MAR69. TIEMPO FUTURO (HOMENAJE A ORWELL), de Raúl Ariza
Justo en el instante en el que cerró la nota con un adiós lacónico y aislado comenzó a temblar. Fue al darse cuenta de que tras el punto final ya no quedaba pretexto que le atase al presente, ni excusa que le sirviera para dilatar su marcha. Aún así, en un gesto reticente, se asomó a la única ventana del escaso apartamento; un inmueble espartano, apenas un cubículo ralo y feo; y vio como la noche se abalanzaba sobre unas calles asustadas. Al tiempo que las sirenas enmudecían, el humo espeso y algo turquesa que exhalaban las chimeneas de las mil fábricas lo emborronaba todo hasta hacerlo espectral. Él pegó la cara al cristal, frunció la vista y miró atento por entre medias de la bruma. No consiguió verla. Luego se subió a la silla y se anudó la soga.
Cinco minutos más tarde Julia llegó turbada por la prisa y con el latido en un brinco. El toque de queda le había pillado en plena travesía y había tenido que esconderse entre las ruinas hasta que las patrullas cesaran su inspección. Ese y no otro fue el motivo de su retraso.
RELATO FUERA DE CONCURSO, YA QUE SU AUTOR
FORMA PARTE DEL JURADO EN ESTE MES
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Pena lo de fuera de concurso. Merece mucho la pena.
Un relato orwelliano desde el inicio al fin. Incertidumbre, desolación, culpabilidad…
Me ha encantado, Raúl. Te lo juro.
Raúl, una situación determinante, contada con determinación. Me gusta. Saludos.
Muy bueno. Es una pena que no entre en el concurso. Mantiene la intriga hasta el final, por cierto terrible. Gloría Arcos.
La utilización de la elipsis está logradísima. Sin apenas datos consigues informar, mucho más allá de lo aparente.
Enhorabuena.
María Sara
Impactante y muy bien escrito.
Saludos, María Rojas
Como siempre Raúl, un relato redondo desde esa frase inicial con la qué abres la historia hasta el final. Felicidades. Un abrazo.
Uff, qué sensación de desasosiego deja. Está impregnado de un gris especial. Creo que es uno de los que me ha provocado una sensación más orwelliana este mes.
Un saludo
Lo he visto colgado en tu blog y he venido a comentártelo también aquí.
El relato es genial, contundente y muy de la esencia del tema del mes. Tu facilidad para conseguirla emoción en estos espacios tan reducidos, es evidente. En cualquier caso, a mí me parece que el micro hubiera necesitado algo más de 200 palabras para convertirse en algo totalmente magistral.
JC