28. Luna llena sobre la tierra prometida
Estampidas de luz y humo inundan la noche ardiente, desgraciadamente, esto no es una fiesta.
Con los niños en brazos y lo imprescindible en una mochila, echamos a andar, “quizás buscando la vida o buscando la muerte, eso nunca se sabe”
Como la mujer de Lot no puedo evitar mirar atrás y veo alzarse columnas de humo en lo que hace un momento era nuestra casa.
La luna llena ilumina las hileras humanas al borde de la carretera y torna blanquecinos los aterrorizados rostros.
Tal vez tengamos suerte y podamos cobijarnos en algún lugar.
Tal vez podamos pasar allí una noche tranquilos, sin bombardeos, ni muertos.
Tal vez la buena fortuna permita que podamos llegar a un campo de refugiados donde nos espera el hacinamiento, el hambre y la inhumanidad absoluta, pero conservemos la vida.
Tal vez llegue un día en el que sobrevivir no sea el único objetivo.
Tal vez el mundo deje de esperar enterarse de esto por la televisión y comience a pedir explicaciones a los verdaderos responsables que , posiblemente no sean unos actores, como la algún actor pretende.
Un enorme microrelato para otro pequeño genocidio.
Esperemos que la luna siga ahí arriba mucho tiempo.
Una crónica muy acertada y oportuna sobre la tragedia que se cierne sobre los sobrevivientes de todas las guerras, aunque todos pensemos ahora en una en particular. Has sabido transmitirnos con esas cortas y especulativas frases, los pensamientos y emociones de los protagonistas.
Marga, has reflejado muy bien todo ese dolor. Buen relato de denuncia para una situación terrible. Un abrazo
Preciosas palabras, duros pensamientos, para una realidad que a todos nos horroriza.
Un beso Marga.
Parece mentira que semejante atrocidad haya tan bonitas maneras de explicarlas. El relato engancha. Te hace ser uno más mirando a sus espaldas. Mucha suerte 🙂
Marga, triste situacion bellamente contada. Suerte y saludos
Consigues que cada lector camine, acompañe, anime a tu familia.