08. Luna de terciopelo
LUNA DE TERCIOPELO
Gema Herraez
Miró por la ventana y despuntaba ya la nueva luna llena. Esta noche se atrevería por fin a salir del armario. Se puso frente al espejo contemplando cómo su cuerpo cambiaba poco a poco: las grandes y puntiagudas orejas, la mandíbula alargada, los poderosos dientes afilados, los pies y manos transformados en garras, el pelo cubriendo todo su cuerpo.
Cuando ya hubo acabado la transformación total añadió su toque final: se puso la capa roja de terciopelo con capucha y saltó por la ventana.
Gema, qué buena transformación, y que buen toque final con esa capucha roja.
Entonces, ¿era Capericita el Lobo??? Genial, nunca se me habría ocurrido.
Un abrazo y suerte.
Gracias Rosalía. Quizás el relato no se ajusta del todo a la temática propuesta pero ,aunque sea como leyenda ,los hombres lobo existen. Y como estamos en la semana del orgullo me ha parecido un bonito homenaje sacar a mi hombre lobo del armario y de paso darle una vuelta al cuento de Caperucita Roja.
Todo un señor hombre lobo, al que de forma estereotipada solo se le atribuye una naturaleza de animal macho y salvaje, frente a la dulce Caperucita del cuento, pero que tesultó ser de otra manera a la usualmente aceptada, como si no pudiera haber otraa opciones. Mejor que se oculte bajo esa capucha, porque su figura animal solo puede provocar miedo y animadversión. A cada cual habría que tratarle como corresponde, todo el mundo tendría que poder ser quien es, con independencia de su apariencia
Un relato que fusiona y da un giro a los licántropos, y a un cuento clásico en una historia distinta, con encaje en una sociedad que, poco a poco, va aceptando otras realidades.
Un abrazo y suerte, Gema
Buena mezcla, muy original. Y yo creo que sí se adapta a la convocatoria, al fin y al cabo el licántropo es lobo durante un tiempo, y menudo bicho es el lobo. Y menudo bicho también esta Caperucita, jajaja.
Un abrazo, Gema.
Muy bueno el juego que haces, Gema, muy ingenioso. Y qué acertado, a la vez de bonito, el título.
¡Abrazo!
Vaya vuelta de tuerca le has dado al clásico cuento infantil. Ese lobo, que por mucho que se le ponga delante el sustantivo hombre, bien puede ser en este caso mujer, y en el fondo es un animal, decide mostrar su otra cara. Me gusta, buena forma de reivindicar que también existen las mujeres – lobo, y quizás caperucita sea la más famosa de todas. Un abrazo
Me gusta mucho, Gemita. Es tu pura esencia. Se adapta perfectamente a la convocatoria y me parece muy ingenioso. Dejémonos ya de tanto machote suelto y demos a ese hombre lobo un toque femenino y por lo que parece una salida de armario distinta y diferente.
Besos mil.