115. LUZ (María Jesús Briones)
Cayó de las páginas de aquel libro del Sistema, empolvado en el desván.
Palpé su relieve, acariciando tu recuerdo. Disecada me devolvió a tu cuerpo.
De pié en el parque jugueteabas con un tallo de rosal, protagonista del pacto de nuestra amistad. ¿O existió algo más?.
El árbol, como un regalo, desprendió su hoja mas tierna, fue el lienzo donde plasmar nuestra alianza.
«La sangre ha brotado de las yemas como dos gotas de coral -dijiste-
Con ella mojamos nuestro labios.
Éramos dos sedientos en busca de una boca líquida hasta encontrarnos.
Un vigilante nos dispersó el futuro.
Te llamabas Luz e iluminaste mis ojos apagados
Pura prosa poética, muy bello.
Muchas gracias por tu comentario Carmen. Te lo agradezco mucho
Intuyo que hay muchos recuerdos escondidos entre las páginas de ese libro del Sistema. Y mucha vida por vivir en ellos. De lo que estoy segura es del nivel poético que has alcanzado: enorme.
Un abrazo María Jesús.
Esta vez me apeteció cambiar de registro. Me hace ilusión que te haya parecido poético.
Un abrazo grande Paloma
Suena muy bonito leído en voz alta. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, es para mí una satisfacción, que te hayas «atrevido», a leerlo en voz alta.
Mil gracias por haberlo hecho.
Muy bonito, esa flor seca que le transporta a su adolescencia,seguramente a su primer amor.Y expresado de forma muy delicada.
Un abrazo
Gracias por tu comentario Asun, hay algo de ese primer pacto, de sangre en el relato.
Poesía de amores perdidos por vigilantes que no saben de amores, quizás de moral castrante. En fin, lástima, no siempre vence el amor. Suerte a fin de mes.
Ana: Sí, el vigilante municipal dispersó el futuro de los adolescentes, al separarlos de malas formas y el protagonista ciego, que ahora de adulto lo recuerda, no pudo seguir las huellas de la chica a quien prohibieron volver a verle. En ese pasado no existían los móviles.
Gracias.
Y cuanto daño, causaron al amor puro, en una época en que no existía la tecnología de hoy.
Agradezco mucho su comentario.
María Jesús, un relato poético y evocador. No hay vigilante que disperse un precioso recuerdo. Muy bueno. Abrazos.
Te agradezco mucho el comentario.
Gracias.
Original y romántica historia. Mucha suerte, María Jesús.
Gracias por haberme leído, Lorenzo.