MAR05. LA IMPOSTORA, de Susana Revuelta
Deja caer pesadamente el manoseado volumen de «2084 hechizos» sobre la mesa de la cocina y se levanta una polvareda que le hace estornudar. Se restriega la nariz y con los dedos pringosos empieza a pasar páginas: a ver, a veeer, «Encantamientos», no; «Conjuros de muerte», tampoco; «Sortilegios»… ¡Ah, aquí está! «Filtros de amor». Y con una risotada se entrega a la tarea.
«Un chorretón generoso de sangre de murciélago». Vaya, con la que está cayendo ahí fuera como para salir ahora de casa. Se acerca al cuervo y, mientras le rebana el pescuezo, continúa leyendo: «una pata de conejo machacada». ¡Pero si estarán todos escondidos en sus madrigueras! Y esgrimiendo un hacha sujeta al gato que se relame el hocico lleno de plumas.
Pese a la improvisación, el mejunje va tomando consistencia al fuego, aunque falta una cosa que nunca podrá conseguir.
Tijera en mano recorta tres rizos de su pubis, doncellas no quedan ya. Bueno, nadie se dará cuenta, ¿quién cree en brujerías?
Se atusa las greñas, oculta torpemente la verruga, barre el suelo para comprobar el estado de la escoba: hoy es el día de la entrega en palacio.
Pero aquel rey nunca lograría asegurar el trono.
jajajaj, muy graciosa la bruja chapucera, se me ocurren algunos candidatos. Me ha gustado mucho. Nuria.
Ahora los candidatos, Nuria, son mucho más depravados y se las entienden con otras artimañas.
Un saludo.
Si muy divertido este micro encantado. Enhorabuena. Besos. Gloría
Muy divertido tu micro encantado. Un abrazo. Gloría
Es divertido y como cuento inspirado en los cuentos clásicos encierra una enseñanza bien fácil de ver.
Un abrazi,
Desde luego has escogido para el relato la imagen que yo había pensado, jams, la mismísima.
El gato. Y la chica de la ventana, joder, Fernando, expresión entre ambigua y cabrona…
Perfecto.
Un abrazo.
Me he reído un buen rato con esta brujita. Lo siento por el gato, eso sí, jajaja.
Todo un logro despertar sonrisas, Susana.
Un abrazo.
¿Brujita? Más bien brujísima, y descuidada a tope. Me alegro que te despierte una sonrisa.
Un abrazo.
Susana, en todos los oficios hay que ser muy profesional, sino…
Tú lo has dicho, Calamanda. de chapuceros estamos hartos todos. Y de los de la cúpula ni te cuento, encima pretenden hacernos creer que «todo va bien».
Un abrazo.
Era la bruja «avería». No identifico el cuento, pero, ¿logró que la escoba volara o no?
Besos Susana.
La de la bola de cristal era guay. No, Jesús, esta hace los apaños inspirada en los políticos actuales. «Retoricas mil y una», «Banalidades para la plebe, que es idiota», «Estupideces cospedantiles».
La bruja avería era infantil del todo y ojalá que su escoba levante el vuelo, yo soplo para que así sea. Amén.
Un abrazo.
Ay como me gusta tu bruja disparatada! Una especie de Madame Mim chapucera. Me gusta tanto que quisiera leer mas aventuras de ella. ¿No te gustaría adoptarla como alter-ego y hacer una serie? creo que algún ilustrador de la casa te la podría dibujar.
Me ha encantado el micro.
Pues mal empiezo con la serie cargándome y amputando a las mascotas, Paloma. Para el siguiente capítulo me quedo sin personajes. O hago como Ibáñez en mortadelo, que se dan unos batacazos tremendos y al siguiente capítulo están como nuevos.
No tengo esa imaginación.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho la verdad. Tocas un estilo que me chifla, ya que a mí me encanta hacer versiones de los cuentos clásicos y cambiar a los malos y hacerlos torpes, chapuceros y de alguna manera “humanos” … los enternece. Y a las brujas las tengo un algo especial, tengo una amiga de siempre a la que apodamos la “bruji”, y en dos semanas me voy a Bruselas y Brujas….
Me ha recordado también a un juego de pc que tenían mis hijas, en él, la bruja de Blancanieves había hechizado al príncipe , había que hacer una poción mágica para liberarlo, pero en vez de manzanas rojas que decía la receta sólo había verdes (había que hacer primero otro conjuro para que fuesen rojas) y sí las usabas siendo verdes, aparecía el príncipe de Cenicienta con el zapatito y todo….
Me gustan las palabras de mejunjes, sortilegios y demás vocabulario que usas. Es muy ocurrente los “apaños” que se trae la brujilla. El título me hace pensar en que se iba a transformar, lo del filtro de amor para que se enamoren de ella, lo de la entrega del paquete final me descoloca y ya con la frase final creo que me has acabado de hechizar… Dicen por aquí que puedes hacer versiones extendidas o por capítulos, me parece estupendo!!! Yo me apunto!!! que sean dos brujas y son amigas , o enemigas, o compiten en el concurso de pociones o son de cuentos distintos o …. Has abierto mi caja de los truenos…
Ya me gustaría a mí hacer algo largo, pero no, enseguida me canso. Mis personajes son todos de formato micro, esta medida comprimida de 200 palabras me viene muy bien.
Un abrazo.
Como en los cuentos de brujas todo puede ocurrir, pues en este no ocurrió lo que el rey pretendía. Siempre insisto que tenemos «poderes» para hacer y deshacer, por lo menos en la escritura.
Un abrazo.
¡Qué bueno Susana! llevo un rato partiéndome. Espero para una segunda entrega, los efectos que realmente tuvieron el filtro de amor de todo a cien, je je.
Un abrazo.
Es que, Miguel, no hay segunda entrega porque acabo de sacrificar, pobres, a los personajes secundarios. Haber avisao antes y dejaba en paz al gato. Al cuervo que le den, siempre habrá un canario o algo pa sustituirle.
Un abrazo.
Guarda el gato, que seguro que tiene alguna vida escondida por ahí.
Abrazos.
Muy divertido, lleno de hechizos amañados, ja,ja,ja.
Saludos, María Rojas
Lo cual viene siendo un clásico en los cuentos y en todos laos, lo de amañar, digo.
Un abrazo.
Je, je. Tienes que ver HAXAN, la brujería a través de los tiempos, si no la viste aún:
http://www.youtube.com/watch?v=xK-JWfEZfXw
Saludos.
Oye, Pablo, que he visto unos segundos de ese vídeo y qué mal rollo da, ¿no? Mi bruja es más cercana, más de andar por casa. Vaya, espero que no te haya recordao al haxan ese.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho la ironía que destila tu cuento, aparte del buen gusto en las descripciones y el adecuado vocabulario que empleas. Esta bruja como alegoría de quienes nos dirigen es sencillamente genial.Enhorabuena y mucha suerte. Un abrazo.
A ti, Juancho. Los cuentos por lo visto siempre encierran mensajes de este tipo, da igual que sean princesas, cerditos o lecheras.
Un abrazo.
Bueno, bueno con la bruja; se esconde la verruga, tal vez se opere la nariz de bruja, la barbilla de bruja, acentúa sus pómulos y cambia su semblante de bruja por uno de niña buena. Así y con el mejunje que ha preparado conquista el corazón del príncipe heredero,jejeje…
Muy bueno tu relato, Susana.
Esta vez no lo conquista por las trampas de la bruja descreída. Como dijo alguien más arriba en todo hay que ser profesional, o como mínimo poner interés.
Un abrazo.
Susana, esta bruja es todo un caso, no les tiene el menor aprecio a sus animales de compañía 😉
Muy divertida tu propuesta.
Besos!!
Si, un poco trastornada parece. Y lo de tener un cuervo en casa… al final mira cómo acabó, por confiado.
Un abrazo.
Un abrazo.
Un entrañable personaje esa bruja que nos presentas, voluntad no le falta sin duda. Me encanta.
Un abrazo.
Más que voluntariosa yo creo que friolera y con ganas de quitarse de encima el embolao.
Un abrazo.
Hola, Susana!
Me ha hecho reir tu bruja impostora, muy simpático tu relato… acorde con los tiempos chapuceros en los que vivimos, ja, jaaaa!!
Te deseo mucha suerte… no… seguro que tienes un hechizo por ahí escondido, je, jeeee…
Un abrazo
Marta
Marta, ni con trampas me funcionan los hechizos a mí. Igual me voy a ver qué dicen los de la cienciología, que parecen formales…
Que no, que me quedo como estoy, por aquí. Mejor con los que sabéis escribir vuestros temores tan bien.
Un abrazo.
Es gracioso, pero a mí lo del gato me ha matado, pero… bueno… permisión de la narrativa literaria.
Eso está claro, Arturo, no es más que un cuento. Escribir te da estas libertades y no tengo nada contra los gatos ni contra nadie.
Un abrazo.
Un relato divertido con esta bruja fullera y chapucera. Me gustaron algunas ideas (lo de las doncellas, por ejemplo).
Suerte
Felix Valiente.
Menos mal, Félix, que solo dejan 200 palabras…
Un abrazo.
En alguna pagina de ese libro tiene que haber una receta para eliminar las verrugas, así no tendría que esconderla.
Me ha encantado tu micro.
Qué bueno, qué bueno, qué bueno! es que eres tan mala malísima?
me pido la receta ( y el libro, claro) . Un relato lleno de frescura.
un abrazo
En el imaginarium soy mucho peor, Nieves, no necesito ya fantasmas, me asusto yo sola.
Un abrazo.
encantada de haberte conocido de verdad…
segurisimo que nadie se puede aburrir contigo…
me gusta, y envidio, tu desparpajo…
el ritmo tuyo escribiendo es de envidiar también…
Kistila, gracias. Nuestros ritmos de escritura, inspiraciones, nuestros ambages y demás son muy diferentes, eso está claro, pero te felicito por tu esfuerzo titánico. Sabes que admiro mucho tu interés.
Te visito en tu casa-museo, que tampoco está tan lejos.
Un abrazo.
Susana, Susana,.. Ménuda bruja más chapucera. Si ya no te puedes fiar ni de las brujas, apaga y vámonos!!!
Un poco bestia lo del gato (ese toque le da credibilidad a la malvada). Todas sus actuaciones sustitutorias son buenísimas: nos la describes por sus actos.
Me gusta el micro.
Un besoooo
Petra, estuviste muy presente el día de la reunión, eso ya lo sabes. Agradezco tu comentario de describir por los actos: Era, es y será mi objetivo escribiendo. Es cuando más disfruto, poniéndolos ante el peligro.
Un abrazo.
Me has hecho reír con esta bruja MacGyver. Ocurrente tus mejunjes. La escena de probar la escoba es el no va más. En fin, bruja, que fue un placer conocerte.
Sí, parece que no le daba mucho a la escoba en casa.
Un abrazo, Ximens. Un placer igual.
Hola Susana. Hum, he tenido que hacer un embrujo para que la escoba me trajera hasta la plantilla de comentarios, está en lo más profundo. Me ha gustado el relato, es simpático y tiene ese «encanto» que todos soñamos, arreglar las ocsas en el libro 2084, porque en el de 1984 a mi no se me ocurrió hacer algo, para que vosotros que estabáis al llegar o recién llegados, tuviérais menos contra-posiciones y esas cosas.
Un abrazo «jamía».
Lines
El libro era 1080 recetas, pero con mi cocinera he abierto el plazo para ampliarlas a 2084. Se admiten aportaciones truculentas, digo, suculentas.
Un abrazo.
Susana, me ha encantado tu cuento y la bruja que prefiere improvisar aquel mejunje, porque «nadie se dará cuenta» y no quiere hacer ningún esfuerzo profesional; es una bruja de 2013. Felicidades.
Una bruja a la que le queda mucho por aprender,pero que sabe improvisar como nadie.Una historia divertida y ocurrente.Enhorabuena.
Un abrazo.
No, qué va, esta se las sabe todas. Es su manera de funcionar: la ley del mínimo esfuerzo. Ella tiene sus subterfugios para sobrevivir, no le va a faltar de ná.
Un abrazo.