MAR105. LA SEÑAL, de Gabriel Bevilaqua
Mientras me cepillaba los dientes descubrí que tenía tatuado el número 2084 en la frente. Tras enjuagarme apenas la boca, salí del baño a las zancadas para enseñárselo a mi mujer. Ella me miró seria, luego se rió, me besó con ternura en la frente y me preguntó qué quería desayunar. «Un té de tilo», le dije, y regresé al baño. El número, pese a la incredulidad de mi señora, aún persistía de lo más orondo; sin embargo ya no se trataba estrictamente del mismo: había mudado a 2083. Entonces tuve una intuición: cerré los ojos durante un instante, y al abrirlos, el número había vuelto a menguar. Con el correr de las horas, además, establecí que no sólo mi esposa era ciega al tatuaje… Esto en parte me tranquilizó. Pero recién pude retomar mi habitual sosiego algunos días después, cuando, en coincidencia con la aparición del número 1984 en mi frente, el hallazgo en un baño público del libro homónimo se convirtió en una especie de señal para abstenerme de los espejos.
http://elefantefunambulista.
RELATO FUERA DE CONCURSO, YA QUE SU AUTOR ES JURADO ESTE MES
La idea del micro me ha enganchado muchísimo, ese contador invisible que golpea como un látigo. Me pareció muy cinematográfico, al menos yo lo visualicé así, y creo podría dar para algo más largo.
Un saludo
Sí, Miguel, yo también creo que podría dar para algo más largo; ya veremos. Gracias por comentar.
Saludos cordiales
Gracias, Ana. Aunque me toca ser jurado no podía dejar de participar. Me alegra que te haya gustado.
Saludos cordiales
Me ha gustado mucho aunque sin saber muy bien si es el tiempo que se le agota o qué, me ha recordado a esta peli, si no la conoces te la recomiendo mucho pero que mucho, creo que por tu estilo te gustará, ya me dirás.
http://www.youtube.com/watch?v=2wfkvB4k3fg
Hola, Mel. “Su delito no es robar tiempo, sino regalarlo”, vi el tráiler y me encantó; me ha hecho recordar a “Fuga en el siglo XXIII” y “Blade Runner”, por aquello de la fecha de caducidad. Gracias por la recomendación.
Saludos cordiales
¡¡hay tantas cosas escondidas detrás de las frentes!!…
si los pensamientos se revelaban como un tatuaje muchos estarían sorprendidos…
me ha gustado mucho esta idea tuya… como no he leído 1984 no sé de que va pero tu relato hizo nacer muchas posibilidades en mi propia cabeza…
¡Jejeje, mejor que no se revelen! Gracias, Kistila.
Saludos cordiales