50. Made in Spain Virtudes Torres (Servitud)
−¡¡Señorita!! -dice Gracita con voz de pito- ¡Señorita!
−¡Chis! Por Dios, no chille tanto, ¿no ve que están todos durmiendo?
−Es que en el salón tie usté visita.
−Bien y ¿quién es?
−La tía y la prima del señorito.
−¿La tía de Carlos y la prima Angélica?
−Las mismas ¿les digo que pasen o les pongo un piscolabis p´a entretenerlas?
−Pues ahora que lo dices… mejor llévatelas a la terraza, mientras aviso al señorito.
La visita entrando –Tristana, hija c´alegría. Verás es que hemos venido de papeleo a la capital y hemos dicho: vamos a visitar a los primos que se van a poner mu contentos. Y de paso pos comemos con ellos.
−Cuanto lo siento, me esperan en el club y Carlos come siempre fuera.
−No te preocupes, tu criada nos prepara cualquier cosilla. Anda veste tranquila.
−Lo siento muchísimo, pero Gracita tiene el día libre. Tendréis que apañaros en un bar (empujándolas a la calle) Adiós queridas.
−¿Como c´adiós? Mira la finolis, ¿Qué esconderá en la trastienda?
Tristana, para sí (ahora entiendo la frase “ese oscuro objeto del deseo”. Como me gustaría tener la escopeta nacional y liquidar a este par de cuervos gorrones)
Muy bien traídas todas esas frases de nuestro inefble séptimo arte. Delioso relato el tuyo.
Gracias Mari Carmen. Creo que también se merecía un homenaje.
Saludos.
Hola, Virtudes.
Made in Spain de verdad. Esas frases me traen recuerdos, muchos, del cine nuestro de los setenta.
Bien por ti.
Un besazo.
También tubo sus cositas buenas. Fue un tiempo en el que no se podía exigir mas.
Un beso para ti. Es grato tenerte de nuevo.
Se me ha colado un tuvo por un tubo… Ahora me he dado cuenta.
Virtudes, un relato muy «made in Spain». Frases que consiguen trasladarnos a ese escenario de los años 70.
Besos
Me alegro de que te traigan buenos recuerdos. (espero, jaja)
Besos para ti, Blanca.
¡P´a morirse de risa!
Intuyo que te ha gustado.
Saludos.
Sí, señor. No todo van a ser obras de arte. Mientras unos hacían Alien o el Padrino, aquí nos dedicábamos a este cine de andar por casa, justito de arte, pero que provocaba sonrisas, era otra cosa y también tuvo su sitio.
Muy simpático este relato, que bien podría ser un guión.
Un saludo
Un secreto: empecé escribiendo hace muuchos años obras de teatro para niños. Algo queda por ahí.
Estuve leyendo los relatos que mandaban y casi todos iban por películas extranjeras.
He querido hacer un homenaje al cine español, y especialmente a Gracita Morales.
Saludos.
Pero que requetebienooooooo y que buena Gracita Morales. Me ha entusiasmado.
Se nota, se nota, Señoriiita.
Escogí a Gracita porque creo que se lo merecía. Actuó en montones de películas y después mira cómo acabó.
Saludos.
!Pero qué gracejo y qué nuestro!
Entrañable, Virtudes.
Made in Spain. jaja.
Un besazo, Mª Jesús.
Virtudes, el titulo y el relato definen nuestro cine, y tu nos lo has mostrado como en cine de barrio. Suerte y saludos
Era el cine que más se veía en mis años jóvenes.
Muchos nos vemos reflejados en alguno de esos personajes.
Saludos.
Virtudes, aunque soy de los 80,me has traído a la mente las películas de Gracita Morales que tantas veces he visto y como no acordarse de su ya inolvidable «Señorito» y no he podido evitar sonreír… Enhorabuena.
Un saludo…
Pues sí, Nicolás. Muchas películas de los setenta, solo buscaban hacernos olvidar y sacarnos la sonrisa.
Eran otros tiempos.
Saludos.
Señoritooo, inolvidable Gracita en esas películas tan divertidas y a la vez tan crudas.
Muy buenos recuerdos nos has traído con tu relato.
Besos
Me alegro de que te haya traído buenos recuerdos, Asun.
Esa palabra quedó grabada en nuestro disco duro.
Besos.
Muy ingenioso tu diálogo, reviviendo todo un mundo que «fue».
me he divertido mucho leyéndolo
Suerte.
He tratado de poner una sonrisa y creo que lo he conseguido.
Me siento feliz de que por un momento, la sonrisa haya sido la triunfadora.
Un abrazo.
Era un cine sin muchas pretensiones, solo hacer pasar un rato agradable al público. Y al igual que nos hacían reír sin parar, en otras nos hacían llorar como una magdalena.
Nos sentíamos reflejados en algunos papeles y con los personajes, que eran como «de andar por casa»
En lo referente a la sencillez que ya no posees, mira en tu interior, seguro que queda algo. Ya sabes «quien tuvo retuvo…»
Gracias mi Estimado Vidente. Abrazos.
Que bueno Virtudes, esa Gracita Morales con su propia jerga y su pito de voz, me encanta !!!
Diálogos graciosos, rápidos y un final de que acompaña a la historia de un «escopetazo». Bien hecho.
Un beso Virtudes
Hay que quitarse los moscones de alguna manera, jaja.(broma)
Gracias Mª Belén por tu comentario, me alegro de que te guste.
Besos.
Celebro el homenaje al cine español de la época. Gente entrañable y películas entrañables (destape aparte). Se contaban historias y se construían personajes. Me has llenado la noche de recuerdos. Un abrazo y suerte 🙂
Es gratificante que un simple relato traiga tantos recuerdos, sobre todo a la gente joven.
Pero es que el cine de mis años mozos era, como tú dices, entrañable.
Abrazos.
Virtudes, me ha sido imposible comenzar a leer el relato sin imitar a Gracita Morales, por lo que ya he empezado con una sonrisa. Homenaje a un cine que sin muchas pretensiones ocupa un lugar nostálgico en nuestros corazones. Me ha gustado recordarlo, por lo que te doy las gracias. Abrazos.
El «Señorito» de Gracita Morales tenía que ser declarado patrimonio nacional. jajaja 😉 ¬¬
Seguro que alguno más lo han leído igual. Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Jajaja, Virtudes, ¡qué bueno! He oído de nuevo el ¡Siiii señoriiiito! de Gracita y me has ido llevando con una sonrisa por todo el relato. Aplausos y aplausos, Virtudes.
Suerte.
Virtudes, no seríamos los mismos sin el cine español de los 60’S y 70’S. Aún hoy día, las reposiciones de Paco Martínez Soria son de las más vistas y reconozco que en alguna de Toni Lebranc me quedo.
Buen recuerdo.
Un beso