MAR53. FRACASO SIDERAL, de Juan H. García-Zeballos
Qué curioso…, quién hubiera podido imaginar una casualidad así, me parece que nadie; quizás yo, por ser el responsable de lo sucedido.
En 1984 mi abuelo, por entonces un joven emprendedor, compró el primer barco de lo que muy pronto sería una famosa compañía de transporte.
Los negocios marchaban bien, pero cuando me hice cargo de la empresa no me conformé, pues quise que nuestra firma quedara en la memoria del mundo entero; creo que lo logré, aunque de una manera diferente.
-«Hay que arriesgarse.»- Sentencié ante el resto del Directorio. ¿Qué puede pasar?
-«Es muy peligroso,»- me decían. “-Una cosa es dar un paseo por el espacio o visitar la Luna, otra es vender excursiones a Plutón; los cálculos y precauciones necesarios todavía no están listos«.- «-No podemos esperar;»- respondí – «o vamos nosotros o lo hace la competencia«. Estamos en el año 2084, ¡bienvenidos a los viajes de punta a punta del sistema solar!”-
Aquella cápsula espacial con varias personas abordo, llenas de emoción por la aventura, no regresó jamás y hoy, exactamente un siglo después de la labor iniciada por mi abuelo, escribo este relato recostado en la litera de mi celda.
Gracias Ana, gracias por tus comentarios. Lo misterioso del universo sigue causando asombro y creo que nunca podremos descifrarlo al 100%. Me quedo con eso que decís que el universo está en uno mismo: «lo más pequeño está en lo más inmenso y lo más inmenso en lo más pequeño». Muchas teorías han planteado esto de diversas maneras.
Me alegra que mi relato te haya hecho sonreír. ¡Suerte Ana!! Juan H.
Simpático tu relato. A veces arriesgar demasiado es peligroso. Pero si se es muy conservador el mundo no habría avanzado. ?No crees?
Creo que sí, «quien no arriesga no gana», dice el refrán, pero no obstante, me parece que con eso solo no basta, también hay que saber arriesgar. Gracias por el comentario. Juan H.
Con todo lo que me falta de ver por aquí cerca no me aventuro yo en uno de esos viajes. Además qué rollo, tol día ahí encerrados. Un relato futurista, pero también actual, creo que hay millonetis que ya se han reservado plaza.
Un abrazo.
Bueno, todo el día, todo el día no sé…, pues no sabemos la velocidad de la cápsula espacial. En cualquier caso, coincido en que aún nos queda mucho por conocer y visitar del Planeta Tierra, al menos yo prefiero eso y no un viaje a Plutón, al menos por ahora. Gracias por tu comentario Susana. ¡Suerte! Juan H.
Exacto, muchas veces los fracasos de hoy son los éxitos del mañana, ¡pero cuidado!, ¡¡la prudencia ante todo!! y no solamente en los viajes interespaciales, sino en cualquier asunto de la vida. ¡Suerte Ana!! Gracias de nuevo por tus comentarios. Juan H.