucho mejor su nombre y me gusta más.
Una gran entrega, referido a tu relato y también a la de ella.
Y me gusta su papel, una mujer que a pesar del abandono, es feliz.
Luna es la responsable.
Muchas gracias por tus palabras, Isabel. Es cierto, Luna es la responsable de su felicidad. Quién o qué representa Luna, lo dejo a la imaginación de cada uno. Besos.
Para mi Luna es su hija.