69. LOS PALPOS DE NARCISO
Narciso nació con los pies por delante, sí señor. Hacerlo de cabeza o de nalgas no puede resultar nunca un buen comienzo, y él tuvo que hacerlo… a su manera.
Hasta los siete años no comió ni bebió otra cosa que no fuera de la teta derecha de su madre, mucho más turgente que la izquierda, como es natural. Lo hizo también a su manera, pero aquello provocó a la pobre una torsión galopante y, cierto día, perdió para siempre el equilibrio al asomarse a la ventana.
Narciso exigió… siempre a su manera, los cuidados que le eran propios, pero el padre nunca pudo satisfacerlo con plenitud a pesar de intentarlo de todas las formas imaginables. Acudieron en su ayuda la segunda esposa, la yaya, las vecinas, la asistenta… y cuando Narciso no tuvo más teta que succionar, a la sazón bien cumplidos los sesenta, se fue consumiendo… a su manera, por supuesto.
Se lo llevaron al camposanto con los pies por delante, sí señor, y en el sepelio, todos hablaban de cómo supo hacer siempre las cosas a su manera, pero también… de sus cuarenta y siete dientes y aquellos enormes palpos que siempre tuvo junto a la boca.
Vaya Juan, qué regalo son siempre tus comentarios… para bien o para mal. Recibe un abrazo, mi admiración y agradecimiento.
Me encanta este relato por lo que cuenta y por lo divertido. Vamos que da gusto leerlo.
Felicidades.
Un relato con buen humor y muy bien contado, por supuesto. Aunque no puedo dejar de exclamar: ¡menudo bicho! y, ¡pobre madre!
Un abrazo y suerte. Ah, y ya le quité el peso a la conjunción adversativa. Muchísimas gracias.
Gracias, Maríassss.
Dudé si titularlo «Chupópteros» o «Gorrones». Hay muchos así por la vida.
Besicos
Coincido con JuanPérez en que tu historia crece y se extiende a lo largo y ancho hasta succionar toda nuestra atención y provocarnos una torsión en la cara que, tras la sorpresa inicial, termina en una sonora carcajada.
¡Fantástico, Luis!
Abrazos
¡Margarita, qué alegría! Felicidades por tus últimos reconocimientos. Tú tendrás que tener muchos más en el 2016.
Bueno, es un mes un poco difícil porque el tema es el más complicado, según mi parecer. De hecho hay un montón de relatos… «variopintos». En fin, he querido hacerlo «a mi manera», mezclando sarcasmo y humor, y recorriendo toda una vida, tal y como Sinatra lo hizo.
Gracias y un besote
El mejor humo fino que tan bien despliegas, junto con tu imaginación, han retratado a un personaje de lo más cómico, pero que salvando la distancia de la ficción a la que pertenece, no anda muy alejado de individuos reales que se las arreglan toda su vida para no hacer nada por los demás, ser servidos y exprimir cuando puedan a sus semejantes.
Tus letras siempre son algo a considerar y una fuente de disfrute.
Un abrazo y suerte
Siempre he dicho que eres un gran cirujano. Cirujano de sentimientos y fantasías. Eres grande, Ángel… y últimamente estás que te sales, por cierto.
Un abrazo, y feliz Navidad.
Excelente de principio a final, que bien llevas la historia y con la sutileza de tu humor.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Moli. Igual que tu con tu «Sauce», y Sinatra con su «My way» he procurado hacer un recorrido de toda una vida.
Un abrazo, y felices fiestas.
¡¡¡¡¡¡ Queeeee bueeeeeno !!!!!! Narciso, sus palpos y tú. BRAVO.
Divertida historia la de Narciso, bien narrada y contada. Hasta el nombre es acertado, y es que hay individuos que siempre van chupando de las vidas ajenas para hacer enriquecer la suya y dejando a su paso personas consumidas a las que ni las gracias se dignan a darlas.
Desde luego tu personaje se fue al otro barrio bien alimentado, un final genial.
Abrazos Luis.
¿Qué son los palpos? Lo miro en el RAE. Osea, que era un insecto? Por los comentarios veo que lo encuentran divertido. Lo siento, Luis, pero no lo veo, problema mío, seguro.
Hola, Javier. Hay otras cosas aparte de que sea o no divertido, y precisamente era lo que menos pretendía. Mala historia si tiene que explicarse. Es más una denuncia social a tanto «chupóptero» que anda por la vida. El darle otros adornos forma parte del género.
Un abrazo, feliz Navidad y felicidades por tu accésit de Wonderland, donde, por cierto también hay una denuncia social importante con una dosis magistral de humor.
Un abrazo
Hola, Mª Belén. Pues yo conocí a una persona de carne y hueso que denunció a sus padres porque no querían pagarle los estudios. Tenía 37 años… y seguía estudiando.¡Menudo PAPO, digo PALPO!
Besicos y felices fiestas.
Gracias, Reve. Un beso y feliz Navidad.
Menudo alien con 47 dientes y palpos, y seguro que chupó todo lo que pudo y a su manera. Da escalofríos pensar todo lo que nos rodea, ¿eh? Genial, Luis, una perspectiva original del tema. Abrazos para ti (y el otro, al hoyo, jaja).
Un beso, Belén Muchos más abrazos para ti. Feliz Navidad.
Luis, buena historia donde nos recuerda el personaje a muchos que andan por ahi en la vida real. Un toque sutil de humor que hace amena la lectura.
Un abrazo.
Subrayas constantemente a ese personaje hasta hacerlo merecedor de la coletilla del genio y figura… y mientras tanto nos dejas una lectura amena que se disfruta con una sonrisa en la boca. Mucha suerte 🙂
Hola, Blanca y Juan Antonio. Mira por dónde, que le encuentro, sí, cierto parecido al de mi «Tándem».
Felicidad extrema para el 2016.