MAR145. REFLEJOS, de Antonia Garcia Lago
Intento pasar desapercibido. Me escondo junto con otros en lugares deshabitados, como fábricas, bibliotecas y comercios cerrados. Entre coches desvencijados y opacos en barrios limítrofes. Las hojas de los árboles y la sucia lluvia ha camuflado los antiguos colores, y ahora casi todo son parduscos o grises.
Deambulan famélicos entre ellos, gatos de pelaje incierto y roedores esqueléticos.
A lo lejos, en el anochecer aún brillante, se perciben sonidos de música, risas ya casi extrañas. Si te acercas tras burlar la vigilancia, olores a deliciosa comida y a perfumes, te recuerdan que aún tienes sensibilidad en el olfato.
Mujeres con suaves pieles alrededor de su cuerpo y hombres con elegantes trajes y un puro quemándose lentamente en sus labios, te devuelven la capacidad de rememorar el pasado.
Cuando oímos murmullo de botas, y el ladrido lejano de los perros, sabemos que pisamos terreno prohibido, que las cámaras han detectado nuestro rastro y que el mundo es una burbuja cerrada donde ellos están a salvo.
Siguen majestuosos en pie unos edificios blindados con letras brillantes de metal pulido escritas en grandes caracteres.
En los charcos azulados por los neones se refleja la palabra que los agrupa a todos:
SOCNAB
Blog = estimemlaparaula
Nos presentas una sociedad dolorosamente cercana.
La que ya existe para los que intentan acceder a los mundos hasta ahora privilegiados. En el comienzo, pensamos en una tierra futura devastada hasta que nos conduces sabiamente al mundo actual. Solo falta la palabra que cierra el micro.
Era SOCNAB, andaba lejos de los charcos para no salpicarse 🙂
Muchas gracias por tu comentario.Abrazo.
Antonia, el futuro-presente, se mezclan desgraciadamente en esta sociedad que presentas, tan claramente discriminatoria. Suerte y saludos.
Sí, nada nuevo bajo el sol. Gracias y saludos.
Buen micro. Te quedas flotando entre una nube de desolación.
Abrazos, María Rojas
Bonita definición de una sensación. Gracias y abrazos.
Una visión por desgracia más cercana de lo que quisiéramos.Por un lado los despojados de todo: trabajo, vivienda, derechos, y por otro ellos, los bancos disfrutando de todo lo que han quitado a la mayoría. Muy lograda tu crítica social. Un abrazo. Gloria Arcos
Gracias Gloria. La realidad no es muy halagüeña, y las burbujas a veces no son de colores.
Abrazo.
Antonia, este mes te has adelantado a tu fecha habitual. Así tenemos más tiempo para saborear este relato tan bien trabajado, con un buen ritmo. Me ha gustado mucho leerlo.
Un futuro donde ya no existe clase media,sólo un abismo entre el poder y la plebe.
Me ha recordado una película que vi hace poco: «los juegos del hambre», una adaptación de la novela de Suzanne Collins. Un mundo donde el gobierno representado por » el Capitolio» tiene sumiso a 12 distritos. Cada año se desarrollan los juegos del hambre, donde cada distrito tiene que mandar a competir a un niño o niña menores de edad. Sólo uno puede sobrevivir.
Un abrazo y suerte.
Hola Ginette, muchas gracias. Me alegro de que te guste. Duros juegos, donde las reglas las ponen los de siempre.
Ha sido un poquito antes porque luego con las fiestas igual no puedo, y porque nunca sé por donde atacar al bicho.
Pero una vez empiezas, algo sale.
Un abrazo y suerte también para ti.
¿Orutuf? Euq es ol nadig a sogeirg, satoirpihc, sesednalri, seseugutrop, ¿seloñapse?
Muy logrado lo de la burbuja, tan real que hasta nos parece algo normal. Enhorabuena por haberlo capatado tan bien.
Saludos
Bonito lenguaje Rafa. Gracias por tu comentario.
Saludos también para ti.
Yo siento, percibo, veo día a día, que esa burbuja existe. Antonia. Y creo que todos los pueblos que nombra Rafa, y muchos más, también, sin interrogantes.¿Caerá algún día este maldito sistema y se empezará a dar prioridad a lo verdaderamente importante, a lo que nos interesa a todos como especie?. Buen micro.
Soseb, Ainotna.
Eva, no sé qué sistema habrá en el futuro, pero no creo que los valores cambien demasiado.Con que no empeore mucho podemos darnos por contentos, pero también es verdad que nada dura eternamente.
Gracias por tu comentario.Un beso.
AVE EVA
Triste futuro y triste presente. Muy acertada tu crítica social. Me ha gustado mucho. Mucha suerte. Un saludo. Elena Sánchez
Gracias Elena, me alegro de que te gustara. Eso me anima.
Suerte a ti también y abrazo.
Antonia, muy bien descrito. Cómo seguimos así tu imaginación se convertirá en mera realdad. Me gusta el final parece que los únicos que destrozaron el mundo son los únicos que siguen en pie. Un fuerte abrazo amiga, Sotirios.
Hola Soti, primero , a ver si escribes algo, que te echamos de menos. No lo dejes todo para el best-seller. Pues eso que te parece, eso es. Ahí siguen de pie y con brillos. Otro abrazote, y a tu hija, que también nos deja sin sus escritos.
Gracias por tu comentario.
La dejé ahí descolgada y al parecer no se ve mucho, cosas que pasan en las burbujas 🙂
Muchas gracias, Ana. Un abrazo.
¡Dios, Antonia!¡Que magnífico relato para los tiempos en que estamos!. Que no son los del futuro y que ya los tenemos aquí, cerca, al lado nuestro y con nosotros. Qué bien has descrito la situación y cuánta tristeza me produjo leerlo. Un ritmo acompasado, desde mi punto de vista, lánguido y a la vez triste.Pero envolvente. Al final una palabra que corta la respiración a una gran mayoría. Y sin embargo sigue estando ahí un charco como simbología de lo que no debemos perder y que debemos seguir potenciando, protegiendo y aferrarnos a ello: AL AZELARUTAN.Ojalá todavía estemos a tiempo y rescatemos los llamados bancos del tiempo… Me ha encantado, Antonia. Me ha llegado especialmente este micro y desde luego te deseo lo mejor. Un abrazo.
Una crónica de futuro atroz pero muy posible. De momento la simiente se va arraigando, aunque también te digo que castas ha habido siempre. Veremos si somos capaces de controlar su crecimiento o nos resignamos a la que nos espera. Te has puesto muy pesimista, Antonia.
Un abrazo.
¡¡excelente!!…
tanto el continente como el contenido…
me impresiono mucho tu descripción tan visual del hombre que trata de pasar inadvertido…
Muchas gracias tanci. Me alegro mucho de que te gustara y tu comentario tan detallado. Espero que la tristeza sea pasajera y que la alegría brille, a pesar de todo. Siempre queda alguna luz si la buscas.
Te devuelvo tus buenos deseos y tu abrazo 🙂
Espero que las simientes que la gente buena, que es la más, vayan sembrando sea más resistente que la mala hierba. No soy pesimista al respecto, y es cierto que siempre ha habido injusticia y poca igualdad en el mundo, pero eso no es motivo sino para intentar cambiarlo a positivo.No hay que resignarse nunca.
Un abrazo Susana.
Gracias por tu comentario, kistila. Me gusta saber que es lo que llega y así valorar lo que se transmite cuando se escribe.Aunque creo que hay tantas sensaciones como lectores, cada cual encuentra la suya..
Abrazo.
Hola, Antonia!
Con retraso por las vacaciones, pero me paso por tu relato para comentártelo.
Me ha gustado mucho: es un cuento narrado sensitiva y sensorialmente… preciosas adjetivaciones, visuales, emotivas, sensoriales, en una palabra.
El final, redondo: «bancos»… y que pertenece a un futuro tristemente no lejano, verdad?
Enhorabuena, me ha encantado!!!
Te deseo mucha suerte
Un abrazo
Marta
Nunca es tarde para leer un comentario tan generoso como el tuyo. Me alegro de que te guste y espero que todo te vaya bien.Suerte y otro abrazo, Marta.